MARTES 6 DE JUNIO DE 2000

Ť Dar poder de decisión a la gente, insta Harlem


La salud debiera ser base de la política económica, dice la OMS

Ť En México aún hay desigualdades en los servicios del sector

Angeles Cruz y Ciro Pérez Ť La salud debe estar en el centro de las políticas económicas de cualquier país, como un elemento fundamental para superar la pobreza, y a la población debe dársele poder de decisión sobre sus opciones para mejorar su bienestar y su calidad de vida, afirmó Gro Harlem Brundtland, directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Señaló que los servicios de salud deben funcionar con equidad y justicia, pues aunque ha habido avances -como en México-, todavía falta dar a la gente un conocimiento profundo. Las desigualdades persisten, apuntó.

Al participar en la inauguración de la quinta Conferencia Mundial de Promoción de la Salud, a la que asisten representantes de más de cien países, entre ellos 80 ministros de Salud, Brundtland destacó que la globalización plantea ciertas incertidumbres a las naciones, pero también "nos puede llenar de oportunidades genuinas de una solidaridad mundial".

La ejecutiva destacó además la creciente importancia que los gobiernos están dando a la buena salud, como un elemento crítico de la seguridad humana, así como la aplicación de recursos económicos a este rubro. Entonces, dijo, el tema ha pasado al meollo de las agendas nacionales e internacionales.

No obstante, también se requiere de acciones concretas, como las que ya empiezan a aplicarse en Bangkok para combatir el consumo de tabaco. Recordó su reciente visita a aquella ciudad y mencionó que no escuchó sólo discursos, sino que empiezan a promoverse acciones, como la aplicación de impuestos y la prohibición de publicidad, entre otras.

Recordó que hace 30 años, en la OMS había la esperanza de que la tecnología biomédica y el descubrimiento de nuevos medicamentos permitiría alcanzar una salud para todos. Ahora, apuntó, sabemos que hay una serie de condiciones económicas, sociales y culturales que deben atenderse para garantizar la salud de los pueblos.

De hecho, señaló, "muchos de los principales determinantes de la salud están fuera del sistema de salud". En seguida se refirió al conocimiento que debe tener la sociedad sobre la mejor manera de tener una vida sana, con respeto a sus derechos humanos y en un entorno más justo.

Por su parte, George Alleyne, director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), consideró que la salud pública no debe permitir injusticias y disparidades. Un elemento importante para lograrlo tiene que ver con la descentrali- zación de los servicios y con autoridades estatales fuertes.

La inauguración de la quinta Conferencia Mundial sobre Promoción de la Salud tuvo lugar en el Museo Nacional de Antropología e Historia, y ante el presidente Ernesto Zedillo, los titulares del sector salud, de la Secretaría de Gobernación, de Medio Ambiente, y de Agricultura, Gro Harlem Brundtland mencionó que hay algunos puntos clave en la promoción de la salud: el primero, que la gente necesita tener un conocimiento confiable y exacto sobre los riesgos para la salud y cómo alcanzar un buen estado físico.

Sin embargo, matizó, el conocimiento no será suficiente si la persona no tiene la capacidad de elegir. Si no puede hacerlo, el nuevo conocimiento llevará a una frustración. Por eso, apuntó la directora de OMS, la promoción de la salud se ha concentrado en los asuntos de ciudades más saludables, escuelas, lugares de trabajo y hogares.

"Buen ejemplo es esta ciudad (de México), que ha hecho grandes esfuerzos por mejorar su medio ambiente en la última década. Pero, a pesar de la combinación de conocimiento y de un medio ambiente saludable, puede no ser bastante el poder para ser sano, sigue sin estar en manos de la gente".

Otro elemento fundamental es que las personas participen en la toma de decisiones, en el diseño y aplicación de las políticas locales, nacionales e internacionales. Esto da a la gente la libertad para hacer lo que necesitan y quieren hacer, indicó. Para la OMS es de fundamental importancia reducir la mortalidad excesiva, así como los riesgos en la salud humana; desarrollar sistemas que de manera equitativa mejoren la producción de salud y la pongan en el centro de las políticas económicas.

Más adelante, Brundtland destacó la importancia de que las estrategias no sean unilaterales, sino que cuenten con la participación social nacional e internacional, porque "las iniciativas que solamente dependen de un sector, van a tener menos eficacia que los esfuerzos multisectoriales", aseguró.

Un buen ejemplo de lo anterior lo es la lucha contra el tabaco. Brundtland mencionó que en el año 2030 esta adicción será la causa de 10 millones de muertes al año. El 70 por ciento de las cuales ocurrirá en los países en desarrollo. Explicó que la iniciativa de la OMS para establecer un acuerdo marco de control del tabaquismo, a escala mundial, empieza a tener apoyos sin precedentes.

Antes, el secretario de Salud, José Antonio González Fernández, destacó que la quinta Conferencia Mundial de Promoción de la Salud permitirá a las naciones avanzar en las prioridades para este siglo, entre ellas: promover la responsabilidad social para la salud; ampliar la capacidad de las comunidades, y aumentar las inversiones para la promoción de la salud.

Durante esta ceremonia, los ministros signaron la Declaración ministerial de México para la promoción de la salud, en la cual admiten, entre otros puntos, que a pesar de los progresos aún persisten problemas que entorpecen el desarrollo social y económico y que, por tanto, deben abordarse urgentemente para fomentar la equidad en el logro del bienestar.