MARTES 6 DE JUNIO DE 2000
Ť El convenio beneficiará, en principio, a unos 20 mil alumnos de secundaria
Kasparov y la SEP apoyarán el desarrollo del ajedrez
Ť Se cumplirá así uno de los sueños largamente acariciados por los amantes de este deporte, aseguró
Jorge Sepúlveda Marín Ť Garry Kasparov, campeón mundial de ajedrez, no sólo dejó derrotados orgullosos en México, sino que estampó su autógrafo sobre un convenio con la Secretaría de Educación Pública, y que en principio beneficiará a cerca de 20 mil alumnos de secundaria.
La sede del acto fue la secundaria número 8 de la colonia San Pedro de los Pinos, un ex convento donde se preparan exclusivamente señoritas, 790 para ser exactos. Allí, el azerbayano manifestó su esperanza de que con este primer impulso de las autoridades del Distrito Federal, no sólo todo el país logre un rápido desarrollo de esta actividad con el apoyo de computadoras para llegar a todo el territorio de México, sino que de aquí se exportará el ejemplo a cada rincón del continente americano.
"Sólo de esta forma se cumplirá uno de los sueños más largamente acariciado por todos los ajedrecistas: el de llevar esta actividad a todos" dijo.
Aunque particularmente Kasparov se ha dedicado a promoverlo a través de su página de Internet, que desde el ciclo escolar siguiente estará al alcance de los jóvenes a través de la red mundial.
Tras agradecer la calurosa bienvenida y el excelente trato recibido, el mejor ajedrecista del orbe calificó el convenio como "histórico", ya que esta visita es la primera etapa de un largo camino que piensa recorrer por el país y prometió que "en el futuro cercano nos volveremos a ver".
Entre las cláusulas signadas se establece que quienes tengan acceso al sistema contarán con una clave personalizada, obtendrán respuestas a sus interrogantes, jugarán con rivales de otras latitudes y hasta podrán contar con clases particulares, si se cubre su costo, eso sí.
Luego de la firma, Kasparov recibió una figura prehispánica azteca de 70 centímetros de altura y recorrió las vetustas, pero clásicas instalaciones de la secundaria, donde observó una aula acondicionada con computadoras. De regreso, una hilera de 100 menores esperaba un autógrafo, aunque muchos de ellos ni siquiera sabían a qué se dedicaba el "señor Garry". Sí que hace falta, también, cultura de ajedrez en México.