Lunes en la Ciencia, 5 de junio del 2000



Saber y cambio

Existe consenso sobre un hecho incuestionable: la ciencia y la tecnología son los motores que permitirán a México salir de la pobreza, porque el conocimiento genera la transformación de la sociedad.

EDITORIAL Que la política científica y tecnológica en este país se transforme en una política de Estado que trascienda a los partidos, gobiernos y límites temporales; la autonomía del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y que el titular de esa dependencia salga de una terna propuesta al Ejecutivo y sea ratificado por el Senado, son las peticiones que la comunidad científica hace a los candidatos a ocupar la Presidencia de México, a través de los tres organismos que, en conjunto, aglutinan a la mayor parte de los integrantes de la comunidad científica del país: la Academia Mexicana de Ciencias, presidida por René Drucker Colín; la Academia Nacional de Medicina, encabezada por Enrique Wolpert Barraza, y la Academia Nacional de Ingeniería, dirigida por Alvaro Aldama Rodríguez.

En correspondencia, la comunidad científica se compromete a través de dichas academias a designar la terna y a entregar al Presidente electo un plan nacional para aplicarse a largo plazo --unos 20 o 25 años-, en el que la ciencia y la tecnología, así como la educación superior, sean el motor del desarrollo del país.

El primero en acudir a la cita con los representantes de la comunidad científica fue Cuauhtémoc Cárdenas (candidato de la Alianza por México), quien asumió las peticiones formuladas e instó a los científicos -independientemente del resultado de las elecciones- a formular un Plan de Desarrollo Nacional que contega sus directrices.

Mañana será Gilberto Rincón Gallardo (aspirante por Democracia Social) el que se reúna con los titulares de las mencionadas academias, y el 8 de junio será el turno del panista Vicente Fox. Trascendió que el candidato priísta, Francisco Labastida Ochoa, rechazó esta invitación, pero sí se reunió con científicos que acudieron al llamado de la Fundación Colosio. Resulta difícil entender las razones por las que México destina a las actividades de ciencia y tecnología apenas .045 por ciento de su producto interno bruto (PIB) y es factible que dicho porcentaje sea significativamente inferior, lo que nos pondría por debajo de países como Chile, Argentina, Brasil y hasta Venezuela, como lo señaló con "vergüenza" el físico Miguel José Yacamán.

Por lo pronto, Lunes en la Ciencia se suma al debate público de este importante tema, con los artículos de José Luis Fernández Zayas y Gustavo Viniegra, así como una versión resumida --por limitaciones de espacio-- de la intervención que hizo Alvaro Aldama Rodríguez durante el encuentro con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.


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