La Jornada Semanal, 4 de junio del 2000
Debajo de un árbol un anciano
Entre el follaje un ave
Con su hacha humeante un hombre
Nadie sino tú
Exhala de su pipa bocanadas
De
recuerdos.
Clama por la presencia
De la estación
sublime.
Recorre a grandes pasos los
cielos
En busca
De grutas todavía sin desflorar.
Niño
Tiene tiempo
Para el tiempo
presente.
Por la calle cabalgas
Sobre tus quimeras
Ante los
ojos extasiados de tu madre
De pie
En el brocal de un
pozo
Profundo y sin agua.
Mi corazón entretejiste
En los anillos de tu pelo
Mi cuerpo
traspasaste
Con los dardos de tus trenzas.
Tus ojos son
nenúfares en flor
En el lago apacible
Cuando retumba a
medianoche el silencio
En el distante campanario de la
luna.
¿Vendrás a la hora fría
En que sólo tú apareces?
Con
fuerza morderemos
La baya ardiente de la noche
Endulzada con la
eclosión de estrellas.
weit ü ber die Grenzen...
Paul
Celan
El exiliado
se interna en la oquedad de la lámpara
la ciudad que cruza
es el camino
adonde va el muro que jamás
de puerta en puerta a través
desnuda de recuerdos
de ciudad en ciudad
cesa de ir
del aliento desgarrado
Un soplo de viento que ante ti se desliza
resurge en tu mente
con ínfimos detalles
La frontera no es piedra
el peligro no impide
a la frontera del peligro
en esta ciudad sin
atraer
tu atención
al correr del tiempo
en otro lugar
aunque esté escrito sobre
la piedra
frontera
que nos acerquemos
Versiones de Silvia Pratt