La Jornada Semanal, 4 de junio del 2000


Bazar de asombros

``YO SOY DE EL LIMîN, MUY CERCA DE MOYAHUA...''

En la Casa de la Cultura de Lagos de Moreno se organizó una feria del libro que congregó a grupos infantiles y juveniles, así como a los buenos lectores (muy pocos, desgraciadamente) de esta región alteña. Rafael Martínez, nuevo director de la casa, estuvo al frente de los trabajos de promoción literaria y encontró el apoyo del Seminario de Cultura Mexicana, del Ayuntamiento de la ciudad de Mariano Azuela, Rosas Moreno y González León, y de la Secretaría de Cultura de Jalisco.

Me invitaron para que presentara mis últimos libros y me pusieron en el brete de hablar sobre mi propio trabajo. Lo hice lo mejor posible y no creo haber caído en uno de esos ataques de flagelación (léase modestia cuasi suicida) tan frecuentes en esta etapa de mi vida presidida por el problema del porvenir. Debo decir que todavía no sé qué es lo que voy a ser de grande. Las opciones giran entre astronauta, cirquero, inventor, actor y candidato a la presidencia por un partido pequeñito y de utilería. Cosas de la edad adolescente vivas aún a los sesenta y seis años. Además, tantos sueños y proyectos siempre son derrotados por mi destino de cine mudo. Todo acaba con el pastelazo de nata montada o con ``el sainete de un naufragio'', como decía González Martínez.

El anchuroso señor Carbajal está a punto de lograr para su institución un récord mundial. Lo merece por los años y más años que ha durado la ampliación a seis carriles de la muy costosa para los usuarios autopista de Tepozotlán a Palmillas. Pensé que las brigadas de trabajadores habían avanzado un poco y... nada... los trabajos van tan lentos que en algunas secciones crecen ya las matas y las flores, señal inequívoca de que estas criaturas del reino vegetal no son perturbadas por el estruendo de los trabajos humanos. Esto va para largo, pues en las secciones en donde ya está terminado el tercer carril, se manifiesta ahora el deterioro de los dos viejos carriles. Hasta los legos conocen los daños causados en la capa asfáltica por los monstruosos ``trailers'' dueños de nuestras (¿nuestras?) carreteras a raíz del sepelio de los ferrocarriles. Esos animalazos forman interminables convoyes en las autopistas y, a veces, juegan carreras entre ellos y alcanzan velocidades cuasi deportivas. En una de las casetas alcancé a ver el retrato de Don Gustavo Carbajal. Su ``anchurosa y peripatética figura'' (Cervantes dixit) muestra la satisfacción anticipada a la recepción del premio Ramsés ii. Unos dos o tres meses le bastan para emular el tiempo invertido en la construcción de las pirámides. Huelga decir que don Gustavo tiene más mérito, pues cuenta con maquinaria moderna. Ahí están los relucientes animales tecnológicos estacionados al lado de la carretera. Sus manejadores invierten su tiempo en pláticas culturales, juegos de cartas o plácidas siestas gatunas. De esa manera colaboran en la empresa premiadora y se ganarán el agradecimiento de su pachorrudo líder. A nadie se le ha ocurrido preguntar a dónde van a parar los dineros del peaje. Esas cosas no se hacen en nuestro país, pues siempre hemos sido los mexicanos muy prudentes y dóciles. Desde los años de los tlatoanis nos ha tocado callar y obedecer. De democracia (hace poco lo comentaba con el señor Ortiz Pinchetti) hemos tenido solamente los cuatro primeros años del gobierno restaurador de la República encabezado por Benito Juárez y los diez meses de Madero. Los demás han sido tlatoanis, virreyes, dictadores, espadones, partidazo y mafias gangsteriles.

De nuevo me produjeron desasosiego las horrendas colonias de paracaidistas, los basureros interminables y las bolsas de plástico azul que cubren gran parte de las tierras de Guanajuato. Supongo que todo esto es el producto de los grandes éxitos neoliberales del gobierno de Fox que, para empezar, favoreció a los señores feudales de las grandes empresas. Ya es cosa de unos cuantos siglos para que esa riqueza desborde los manteles de la mesa del banquete y distribuya lo sobrante entre las clases populares tan mal acostumbradas por el ``paternalismo planificador'' del estado de bienestar que les daba algunas comidas al día, les ayudaba a conseguir una casita y les cubría sus gastos médicos, escolares y jubilatorios. Eso de cobrar impuestos grandes a los que mucho ganan y dar parte de ese dinero a los menesterosos es, como decía la señora Thatcher, más villana que el sheriff de Nottingham, ``una política a la Robin Hood''. El bienestar cuesta y, por lo mismo, es para unos pocos. Los pobres merecen lo que no tienen por ser malvados y holgazanes. En fin... capitalismo salvaje, calvinismo feroz y tecnocracia deshumanizada. Esos son los signos de estos tiempos terribles.

``Yo soy de El Limón, muy cerca de Moyahua, del mero cañón de Juchipila'', dice Demetrio Macías, el personaje de Los de abajo de Azuela, cuando explica los motivos de su ingresó a ``la bola''. Así lo recordamos en la sala de la Casa de la Cultura de Lagos, durante la presentación de mis libros que, en realidad, consistió en un conjunto de recuerdos de mis días en Lagos y de homenajes a González León, Rosas Moreno, Agustín Rivera y Mariano Azuela.

Hay novedades en Lagos. Una de ellas es la escultura de Terrés, muy interesante pero mal ubicada en la parte colonial de la ciudad. Tal vez en una sección más moderna pueda lucir sus formas novedosas con mayor fuerza.

Esa noche pensamos en Mariano Azuela, en sus novelas principales y en sus textos humorísticos de crítica social: Domitilo quiere ser diputado y Andrés Pérez maderista. Su incursión en el teatro produjo una pieza satírica que conserva en buen estado su galería de personajes. Hablo de Del Llano Hermanos Sociedad en Comandita. Entre todas sus obras brilla con luz propia La luciérnaga, trabajo de madurez y ejemplo de disciplina y de valentía en la búsqueda y la experimentación.

Al día siguiente, pasando al lado de la Mesa Redonda, nos alejamos de Lagos, ciudad de cristianos viejos, de cristeros, de liberales y de escritores que nunca se creyeron la sal de la tierra sino parte de la tierra al lado de todos los seres de la creación.

Hugo Gutiérrez Vega
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Antesala

En el principio fueron el triángulo, el cuadrado, el óvalo. Si esta columna correspondiera a mi figura humana, diríamos que la publicidad que nos impusieron en este número me cercenó las piernas y casi me cortó los... deseos de escribir. Sin embargo, la revisión del catálogo de la exposición Aurorales, obra reciente de Gabriela Gutiérrez (junto con la idea de que algún día me pagarán estas digresiones que tecleo cada semana), me disuadió de abandonar esta variopinta columna. El espacio que me dejaron no me permite más que decirle, lector(a), que los hermosos cuadros de Gabriela son la puntual radiografía del Origen. Asista a la inauguración, el viernes 9 de junio a las 19 hrs., en la Casa de Cultura Jaime Sabines (Av. Revolución 1747, San Angel, a unos pasos del Centro Cultural San Angel) y disfrute del plus que aportarán Eve Rosell y Maggie Santillán montando un performance.

Junio de poesía. Nomás por este magno Festival de poesía al Zócalo, organizado por el Instituto de Cultura del Gobierno capitalino, voy a votar por el PRD. No puedo mencionar todos los actos y eventos que se llevarán a cabo en el Zócalo el próximo domingo 11 de las 11 a las 16 hrs. Sólo les dejo este apunte para que no se olviden que cerrará el acto una lectura de poetas mayores, empezando por Gonzalo Rojas, Alí Chumacero, Tomás Segovia, Marco Antonio Montes de Oca, Juan Bañuelos, Marosa Di Giorgio, Hugo Gutiérrez Vega, Eugenio Montejo, Antonio Cisneros y Darío Jaramillo. La próxima Antesala tratará más a fondo este tema.

Dos años de foto. Rapidito, cierro esta minicolumna invitando al lector(a) a celebrar el 2o aniversario del suplemento jornadesco Foto, que coordina Raúl Ortega, con un brindis/mesa redonda en el Museo de la Imagen (Plaza de la Ciudadela 2, Centro Histórico. Para el brindis prometen tequila, cervezas y otras beberecuas por el estilo; en la mesa estarán Mariana Yampolsky, José Agustín, John Mraz y el propio Raúl; moderadora, Patricia Mendoza. Todo esto pasará el jueves 8 de junio a las 19:30 hrs. Y ya.

Carlos García-Tort
[email protected]


TRES FELICITACIONES TRES

Con todo nuestro afecto, quienes formamos parte de la redacción de La Jornada Semanal felicitamos:

al equipo editorial que hace posible
la aparición de la revista Ciencias,

a nuestro compañero Francisco Olvera
que obtuvo el Premio Nacional de Periodismo
en fotografía
y

a nuestro compañero Trino, que también obtuvo
el Premio Nacional de periodismo en caricatura.