* Alrededor del 80% del costo total de la campaña


''Poco más'' de 200 millones de pesos ha gastado Fox en tv

* Se invertirán 100 millones más en este rubro: Lino Korrodi

Juan Manuel Venegas * Del 16 de enero (día en que oficialmente inició la campaña) al 15 de mayo de este año, el comité de campaña de la Alianza por el Cambio ha invertido ''poco más'' de 200 millones de pesos tan sólo en la propaganda televisiva de su candidato presidencial, Vicente Fox Quesada, y se estima que en los 42 días que faltan para que concluya la etapa proselitista, invertirán otros 100 millones en ese rubro.

Lino Korrodi, ex empresario de la Coca Cola (donde inicio la amistad con Fox Quesada), hoy coordinador de las finanzas, señala que esta área de mercadotecnia y publicidad es la que representa el mayor gasto, pues el resto de las líneas operativas de la campaña ''no pintan'' y comparadas con la inversión que se hace en la promoción de la imagen y propuesta del guanajuatense podrían considerarse como ''gastitos''.

Y entre esos ''gastitos'' (donde se ubican entre otras las áreas de prensa, planeación estratégica y de coordinación política) da cuenta de 7 millones de pesos usados en encuestas durante este periodo de cuatro meses; 5 millones de pesos destinados a la dirección de información (sólo para giras); una nómina de lo que era Amigos de Fox, que va de los 2 a los 3 millones de pesos mensuales, y la contratación (no da cifras) de aviones, helicópteros, camiones y camionetas --generalmente Suburban-- para el traslado del candidato, colaboradores, amigos, agentes de seguridad y, ocasionalmente, reporteros que cubren las actividades del candidato.

También forman parte de esos pequeños gastos el hospedaje de Fox y compañía durante sus giras de trabajo. Regularmente, el de San Cristóbal viaja acompañado por un grupo de entre 15 y 20 personas, que se alojan en hoteles cuya habitación, en promedio, tiene un costo de mil pesos por noche.

El indispensable pase de charola

La campaña de Fox Quesada no se sostendría sin el ''pase de charola'', práctica obligada en época electoral.

Tomando como ejemplo únicamente los egresos por el concepto de publicidad, resulta que ni todos los recursos oficiales que los partidos Acción Nacional (PAN) y Verde Ecologista (PVEM) le suministraron, alcanzarían para cubrirlos. Estas son las cifras:

Los topes de campaña establecidos por el Instituto Federal Electoral (IFE), indican que lo máximo que un candidato presidencial podrá gastar en su campaña no puede rebasar los 492 millones de pesos; en tanto, de acuerdo al monto de las prerrogativas oficiales de que disponen, panistas y ecologistas destinaron en conjunto ''apenas'' 232 millones para la campaña presidencial.

Esto significa que ni con todas las aportaciones de los partidos de la Alianza por el Cambio, Fox hubiera tenido para solventar los gastos de su publicidad programada, sobre todo en los medios electrónicos, y que representa entre el 75 y 80 por ciento del gasto total de campaña.

Por lo caro que resulta una campaña presidencial en México, dice Korrodi, se ha tenido que recurrir a la búsqueda del financiamiento de particulares que, por lo pronto, a los foxistas les ha funcionado, pues de los 260 millones de pesos que les faltaban para llegar hasta el tope fijado por el IFE, ''hemos logrado reunir alrededor del 60 por ciento y de acuerdo a la meta que nos hemos impuesto, en las próximas semanas estaremos en condiciones de recabar el resto''.

Por eso ųagrega--''seguimos organizando actos (desayunos y comidas con sectores afines, en los que se cobra hasta mil pesos a cada uno de los asistentes), vendiendo ropa y souvenirs de Amigos de Fox y buscando el apoyo de empresarios chiquitos, medianos y grandotes... Lo tenemos que hacer, lo competida que está la campaña nos ha obligado a ello''.

El ''pase de charola'' entre los empresarios de todas las entidades que Fox visita es casi una regla. Y es el candidato el que generalmente asume esa tarea. En cada parada, sus actividades frecuentemente terminan en cenas o reuniones privadas que los asesores y amigos del guanajuatense organizan especialmente para que éste, personalmente, contacte a los potenciales aportantes.

Los nombres de los empresarios así como las formas que se establecen para su colaboración, se han mantenido en absoluto secreto. La información que en ocasiones se filtra a los medios de la realización de estos encuentros, siempre llega días después. Cabe señalar que a lo largo de la campaña de Fox, la ciudad de Monterrey se ha convertido en uno de sus ''centros preferidos'' en la búsqueda de recursos: no es extraño escuchar entre sus colaboradores que ''el jefe'' voló a la capital ragiomontana para reunirse con los hombres del dinero que lo apoyan.

Esos viajes son, generalmente, de ''ida y vuelta". Va a lo que va. Punto.