* Gustavo Leal F.* *

Una elección amenaza, Ƒdónde cruzo?

Candidatos van candidatos vienen, giras y más giras, micrófonos y afeites, alharaca y mucha televisión, asesores gringos. Plétora de informadores, pero pocas o nulas propuestas precisas para las políticas públicas.

Debates ganados o perdidos; con razón el grueso del electorado duda: Ƒqué hacer?, Ƒpor quién votar?, Ƒquién es el bueno?, Ƒquién el peor?, Ƒy si hay otro "muertito"?, Ƒdónde cruzo sin equivocarme demasiado?

Gracias al imperio nivelador de los medios, que evangelizan la incapacidad ciudadana para digerir más de seis ideas sencillas, ningún gobierno se ocupa jamás de publicitar lo difícil; tampoco los partidos políticos que venden al ciudadano una versión light de lo verdaderamente importante.

Asistimos a un fenómeno relativamente nuevo: la agenda pública del futuro inmediato depende fuertemente de los "éxitos" ganados por la gestión gubernamental, tapando, a la vez, aquellas tareas no conquistadas y que demandaban intervención urgente.

Las campañas difunden visiones obsoletas en su "oferta" sobre salud y seguridad social. Lo son claramente: 1) la certeza de que es posible cambiar la sociedad, desde un diseño racional que brota de cualesquier iluminado que cree saber lo que requiere "la nación", por ejemplo, de los asesores del partido de Rincón Gallardo; 2) la convicción de que el cambio parte del "poder" y "desde el poder", despreciando las potencialidades de la interacción social; 3) la seguridad de que todo depende de lo que haga el Estado y sólo él; 4) la adopción colonizada de que es obligatorio "reformar", sin antes haber calibrado si tan sólo bastaba reordenar bien; 5) las visiones de que todo parte de los poderes públicos federales, sin ninguna consideración por el nivel estatal-local; y 6) el franco desdén al reconocimiento de que en la sociedad existen soluciones a los problemas públicos.

En aras de un intervencionismo estatal --fuerte en el PRI y en el PRD; disfrazado de "suave" en el PAN--, estas visiones obsoletas cancelan las alternativas de políticas "abajo-arriba". Pretendiendo desresponsabilizar al ciudadano, quieren señalarle, no un camino, sino su camino.

ƑQué opina cualquier joven urbano --entre 18 y 21 años-- de esos programas partidarios? Muy probablemente su preocupación principal es que el mercado sea ético. Se burlan de las ideologías moralizadoras. Quieren ser individuos. Y, sobre todo, quieren "chamba". En su opinión, el Estado ni puede ni debe hacerlo todo; ha quedado claro que no está a su alcance. ƑQuién será capaz de ordenar las agendas de la vivienda, el agua, el aire, el medio ambiente, el ruido, la calidad de los alimentos? Gestionar bien es condición necesaria. Pero, Ƒquién trabaja seriamente para el futuro de los hijos de la generación del CGH, de la UAM, del ITAM, de la Escuela Benito Juárez en Tapachula o de la Plutarco Elías Calles en Sonora? Esa es su condición suficiente. No creen y no les creen. ƑA qué Afore se sumarán las "aportaciones voluntarias" de la primera hija de El Mosh?

En otro sentido, en materia de salud y seguridad social, son permanentes y legítimas las credenciales de cualquier gobierno responsable que: 1) regule la profesión médica sobre la base de que "no hay exceso" de médicos, sino muy mala distribución; 2) no rehuya su responsabilidad de atender los episodios de enfermedad de todo ciudadano, ahí donde éste acontezca; 3) no evite poner la red pública (IMSS, ISSSTE, SSA) al servicio de los que más lo necesitan; 4) no se distraiga en regular a profundidad los "mercados" de la medicina privada y de prepago (Instituciones de Servicios Especializados en Salud, ISES) soslayando el beneficio del usuario/paciente; 5) no se burle de la población más desvalida pretextando empoderarles su derecho a la "promoción" de la salud; 6) no discrimine vía culpabilización al "usuario" fumador, bebedor o infectado; 7) no estigmatice a médicos, enfermeras y personal de salud que fuman; 8) no deje de hacer nada de lo que esté a su alcance para garantizar que todas las medidas preventivas coincidan sobre el bienestar del paciente; 9) no pierda el norte de que el paciente es el Sol del sistema de atención a la enfermedad; y 10) no renuncie jamás a aceptar que la validación social de sus indicadores de resultado y gestión es lo único que los hace verosímiles.

 

* Universidad Autónoma Metropolitana-

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