VIERNES 26 DE MAYO DE 2000

* El poeta, ejemplo de justicia y valor: Ofelia Medina


Recibió González Casanova la medalla Roque Dalton

* También fueron premiados otros personajes y organizaciones

Arturo Jiménez * A 25 años de su asesinato --para algunos en circunstancias aún desconocidas y para otros a manos de compañeros de la guerrilla salvadoreña, en la que participaba--, la figura del poeta Roque Dalton sigue hoy, por ejemplo, inspirando la palabra y la reflexión de intelectuales como Pablo González Casanova.

O si se quiere, sigue causando grata sorpresa en humanistas como el obispo Raúl Vera López, o motivando la lucha de defensoras de los derechos indígenas como Ofelia Medina, entre muchas otras gentes, organizaciones y grupos de hoy y de ayer, como Olof Palme (en 1986), el Consejo Guerrerense 500 Años de Resistencia India, Negra y Popular (1994) y la República Arabe Saharauí Democrática (1997).

Así quedó claro anoche durante la decimosexta entrega de la medalla Roque Dalton en el Museo Universitario del Chopo, en la que permearon la persona, la acción política, el ideario y la obra poética del escritor salvadoreño, inseparable ésta de los anteriores aspectos.

Enrique González Ruiz, del Consejo de Cooperación con la Cultura y la Ciencia en El Salvador (Concises) y moderador en la ceremonia, hizo un recorrido por la vida y obra de Roque Dalton y recordó su activismo en la insurgencia estudiantil salvadoreña, su exilio, su distinción con el Premio Casa de las Américas, su regreso en 1972 y su muerte en 1975, "un acto de barbarie de la izquierda".

González Casanova, quien recibió el premio por su identificación vital con el poeta ("humanista, destellante, combativo, inconforme, consecuente, de compromiso sin fronteras, de destacada creatividad, imaginación e irreverencia"), dijo, en palabras de Elena Poniatowska, que Dalton fue "un poeta de demonios y maravillas".

En una disertación de tono épico y poético (aunque no por ello llena de realismo), habló de las similitudes y diferencias del poeta Dalton con el narrador Marcos, de la herencia del primero hacia el segundo y de los relativos mejores tiempos de ahora para la democracia y la tolerancia.

Y en otra referencia, una idea más en torno de Dalton: "Qué duro mundo expresa un poeta que hacía reír hasta a las piedras". Todos, Marcos incluido, finalizó González Casanova, "debemos a Roque Dalton un mundo mejor".

Vera López, sincero y asumiéndose como privilegiado, comentó en ese sentido que su reciente experiencia con la poesía de Dalton se compara con la fortuna de haber entrado a través del mundo indígena "a un mundo muy extenso de humanismo".

"Ahora entiendo mucho más a Jesucristo y a los seres humanos", indicó, y agregó: "Venía desconocedor de lo que es esta ceremonia, espléndida en su sencillez pero riquísima en sus contenidos".

Y después de compartir su admiración por las palabras previas de una niña que clamaba por la libertad de su padre preso, Alejandro López, dirigente del Frente Popular Francisco Villa --organización también premiada ayer--, y del alcalde y ayuntamiento de Tanlajás, San Luis Potosí, reconocidos por igual, dijo: "Todavía hay hombres que creen en la razón y en el cambio del ser humano".

La actriz Ofelia Medina, por su parte, quien recibió el premio a nombre del Fideicomiso para la Salud de los Niños Indígenas de México, dio las gracias a Dalton por su sentido de justicia y valor que, a pesar de su muerte, sigue iluminando.

Otros participantes y premiados fueron el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, presidido por Digna Ochoa, el Departamento de Sociología Rural de la Universidad Autónoma Chapingo, Emilio Brodziak, fundador del Concises --ya fallecido--, y Jesusa Rodríguez, no presente en el acto pero de la que un documento destacaba los motivos: su esfuerzo por la paz, la justicia, la democracia y la dignidad mediante la crítica, la creatividad y la imaginación.