Por
problemas de desnutrición, drogadicción, enfermedades
de transmisión sexual como el VIH Sida, así como la violencia,
las niñas y las adolescentes que viven en las calles de la ciudad
sufren múltiples abortos espontáneos o viven periodos
de gestación en los que la mayoría de las veces están
solas y sin recibir la atención médica necesaria. Son
escasos los programas gubernamentales destinados a atenderlas.
Alejadas de sus hogares de origen por conflictos violentos, intentos
o consumación de abuso sexual, las mujeres en las calles -coinciden
instituciones y organismos que dedican su trabajo a auxiliar a las y
los jóvenes que han hecho de la calle su vivienda-, se embarazan
entre los 13 y 14 años de edad y según explicó
Ramiro Macías, del grupo que atiende a Niños de la Calle
con Sida (NICASI) "hay niñas de estas edades que ya han
tenido hasta cuatro abortos espontáneos".
En México, ocurren alrededor de 400 mil embarazos en mujeres
adolescentes, de las cuales unas siete mil reciben apoyo a través
del Programa para la Prevención y Atención Integral del
Embarazo en Adolescentes (PAIDEA) del DIF nacional. De éstas
últimas el 2 por ciento son niñas de la calle.
De acuerdo con datos proporcionados por César Córdoba
Castañeda, director de Centros para el Desarrollo y la Capacitación
de los Niños de la Calle, del Fideicomiso de los Institutos de
Niños de la Calle y Adicciones, en el Distrito Federal 33 organizaciones
cuentan con registro para trabajar con niños y adolescentes en
las calles; de éstas, Dar y Amar, Espacios de Desarrollo Integral,
Apoyo a Niñas de la Calle con Hijos, la Congregación de
Hermanas Oblatas, la Casa Hogar Niñas Embarazadas de la Calle,
La Casa de las Mercedes, Solidaridad con Niñas y el Centro para
Niñas Embarazadas, son las que trabajan con las jóvenes
que viven en esta situación.
No se cuenta con cifras exactas de cuántas niñas y adolescentes
habitan en las calles de la ciudad, pero un estudio del Finca revela
que en 1992, había mil 20 niños viviendo en las calles,
de ellos 72 por ciento eran hombres y 28 por ciento mujeres. Para 1999,
registró 556 niños de la calle, de ellos, el 67 por ciento
eran hombres y 33 por ciento mujeres, mientras que un estudio efectuado
por el DIF-DF, en ese mismo año, contabilizaba a 450 niños,
61 por ciento del sexo masculino y 39 por ciento del sexo femenino.
Respecto a las niñas de la calle que son madres, el DIF nacional
aseguró que en cada estado de la República existen programas
específicos, acordes con la situación local. En general
existen promotores de calle que invitan a las jóvenes madres
a los albergues donde pueden desayunar y comer.
No obstante, Onésimo Hernández Cruz, director de Programas
de Casa Alianza expresó que en muchos de los casos son inútiles
los esfuerzos de los promotores de calle por otorgarle a las niñas
de la calle pláticas acerca de métodos anticonceptivos,
porque sus adicciones les impiden poner en práctica estos conocimientos,
además de que muchas de ellas sufren violaciones.
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