VIERNES 5 DE MAYO DE 2000

* Fue un gran soldado: Enrique Cervantes Aguirre


Murió Juan Arévalo Gardoqui, titular de la Sedena con MMH

* Nunca fue acusado formalmente de dar protección a narcos

Jesús Aranda * El secretario de la Defensa Nacional durante la administración de Miguel de la Madrid Hurtado, general Juan Arévalo Gardoqui, falleció ayer en la madrugada en su domicilio particular a causa de un paro respiratorio.

Arévalo Gardoqui, cuya controvertida trayectoria incluyó acusaciones en su contra por parte de agentes antidrogas de Estados Unidos de presuntos vínculos con el narcotráfico, contó, sin embargo, con el total respaldo del Ejército Mexicano y del Gobierno Federal. Precisamente ayer, al salir de la funeraria donde se velaron sus restos, el secretario de la Defensa Nacional, general Enrique Cervantes Aguirre afirmó que Arévalo "fue un gran soldado y su muerte es una pérdida irreparable".

A Juan Arévalo Gardoqui, quien fue hijo del también general Gustavo Arévalo Vera, se le involucró de manera extraoficial con el escandaloso asunto del rancho El Búfalo, propiedad del narcotraficante Rafael Caro Quintero, luego de que se descubriera que en sus más de 3 mil hectáreas se sembraba droga con los medios técnicos más modernos y la protección de militares.

Aunque nunca fue acusado formalmente por haberle proporcionado protección a los narcotraficantes, el descubrimiento de dicho rancho sirvió como base para que incluso agentes antidrogas estadunidenses lo denunciaran de tener vínculos con traficantes de drogas, y se habló de investigaciones en su contra en Estados Unidos.

Sin embargo, este fue un asunto "incómodo" que acompañó la figura de Arévalo desde que dejó su cargo en 1988 hasta el día de su muerte.

Además del secretario de la Defensa Nacional, muchos militares de diferentes armas, y en particular de la Fuerza Aérea, acudieron a la funeraria donde se velaron sus restos para darle el último adiós y montar una guardia de honor ante su féretro.

Cervantes Aguirre montó una guardia de honor ante el féretro de Arévalo y permaneció más de media hora con los deudos del general ųa quien le sobreviven sus hijos Juan, Magdalena y Lauraų. También asistió el general José Angel García Elizalde, jefe de Estado Mayor cuando Arévalo fue titular de la Defensa Nacional y con quien mantuvo una estrecha amistad.

Igual que los otros militares presentes, cuando se intentó preguntarle a García Elizalde sobre los presuntos nexos de Arévalo con el narcotráfico, atajó el cuestionamiento y visiblemente movió la cabeza dando a entender que no respondería.

Ex colaboradores de Arévalo Gardoqui cuando fue secretario de la Defensa comentaban que había sido un gran jefe militar que impulsó particularmente la presencia del arma de Caballería, que impulsó el crecimiento del arma blindada en el Ejército y que "fue como un padre para muchos militares".

Aseguraron también que Arévalo, al igual que los secretarios de la Defensa que le antecedieron y que le siguieron, "hizo lo que tenía que hacer, para responder a las circunstancias de su tiempo".

Otros recordaron la labor del Ejército después de los sismos de septiembre de 1985, cuando los militares fueron los primeros en efectuar un reconocimiento y en organizar el apoyo a la población damnificada.

Pero el poder que tuvo Arévalo se opacó drásticamente cuando fue relevado en 1988 por el general Antonio Riviello Bazán, quien terminó con la Caballería y con otros proyectos iniciados en el sexenio de Miguel de la Madrid.

Arévalo Gardoqui nació en 1922 en la ciudad de México y se graduó en el Heroico Colegio Militar en 1943. A pesar de haberse graduado posteriormente en la Escuela Superior de Guerra y de ser diplomado de Estado Mayor le dijo en una ocasión al general José Francisco Gallardo: "Qué bueno que no fuiste a la Escuela Superior de Guerra, que no seas diplomado, porque si no, te hubieras contaminado". Y añadió: "El diplomado de Estado Mayor es al Ejército como el PRI".

Incluso, recordó Gallardo ųcuyo encarcelamiento es considerado como el resultado de las pugnas que tuvo Arévalo Gardoqui con su sucesor general Antonio Riviello Bazánų, cuando dejó la Secretaría de la Defensa Nacional en 1988, le ofrecieron una senaduría por el PRI, pero él se negó.

Para Gallardo, el controvertido asunto de El Búfalo en el que se involucró a Arévalo, no fue responsabilidad única de él, sino de todos los comandantes de zona comprendidos en el estado de Chihuahua, quienes tenían la obligación de haber detectado ese enorme rancho en el que se sembraba impunemente droga.

En tanto que, el general retirado Luis Garfias reconoció por su parte que, a pesar de las acusaciones contra Arévalo, nunca se pudieron comprobar dichos señalamientos.

Arévalo fue miembro del PRI desde 1957, y se desempeñó como jefe de seguridad de la campaña del entonces candidato presidencial Adolfo López Mateos; jefe de ayudantes de éste cuando ocupó la Presidencia de la República; director de Caballería de la Sedena; y comandante de la Primera y Quinta Regiones Militares; y secretario de la Defensa Nacional de 1982 a 1988.

Los restos de Arévalo serán trasladados hoy al velatorio militar de Lomas de Sotelo, donde le serán rendidos los honores militares de ley, por su grado de general divisionario y por haber sido titular de la Defensa Nacional. La ceremonia será presidida por el general Cervantes Aguirre y estará presente la plana mayor del Ejército.