CIUDAD PERDIDA Ť Miguel Angel Velázquez

Ť Le quitan las caretas a Fox
Ť Focos rojos en el PRD

Después de ofrecer chamba a diestra y siniestra, parece ser que el candidato panista Fox alcanzó con el señuelo a un priísta de trayectoria, uno resuelto, por su suerte futura, por su panorama inmediato a cambiar los tres colores por el azul.

Heredero de tradiciones arraigadas en la moral priísta, el hombre recogió, para apuntalar, supuestamente, uno de los pilares más fuertes del corporativismo fabricado desde el gobierno.

Revolucionario e institucional, hasta hace no mucho tiempo, este personaje fue alcanzado por la llama azul y, converso ya, iniciará -eso se dice- su trabajo como asesor en legua española y protocolo para la nueva imagen de Fox. Sí, estoy seguro, usted ya adivinó. Se trata, ni más ni menos, que del monumento al obrerismo priísta: Leonardo Rodríguez Alcaine, (a) La Güera.

Cierto o no, la verdad está al alcance de todos. En el debate de la semana pasada, tal vez uno de los aciertos más importantes de Francisco Labastida fue aquel en donde explicó que ese Fox de traje y corbata era el mismo de los insultos, el mismo de la indecisiones.

Fueron varias las caretas que cayeron de la cara de Fox. Una de ellas, tal vez la de más peso, se refirió a la educación. Allí, como en otras muchas ocasiones, quiso engañar, trampear a quienes lo miraban y escuchaban.

De la educación pública y gratuita no hizo comentarios. Ya es costumbre en el candidato panista dar la vuelta a las preguntas directas.

En esa ocasión habló de dar becas, de crear incluso una institución para otorgarlas a quienes no tengan dinero para financiar sus estudios, algo muy parecido a lo que el ex rector Barnés propuso y que causó un conflicto de más de un año en la UNAM.

Pero eso de la educación pública y gratuita, como usted la disfrutó, por la que usted se convirtió en algún profesionista o bien adquirió un oficio por el cual se gana la vida, no existe para Fox.

Todo parecía indicar que la propuesta iría en el sentido de privatizar la educación y, ya en manos de la iniciativa privada, el Estado, según su juicio, el juicio panista, otorgaría esos financiamiento que supone podrán otorgarse.

En fin, si esto es cierto sólo esperamos que la institución, en el caso muy extremo de que este hombre pudiera llegar a la Presidencia, sea creada con los fondos que su familia pudiera tener en el Fobaproa, eso sí que sería equitativo. A ver si es cierto.

Y es que Fox pareció dar por cierta la duda interpuesta en el debate. Se le preguntó, y usted lo recuerda, sobre la participación de sus familiares en el Fobaproa y el hombre no tuvo más remedio que tratar de salir por la tangente con una explicación, como también es su costumbre, muy poco inteligente.

Ese, dicen las encuestas a modo, es quien puntea en la desesperación de la gente. Por cierto, alguna vez un personaje panista perdedor me aseguró durante una entrevista que la gente, el pueblo se equivoca al emitir su voto. La gente eligió a Hitler, amenazó.

Por el PRD

Las sorpresas por el PRD continúan. Por bien o por mal, los miembros de ese partido tienen la palabra: el dejar fuera de la candidatura por la delegación Tlalpan a Salvador Martínez della Rocca, El Pino, se ha leído en varios lugares como un grave desacierto.

Junto con Pablo Moctezuma, en Azcapotzalco, y Diana Bernal, en Iztacalco, los errores de quien sean ponen en riesgo el triunfo del PRD en aquellas demarcaciones.

Es más, se dice con certeza que en el caso de Diana Bernal hasta el PCD estaba en total acuerdo para apoyarla. Respecto de Moctezuma, las llamadas de apoyo de los habitantes de la delegación fueron muchas más que los votos que puede esperar el candidato actual. Y en cuanto a Tlalpan, las manifestaciones populares en abierto apoyo a El Pino hicieron que las aguas cambiaran de rumbo.

Pero era tanta la imposición, la suciedad con la que se movieron los miembros de la CID, que una de las candidatas con proyecto, programa y futuro, Luz Rosales, fue literalmente reventada después de una reunión con asambleístas, a quienes les advirtió que si llegaba a la candidatura sería sin compromisos y por sus propios medios.

Allí quedaron unas buenas aspiraciones. En fin, no sería nada raro ver ya un reacomodo interesante en el gobierno capitalino, y allí nadie puede cuestionar a Rosario Robles.

Muchos habrá que leer en los cambios, así que atención por si éstos se dan.