LUNES 24 DE ABRIL DE 2000

* Dicen que su fin no es incomodar, sino ofrecer un show


Los charangueros, reflejo de la calle

La agrupaci—n de David Calzado en el Z—calo n Foto: JosŽ Carlo Gonz‡lez Ernesto Márquez * A principios de agosto de 1997, David Calzado se encontraba ante una situación dificil. Su orquesta, La Charanga Habanera, había sido sancionada con seis meses de suspensión de toda actividad musical debido a su "escandalosa" actuación ante miles de jóvenes en un lugar llamado La Piragua, ubicado entre el Hotel Nacional y el Malecón.

El veto a la orquesta más popular de Cuba generó cierta polémica en el ámbito de la isla ya que nunca antes se había presentado un caso similar, al menos no públicamente. Al tratar de explicar la medida, el diario Gramna anotaba: ''Los chicos que integran La Charanga Habanera se han merecido tal sanción al interpretar piezas musicales con cantos, gestos y estribillos inadecuados". De acuerdo con esa información, los cantantes amenazaron con desnudarse en público e hicieron repetidamente "violentos movimientos pélvicos".

"Nada de eso --aclara el líder de La Habanera en entrevista--. Nosotros hicimos el concierto que siempre hacemos. Ni nos desmadramos, ni ofendimos a nadie. Hicimos justamente el mismo show que hemos presentado ahora en México".

--ƑEn dónde estuvo el problema entonces?

--En el que unos funcionarios menores quisieron quedar bien ante los altos mandos para que con nuestro ejemplo se frenara todo un movimiento musical.

--Por lo tanto es cierto aquello de que los salseros cubanos son mirados con antipatía por algunos cuadros políticos debido a su "desbordada" popularidad.

--Puede ser si el comportamiento artístico molesta a personas de escaso criterio.

--Lo chistoso de todo esto es que se les haya sancionado por sus "violentos movimientos pélvicos" y por contener sus canciones "estribillos inadecuados", algo concurrente en el baile y la música de Cuba.

--Pues sí, Cuba es un país de paradojas y sólo las podrá descifrar quien viva allí.

--Dicen, quienes les juzgan, que sus canciones rayan en la vulgaridad y agreden la dignidad de la mujer.

--Lo que decimos en nuestras canciones es lo que pasa en la calle, la cotidianidad cubana, con la manera de hablar de la nuestra gente. La picardía, el doble sentido y las frases coloquiales son elementos prevalentes en nuestra música popular. Y yo no estoy hacieno otra cosa más que seguir esa tradición que viene de los Matamoros, Ñico Saquito o Ignacio Piñeiro y vincularla con las nuevas generaciones a través de un lenguaje tonal de actualidad.

--Sí, pero se refieren a letras sugerentes como La mirada.

--Esa es una canción inocente que está hecha a la mirada y nada más que a la mirada. El texto se refiere a un hombre que trata de enamorar a una mujer con el calibre de su mirada y ella no le corresponde. Por eso dice: "Le tiré con 22 y la bala rebotó; le tiré con 45 y no me dio ni un brinco; le tiré hasta con granada y nada"; hasta que le atina: "Te di, te dí ƑDónde? Dónde te gusta a tí, con mi mirada, en el centro, y te dejé con la bala adentro". Como ves no hay nada indecoroso. El texto que yo canto está bien justificado.

--(Ƒ?...)

-- Ahora si tú te quieres ir por otro lado no es mi problema.

--ƑCómo defines lo que hace La Habanera?

--Yo considero que lo hace la Charanga Habanera es lo equivalente al rock duro pero en salsa. Nosotros tenemos una proyección escénica fuerte, por lo que necesitamos una música que sostenga y proyecte esa fuerza.

--ƑDe donde proviene tal sonoridad?

--Es el resultado de una experiencia auditiva particular. Algo que se dio en mí a partir de un proceso de asimilación de muchas músicas que se agolparon en mi cabeza y fueron saliendo a manera de síntesis musical.

--ƑPodrías descifrarnos esa estructura?

--El estilo de La Charanga Habanera está fincado en el sabor original del piano percutivo en simetría con el bajo sincopado y las percusión con un toque funkeado. Luego en los metales que incorporan una sonoridad ligeramente jazzeada, y el trabajo de las voces, con trios al unísono al estilo hip hop pero a lo cubano, con mucha picardía y sandunga.

--Algo difícil de asimilar para el bailador.

--No creo, porque lo nuestro no guarda una estética danzaria definida. Lo que provoca nuestra música es bailar como sea y como se pueda. En ese sentido es muy democrático.

--Ahora veo a una agrupación renovada, se dice que estos cambios los haces para sanear la agrupación de elementos contrarios a ti.

--No. Los cambios suceden porque desde un principio establecí que este era un proyecto en el que participaría exclusivamente gente joven, que reuniera además de calidad musical virtudes escénicas de canto y baile. Los elementos que no reúnan esas características no tiene cabida en el grupo.

--Hemos escuchado tu reciente disco, El charanguero mayor, y comparándolo con las anteriores se nota menos agresiva, más complaciente. ƑEl veto te domó?

--No, que va chico. Yo en mi música, como en muchas cosas, no doy concesiones. Si notas un relajamiento en el tratamiento musical y lírico en este disco fue porque así lo quice, no fue sugerido. Yo no soy el pelele de nadie, soy un artista autónomo que ejerce su libertad de hacer y de crear.

--ƑTe sientes libre en Cuba?

--La palabra "libertad" es muy ambigua pero sí, sí me siento libre porque a pesar de sus contradiciones Cuba sigue siendo la mejor opción para mi desarrollo como artista y ser humano. Cuba es un lugar maravilloso donde las cosas suelen darse de manera diferente y, te repito, hay que vivir allí para entenderlo. Claro, yo, como artista, tengo privilegios, pero no soy diferente al común de los cubanos. Es decir: soy el resultado de un proceso social que aspira a una condición de dignidad y bienestar.

--Muchos no se explican cómo siendo tan exitoso, con bastante caché en el extranjero no hayas optado aún por vivir fuera de Cuba.

--Para muchos es inexplicable, para mí no. Cuba es mi país, el lugar que me sugiere todo lo que hago, allí vive la gente con la que quiero estar y... no, no se me ocurre que cosa podría influir para que yo dejara todo eso. ƑA cambio de qué?