La Jornada Semanal, 23 de abril del 2000



Rodolfo Mata

Drummond de Andrade y la fábula de la piedra

En 1986, la Escuela de samba Mangueira dedicó su enredo a Drummond de Andrade. Por el Sambódromo construido por Niemeyer desfilaron los personajes del poeta: el elefante, Chaplin, Ze Pereira, Don Quijote y hasta la ``pedra no meio do caminho''. Así despidió Río de Janeiro al autor de tantos poemas-piadas (poemas-broma) y erótico-sexuales, así como de la división de sus contemporáneos en ``dos categorías mentales'' (nunca dijo cuáles eran éstas, pero todos conocían su ``multiforme conciencia crítica''). Dice Rodolfo Mata que Mário de Andrade contagió su nacionalismo a Drummond, pero que el poeta lo adaptó a su estilo y lo convirtió en ``un regreso a la objetividad de las cosas'' y en un olvido de la peligrosa exaltación patriótica.

Con el paso del tiempo, un incidente fundacional en la carrera literaria de Carlos Drummond de Andrade (1902-1987) se ha convertido en una fábula medular de la historia de la poesía brasileña contemporánea. Cuando el poeta publicó ``No meio do camino'' -en el número tres de la Revista de Antropofagia (julio de 1928)-, seguramente no imaginó que lanzaba una verdadera ``piedra de toque'' en el desarrollo de la poesía brasileña: ``No meio do caminho tinha uma pedra/ tinha uma pedra no meio do caminho/ tinha uma pedra/ no meio do caminho tinha uma pedra.// Nunca me esquecerei desse acontecimento/ na vida de minhas retinas tao fatigadas./ Nunca me esquecerei que no meio do caminho/ tinha uma pedra/ tinha uma pedra no meio do caminho/ no meio do caminho tinha uma pedra.'' Si Mário de Andrade le había comentado por carta, en 1924, que el poema era formidable y que le parecía un ejemplo fuerte, bien logrado y ``psicológico'' (las inclinaciones de Mário por ese tipo de análisis fueron frecuentes) del ``cansancio intelectual'', cuando apareció en la provocadora revista, los elogios no se repitieron, aunque tampoco hubo repudios, como los que se verían después, sino que más bien el poema pasó un tanto desapercibido. El clima belicoso de la llamada ``fase heroica'' del Modernismo -la vanguardia brasileña que llevó a cabo la ruptura frontal con los cánones estéticos anteriores- se había entibiado un poco: el uso de manifiestos comenzaba a declinar, el desparpajo del poema piada (poema-broma) había perdido parte de su prestigio original y, como Mário señalaría más tarde, se acercaba la hora en que la fase de destrucción cedería su lugar a un ciclo constructivo.

Drummond estaba consciente de esta situación y por ello su primer libro llevaría el modesto título de Alguma poesia (1930). No sólo le parecían innecesarios los gestos de ruptura grandilocuentes en el panorama poético del momento sino que tenía la certeza de que el lugar del poeta en el mundo moderno es marginal. ``Impossível compor um poema a essa altura da evolucao da humanidade./ Impossível escrever um poema -uma linha que seja- de verdadeira poesia'', nos dice al principio de ``O sobrevivente'', para rematar con: ``Inabitável, o mundo é cada vez mais habitado./ E se os olhos reaprendessem a chorar seria um segundo dilúvio./ (Desconfio que escrevi um poema).'' Esta mezcla de ironía y humor, templados por la amargura y la resignación, ya está presente en Alguma poesia, al lado de otros rasgos típicamente modernistas como el mencionado poema-piada (``E preciso fazer um poema sobre Bahia... / Mas eu nunca fui lá''), el verso libre, el prosaísmo, los temas ``no poéticos'', las ``imágenes novedosas'', etcétera. De tal manera, este libro nace siendo un punto de inflexión en la poesía brasileña, no sólo por el genio creativo de Drummond sino porque, como dice Wilson Martins, surge en un ambiente de ``revolución estabilizada'' en el que, agregaría, el poeta puede buscar más tranquilamente su propio camino.

Pero entonces, regresando a ``No meio do caminho'', ¿cómo se dio la polémica que desató este poema, según consignan casi todas las referencias a la obra de Drummond, por más escuetas que sean? La historia del poema da pedra, como llegó a ser conocido, se inició realmente con su inclusión en Alguma poesia, fue revisada ampliamente en Uma pedra no meio do caminho. Biografia de um poema (selección y edición de Drummond de Andrade y estudio de Arnaldo Saraiva) y continúa rindiendo frutos como un fenómeno de gran riqueza no sólo en la historia de la poesía brasileña sino en la de la crítica literaria. Según Arnaldo Saraiva, la publicación del poema da pedra en libro, en 1930, provocó adhesiones y repulsas, aunque raros ataques por escrito. Uno de los más graciosos es la parodia del indignado Gondin da Fonseca, que se quejó de que ya no había rima y que cualquier incidente podía producir un poema y ``papagayó'' cuatro o cinco veces lo mismo: ``Eu tropecei agora numa casca de banana./ Numa casca de banana!/ Numa casca de banana eu tropecei agora,/ Caí pra trás desamparadamente,/ E rasguei os fundilhos das calcas!/ Numa casca de banana eu tropecei agora./ Numa casca de banana!/ Eu tropecei agora numa casca de banana!'' De hecho, esta es una muestra de los deseos de restauración del ``orden'' en la ``Poesía'' que más tarde fueron propugnados por la llamada Generación del 45.* En ocasiones, tales deseos llegaron a excesos preceptivistas, como los expresados por Domingos Carvalho da Silva, según refiere Sérgio Buarque de Holanda: el buen verso no debe contener palabras esdrújulas; la palabra ``fruta'' debe ser desterrada de la poesía en favor de ``fruto'', al igual que ``cachorro'' en favor de ``cao''; y el Océano Indico es ``más poético'' que el Pacífico. De ahí que las acusaciones más frecuentes a ``No meio do caminho'' sigan esa línea: 1. es irreverente con la Divina Comedia, ``Nel mezzo del camin di nostra vita''; 2. las demasiadas repeticiones son empobrecedoras; 3. la regencia del verbo ``esquecer'' es incorrecta; 4. en vez de ``haver'', utiliza el verbo ``ter'' con valor impersonal, dando cabida así a un brasileñismo muy frecuente en el habla cotidiana del país, pero impropio en poesía.

Para la década de los cuarenta, los elogios y ataques se intensifican -refiere Saraiva- por varias causas: 1. Drummond es una figura pública pues, sucesivamente, ocupa un puesto importante en el Ministerio de Educación (invitado por su amigo Gustavo Capanema); se aproxima a Luis Carlos Prestes y es director, durante algunos meses, del diario comunista Tribuna Popular; participa en la frustrada remodelación del Departamento Nacional de Información (el antiguo Departamento de Información y Propaganda, órgano de censura de la comunicación social durante el Estado Novo); y finalmente se asienta en la jefatura de la sección de historia de la Dirección de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional. 2. Goza de sólido prestigio literario, con seis libros de poesía publicados, uno de prosa y una participación constante en la prensa como cronista. 3. Surge la llamada Generación del 45, que ve en Drummond a un sobreviviente de los fundamentos estéticos del modernismo y, por lo tanto, a un ``peligroso'' e inteligente adversario. De 1950 en adelante, dice Saraiva, aumentan los elogios pero no desaparecen del todo los ataques e ironías. A esas alturas parece que todo se ha dicho: glosas, parodias, anécdotas, meditaciones, comentarios, etcétera, y ``No meio do caminho'' ha sido calificado de bufonada; babosada; poema chistoso; poema futurista; marca indeleble de una fase de locura de la poesía brasileña; el poema más característico de nuestra época tan prosaica y agitada; mensaje simple e impresionante; poema formidable y estupendo; el poema que todos nosotros quisiéramos haber escrito; la mejor cosa del mundo...

De hecho, esta avalancha de opiniones fue la que llevó a Drummond a armar Uma pedra no meio do caminho. Biografia de um poema. Necesitaba poner en claro esta confusión que lo mantenía un tanto amargado, y exponer su punto de vista, al lado de las reacciones contemporáneas a su aparición y las impresiones que circulaban. De esta manera, dice Antonio Houaiss, se integró un documento ejemplar de la sociología del gusto literario, en torno a la poesía moderna en Brasil. En esta ``biografía'', Drummond afirma que su famoso poema ``nao pretende expor nenhum fato de ordem moral, psicológica ou filosófica'' y que solamente quería ``dar a sensacao de monotonia e chateacao, a comear pelas palavras'' (con lo cual confirma la apreciación inicial de Mário de Andrade). Según el autor, el poema había servido hasta esas fechas ``para dividir no Brasil as pessoas em duas categorias mentais''. Aunque nunca dijo cuáles eran éstas, no hay duda de que el fenómeno de división se había dado y que el poema albergaba una conciencia crítica multiforme. Es decir, aunque no se supiera con exactitud qué entrañaba, se percibía que había algo profundamente crítico que inquietaba y abría la posibilidad a múltiples interpretaciones.

``No meio do caminho'' fue un exabrupto modernista genial. Ya con anterioridad Drummond se afiliaba a la praxis modernista de violentar la sintaxis, practicar el verso libre, el coloquialismo y el poema-piada, además de que Mário de Andrade le había contagiado su nacionalismo. Sin embargo, el nacionalismo drummondiano no resultó ser de exaltación sino de regreso a la objetividad de las cosas. En una de sus tempranas colaboraciones en A Revista, el poeta ya apuntaba: ``Agora, o escritor foge de teorias e construcoes abstratas para trabalhar a realidade com maos puras'', observación que recuerda el ``ver com olhos livres'' del Manifesto da Poesia Pau-Brasil de Oswald de Andrade. En otra oportunidad afirma: ``Nao podemos oferecer nenhuma permeabilidade aos produtos e detritos das civilizacoes estrangeiras.'' Es aquí donde encaja la ``teoría del cansancio''. La solución no estaba en complicados manifiestos ni en importaciones (o en su contraparte: los exotismos de exportación), sino en el cotidiano brasileño y su lenguaje, en el regreso a las cosas, en el nacionalismo ``con signo de menos''. Esto explica que la otra piedra que se atravesó constantemente en el camino de Drummond haya sido Itabira, ciudad del estado de Minas Gerais donde nació: en tupi, lengua indígena presenteÊen gran parte de los toponímicos brasileños, ``itá'' significa ``piedra'', e ``itá-bira'' quiere decir ``piedra levantada o empinada''.

* La ``Generación del 45'' es un concepto tan problemático en la historia de la literatura brasileña como el papel de ``No meio do caminho''. En él se mezclan criterios temporales, de preferencias estéticas y de política literaria pues, como apunta Joao Cabral de Melo Neto, no fue un movimiento, y entre sus supuestos integrantes, incluyéndose a él mismo, había grandes diferencias.