MARTES 4 DE ABRIL DE 2000

"Fui forzado a declarar"

"Fui forzado a declarar en relación con el homicidio de Paco Stanley, en el que me obligaron a señalar como responsables a personas que son totalmente inocentes, como lo son: Paola Durante, Luis Ignacio Amezcua y Erasmo Pérez Garnica".

"A Paola Durante la conocí, físicamente, en el momento en que la llevaron los de la Procuraduría al penal de Santa Marta Acatitla para que yo dijera que la reconociera como la persona que supuestamente había visitado y estado con los hermanos Amezcua en el Reclusorio Preventivo Varonil Sur, siendo que yo no la conocía y no la había visto nunca, pues sólo me habían mostrado una fotografía de ella".

"A los Amezcua yo los conocía de vista nada más en el Reclusorio Sur, pero Luis Amezcua Contreras y su hermano Jesús son inocentes. Nunca fui su cocinero, porque sí trabaje, pero en la cocina general, en el Reclusorio Oriente. También a El Cholo lo conocía, incluso platiqué algunas veces con él en el Reclusorio Oriente, cuando iba a visitar a Cisneros Aguirre Luis Antonio, pero nunca se presentó a visitar en el reclusorio a Luis y Jesús Amezcua, que yo sepa".

"Yo mentí porque me obligaron por medio de amenazas, y que si no cooperaba iban a atentar contra mi familia. Que si cooperaba con ellos iba a salir rápido, incluso me iban a apoyar económicamente para que me fuera lejos. Eso me lo dijo el licenciado Fernando Castro Hernández, aproximadamente entre el día 3 y 10 de agosto del 99".

"Ellos elaboraron mi declaración y me obligaron a firmarla y, posteriormente, a estudiarla y aprendérmela, ya que si no lo hacía iban a matar a toda mi familia. Y por temor a que cumplieran sus amenazas, seguí insistiendo lo que ellos me indicaron".

"Si le llega a pasar algo a mi familia yo voy a culpar al licenciado Samuel del Villar. Porque él sabía que todo esto era una mentira, y que yo estaba amenazado, porque fue por órdenes de él".


Presiones a testigos

En diversos momentos del proceso por la muerte de Francisco Stanley cuatro testigos, entre ellos Luis Gabriel Valencia López, han denunciado amenazas por sus declaraciones contra los principales involucrados en el atentado.

Ť El 30 de agosto Everardo Rojas, entonces abogado de los Amezcua, amenazó al procurador capitalino, al decir que el proceso contra su cliente "se convertiría en un infierno" para Del Villar.

Ť Luego de identificar a El Cholo como uno de los tiradores contra Stanley, Ana Luisa Ramírez Castro, cocinera del restaurante El Charco de las Ranas, fue transferida de la sucursal donde ocurrieron los hechos, en Periférico Sur, y posteriormente liquidada por la empresa. Desde entonces se desconoce su paradero.

Ť Tres testigos que identificaron a Paola Durante acompañada de los hermanos Amezcua fueron amenazados por sujetos de los cuales la PGJDF ya cuenta con retratos hablados, según denuncia presentada por Jaime López Cortés, quien en una carta escrita de su puño y letra solicitó a las autoridades protección para él y su familia. Los otros dos testigos, Luis Jesús Tejada Ortega y Víctor Manuel López, cambiaron su residencia por temor a represalias.

Ť Luis Gabriel Valencia, quien hasta ayer se identificó como cocinero de los Amezcua, fue trasladado primero, por razones de seguridad, a la penitenciaría de Santa Marta Acatitla, donde fue agredido. Posteriormente, pasó al penal de Perote, Veracruz, en el cual también fue golpeado y maltratado por las autoridades, según su propio testimonio, por órdenes de Bezares y Amezcua.