· ONG solicitan a Kofi Annan, revisar el estatus de la Santa Sede
· La consideran un obstáculo para los derechos humanos de la población femenina

Nueva York, NY MAR 15, 2000 (Sonia del Valle/CIMAC/enviada).- Nuevamente organismos civiles solicitan al secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan revisar el estatus de la Santa Sede, por considerarlo un obstáculo para los derechos humanos de las mujeres:
Lo anterior fue presentado en el marco de la Conferencia Preparatoria sobre Pekín+5, donde los gobiernos se reúnen para evaluar los compromisos adoptados en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, hace cinco años, tendientes a erradicar la discriminación en contra de la población femenina. La Santa Sede es el tema de una contraversia abierta entre las organizaciones no gubernamentales.
La campaña internacional denominada "The See Change Campaign" que solicita al secretario general de las Naciones Unidas revisar el estatus de la Santa Sede en este organismo internacional y que cuenta con el apoyo de los grupos del movimiento feminista y amplio de mujeres internacional, ha provocado la reacción en contra de los grupos conservadores denominados provida o profamilia.
El día de ayer por la tarde, en conferencia de prensa,Francis Kissling, presidenta de la organización internacional Católicas por el Derecho a Decidir, junto con organizaciones de derechos humanos y de mujeres, reunidas en la Conferencia Preparatoria sobre Pekín+5, volvió a hacer un llamado a Kofi Annan, para que revise el estatus de Observador Permanente como Estado no Miembro de la Santa Sede, toda vez que "impide los derechos humanos de las mujeres".
Mencionó que al oponerse al uso de los métodos anticonceptivos o la anticoncepción de emergencia para las mujeres refugiadas, víctimas de violaciones sexuales, la Santa Sede hace "mal uso" de su estatus legal en Naciones Unidas y se erige como el principal promotor en contra de la salud y bienestar de las mujeres en el mundo.
Kissling dijo que la actuación de la Santa Sede en las negociaciones de Naciones Unidas, al mismo nivel y en ocasiones con mayor influencia que los Estados, es bastante cuestionable.
Por lo anterior, explicó que la campaña que iniciaron las Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) en todo el mundo hace menos de un año, ha tenido buenos resultados: "hoy cada vez más personas se preguntan por qué una institución religiosa es tratada en Naciones Unidas como un Estado, cuando no tiene personas a quien gobernar en un territorio definido, como se le exige a los otros Estados miembros de la organización, mientras que las otras religiones del mundo tiene un estatus de observadores como organizaciones no gubernamentales".
En respuesta, los grupos conservadores, quienes apoyan la permanencia de la Santa Sede en Naciones Unidas como Estado No Miembro con estatus de Observador Permanente, mencionaron, también en conferencia de prensa citada el día de hoy, que en el fondo de la polémica del grupo Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) esta la legalización del aborto.
Dijeron que ellos apoyarán la permanencia de la Santa Sede en Naciones Unidas, porque "es el único Estado no Miembro que busca el fortalecimiento de los valores familiares y religiosos".
Asimismo, dieron a conocer que hace 60 días lanzaron la Campaña "Support the Holy See" y ya cuentan con más de mil adhesiones.
Sin embargo, para las organizaciones que apoyan la petición de CDD, cerca de 500, algunas de las cuales están reunidas en esta Conferencia Preparatoria, el tema del aborto es la punta de la pirámide, lo que está en cuestionamiento es la condición de privilegio de la Santa Sede, la cual impide y obstaculiza los derechos humanos de las mujeres.
Mencionaron que la Santa Sede es uno de los pocos países que no presentó informe sobre los avances que ha realizado para aplicar la Plataforma de Acción Mundial (PAM), firmada hace cinco años en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer.
Tampoco ha firmado ni ratificado la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación en contra de las Mujeres (CEDAW por sus siglas en inglés), y por el contrario ha "silenciado" a las mujeres religiosas que difieren de los postulados de la jerarquía católica, como es el caso de Ivonne Guevara, una monja brasileña, quien abiertamente estuvo en desacuerdo con el Vaticano en los temas de sexualidad.
La jerarquía de la Iglesia católica tampoco permite que las mujeres ocupen puestos de autoridad dentro de la Iglesia; están ausentes de las posiciones diocesanas y los concilios, donde se da consejo al Papa en relación a los temas de sexualidad y la familia
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