Ť Cuarenta y siete campanas producen sonidos con tonalidades diversas


El carillón de Nonoalco-Tlatelolco necesita limpieza y renovación: Fernández de Córdoba

Ť Banobras intentó repararlo y grabar un disco, pero ambos proyectos se frustraron

Ť En 1985 interrumpió sus recitales con motivo del terremoto que devastó el Distrito Federal

Mónica Savage, especial para La Jornada/ II y última Ť Se dice que una persona nunca olvida el sonido de las campanas de su pueblo, de ahí que éstas tengan una vida histórica importante en comunidades e iglesias. En la Edad Media, cuando aún no había relojes, los campesinos sabían el momento de ir a trabajar, comer o rezar gracias al toque de ese intrumento de percusión.

Las campanas son el origen del carillón, que integra a un conjunto de aquéllas con tamaños y tonalidades diversas, tocadas por un martillo cuya percusión se dirige desde el teclado, mientras que los bajos son tocados por un sistema de pedales.

Estos se pueden manipular de manera manual por un carillonista que toca las notas con los puños cerrados en un teclado especial, o pueden ser programados en automático. Existen carillones con tres o más octavas, lo que conforma un completo y valioso instrumento para conciertos.

El carillón de la torre insignia de Nonoalco-Tlatelolco es de los más importantes del mundo, pues sus 47 campanas permiten tener tres y media octavas cromáticas, mientras que los pedales abarcan una octava y media, y sólo lo toca Yolanda Fernández de Córdoba, única carillonista del país. Aprendió a dominarlo en forma autodidacta.

Este carillón fue construido por la compañía Verdín, el proveedor y constructor de campanas y relojes de torres más grande del mundo; ha dotado a 30 mil iglesias y catedrales de sonidos mediante relojes de iglesias y campanas. Los carillones de Verdín son los más finos y son aclamados por los especialistas como los mejores.

Hace varios años, Banobras tuvo la idea de reparar el carillón de la torre insignia, contratando para ello a la compañía Verdín. Sin embargo, sólo quedó en intento al igual que el proyecto de una grabación discográfica, en donde se le pedía al banco adquirir la responsabilidad histórica de preservar este patrimonio para que no terminara en el desuso y el abandono, como en realidad sucede.

Otros motivos han hecho que el carillón no pueda compartir su belleza musical: entre 1970 y 1980, el carillón dejó de tocar porque no había quién lo hiciera; después de esa década, Banobras decidió solicitar la ayuda de Fernández de Córdoba, pianista de la guardería de la institución, para que tocara el instrumento.

Mantenimiento cada mes

Mujer de inigualable simpatía y destreza para tocar el carillón, Fernández de Córdoba comenzó a hacerlo tres veces por semana a partir de 1980, sin embargo interrumpió sus recitales en 1985, después del terremoto que afectó gravemente a la zona de Tlaltelolco. Ahora lo toca sólo en días festivos. Ella y sus hijos son los únicos que en la actualidad le proporcionan mantenimiento al carillón.

Generalmente toca música romántica, mexicana, de la Revolución, popurríes y clásica. Años atrás tocó con el presidente de la asociación de carillonistas Loyd Lot y con reconocidas carillonistas de Estados Unidos, como Brigitta Steidl y Margo Halsted, quienes reconocieron el dominio del instrumento por parte de Fernández de Córdoba.

Para que Yolanda pueda llegar a la cabina de cristal, en donde se localiza el instrumento, tiene que pasar por los 22 pisos del edificio piramidal, subir una larga escalera de caracol que está a la intemperie y caminar por un corredor, desde donde se aprecia la ciudad en un día despejado.

Las campanas se localizan en la parte alta y baja de la cabina de ejecución. La campana mayor pesa más de cinco toneladas y corresponde al Do que utilizan las iglesias en sus relojes cuando dan la hora. Esta campana lleva el nombre de Hidalgo y el resto, colocadas en la parte baja de la cabina, llevan los nombres de los héroes nacionales: José María Morelos, Cuauhtémoc, Francisco I. Madero; la quinta está dedicada al presidente López Mateos y la sexta a Elisabeth Lacroix, ex embajadora de Bélgica en México.

La altura en la que fue puesto el carillón presenta muchos problemas, el principal es que el sonido de varias campanas se pierde, ya que el instrumento está muy lejos del piso, mientras que la densidad del aire a esta altura, 2 mil 367 metros sobre el nivel del mar, también contribuye al problema auditivo.

Cuenta Fernández de Córdoba que la mayoría de las torres de los carillones en Estados Unidos y en el mundo no llegan a tener la altura de la torre insignia, aunque sí el número de campanas, pero ninguna tan grande como la Hidalgo.

-ƑCada cuándo se le da mantenimiento?

-El mantenimiento se lo doy yo mensualmente; vienen mis hijos o del banco me mandan personas, lo reviso y también lo toco cuando esto sucede.

-ƑNo le dio miedo tocar el carillón después del temblor?

-No, pero tuve que esperar un tiempo antes de volver a tocar porque las personas estaban muy sentidas y escuchar las campanas les hacía recordar los momentos desagradables que vivieron.

Secuelas del recorte presupuestal

-ƑQué tipo de apoyo le da Banobras?

-Banobras siempre me brinda su apoyo y ahora me ofrecieron redoblarlo, así como el interés para que realmente el instrumento siga funcionando y que nosotros demos el servicio a los jóvenes, invitándolos para que aprendan a tocar, porque este es un patrimonio cultural a escala nacional.

-ƑQué es lo que hace falta para que el carillón esté en mejores condiciones?

-Necesita que se le cambien algunas piezas. Lo que pasa es que ha sido por falta de presupuesto que no se le ha practicado una revisión, necesita limpieza y renovación. Todo esto sí podríamos hacerlo, si se contara con un presupuesto especial. Intentamos darle una limpiadita a todas las campanas, tenerlo en óptimas condiciones, pero el recorte presupuestal lo impide.

-ƑHa recibido usted algún premio o reconocimiento por ser la primera y única carillonista de México?

-Por parte de Banobras, el reconocimiento es que siempre me tratan muy bien y me apoyan en todas mis peticiones, entonces, para mí eso es un premio.

-ƑQué piezas clásicas interpreta con el carillón?

-Toco minuets de Bach y alguna música clásica escrita ex profeso para carillón.

-ƑPor qué no nos deleita con un poquito de música clásica?

-No, porque hoy no traje mis partituras y para eso sí, la verdad, se necesita estar en perfectas condiciones. Necesitamos cambiar los alambres y darle otra engrasadita para que todo el teclado accione perfectamente. La próxima vez que venga le prometo tocar algo clásico.