Organización Mundial de Comercio

Los más adversos impactosecuador-protesta-indigenas-

 

Protesta contra Mahuad. Quito, Ecuador, enero de 2000.
Foto: Silvia Izquierdo/AP


Nosotros, los pueblos indígenas de varias regiones del mundo, hemos venido a Seattle a expresar nuestra gran preocupación por cómo la Organización Mundial de Comercio está destruyendo la Madre Tierra y la diversidad biológica y cultural de la que somos parte.

La liberalización del comercio y el desarrollo orientado a la exportación, políticas y principios arrasadores impulsados por la OMC, están creando los más adversos impactos en la vida de los pueblos indígenas. La mayoría de los Acuerdos de la Organización Mundial de Comercio está socavando nuestro inherente derecho a la autodeterminación, nuestra soberanía como nacionalidades, y otros tratados y acuerdos constructivos que las naciones y pueblos indígenas han negociado con otros Estados-naciones.

El desproporcionado impacto de estos acuerdos sobre nuestras comunidades, sea por degradación ambiental o por la militarización y la violencia que acompaña con frecuencia los proyectos de desarrollo, tiene que ser encarado inmediatamente.

El Acuerdo de Agricultura de la OMC, que promueve competencia en la exportación y una liberalización de las importaciones, permite la entrada de productos agrícolas ajenos a nuestras comunidades y está ocasionando la destrucción de las prácticas agrícolas sustentables y de racionalidad ecológica, propias de los pueblos indígenas. La seguridad alimentaria y en la producción de cultivos tradicionales para autoconsumo está seriamente comprometida.

La producción agrícola en pequeña escala da paso a las plantaciones de cultivos comerciales que concentran las tierras ancestrales en manos de algunas cuantas corporaciones agrícolas y unos pocos terratenientes. Esto conduce a la dislocación de grupos de personas de nuestras comunidades, que tienen que migrar a las ciudades vecinas convirtiéndose en gente sin hogar y sin trabajo.

El Acuerdo de Productos Forestales de la omc promueve el libre comercio de los productos forestales. Al eliminar los aranceles impuestos a los productos maderables en los países desarrollados para el año 2000 y en los países en desarrollo para el año 2003, el Acuerdo tendrá por resultado la deforestación de los ecosistemas mundiales en los que habitan los pueblos indígenas.

Las leyes mineras de muchos países han cambiado para permitir la libre entrada de corporaciones mineras extranjeras, permitiéndoles comprar y poseer tierras con minerales, lo que desplaza a los pueblos indígenas de sus territorios ancestrales. Estas actividades de minería comercial y de extracción de crudo a gran escala continúan degradando nuestras tierras y los frágiles ecosistemas, contaminando el suelo, el agua y el aire de nuestras comunidades.

La apropiación de nuestras tierras y recursos, y la agresiva promoción de la individualista cultura occidental orientada al consumo continúa, destruyendo nuestros modos de vida y nuestras culturas tradicionales. No es sólo la degradación ambiental sino la insalubridad, la alienación y los altos niveles de angustia, manifiesta en la alta proporción de alcoholismo y suicidios.

El robo y la patente de nuestros recursos biogenéticos se han visto facilitados por los Acuerdos sobre Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados al Comercio (TRIPS por sus siglas en inglés) promovidos por la OMC. Algunas de las plantas descubiertas, cultivadas y usadas por los pueblos indígenas para alimentación, medicina y rituales sagrados están ya patentadas en Estados Unidos, Japón y Europa. Algunos ejemplos son la ayahuasca, la quina y la sangre de drago, provenientes de los bosques de Sudamérica; la kava en el Pacífico; la cúrcuma y el melón amargo de Asia. Nuestro acceso y control sobre nuestra diversidad biológica, nuestro control sobre nuestro saber tradicional y herencia intelectual están amenazados por estos Acuerdos.

El artículo 27.3b de los Acuerdos sobre Derechos de Propiedad Intelectual permite la patente de formas de vida y hace una distinción artificial entre plantas, animales y micro organismos. La distinción entre los procesos "esencialmente biológicos", "no biológicos" y micro biológicos son también erróneos. Lo que a nosotros nos importa es que estas formas de vida son procesos de creación vital que son sagrados y no tienen por qué convertirse en propiedad privada.

Finalmente, la liberalización de las inversiones y de los sectores de servicios, impulsada por el Acuerdo General de Servicios refuerza la dominación y el control monopólico que mantienen las corporaciones extranjeras sobre partes estratégicas de la economía. El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional imponen condicionantes de liberalización, desregulación y privatización a los países que han caído en las trampas de la deuda externa. La OMC refuerza aún más estas condicionantes.

A la luz de los impactos y consecuencias adversas de los Acuerdos de la omc identificados arriba, nosotros, los pueblos indígenas, presentamos las siguientes demandas: Hacemos un llamado urgente a un análisis justo de los efectos acumulados, ambientales y sociales, de tales acuerdos sobre los pueblos indígenas. Los pueblos indígenas deben participar equitativamente en el establecimiento de los criterios e indicadores de estos análisis tomando en consideración aspectos culturales y espirituales. Debe llevarse a cabo una revisión de dichos Acuerdos encarando todas estas inequidades y desequilibrios que afectan adversamente a los pueblos indígenas.

Las propuestas para abordar algunos de estos aspectos son las siguientes:

1. Para el Acuerdo de Agricultura. a. No debe incluir en su cobertura a todos los pequeños productores involucrados en la producción de autoconsumo y en la venta en mercados locales. b. Debe asegurar el reconocimiento y protección de los derechos de los pueblos indígenas a sus territorios y sus recursos, así como su derecho de continuar practicando su agricultura indígena sustentable, sus prácticas y formas de vida tradicionales de manejo de recursos. c. Debe garantizar la seguridad alimentaria y la capacidad de los pueblos indígenas para producir, consumir e intercambiar sus alimentos tradicionales.

2. Con respecto a la liberalización de los servicios y las inversiones recomendamos lo siguiente: a. Debe ponerse un alto a toda la minería, la plantación comercial de monocultivos, la construcción de presas, la exploración de crudo, la conversión de la tierra en campos de golf o centros turísticos y cualquier otra actividad no sustentable que destruya la tierra de los pueblos indígenas y que viole sus derechos sobre sus territorios y sus recursos. b. El derecho de los pueblos indígenas a sus formas de vida tradicionales, a sus normas y valores culturales debe reconocerse y protegerse. c. La liberalización de los servicios, especialmente en áreas de salud, no debe permitirse, si impide que los pueblos indígenas tengan acceso a servicios de salud gratuitos, de calidad y apropiados culturalmente. d. Debe regularse la liberalización de los servicios financieros que hacen del mundo un casino global.

3. En torno a los Acuerdos sobre Propiedad Intelectual, nuestras propuestas son las siguientes: a. El artículo 27.3b debe reformarse para prohibir categóricamente la patente de formas de vida. Debe prohibir con claridad que se patenten micro organismos, plantas, animales, incluidas todas sus partes, llámense genes, secuencias genéticas, células, cadenas de células, proteínas o semillas. b. Debe prohibirse también que se patenten procesos naturales, sean biológicos o microbiológicos, que involucren el uso de plantas, animales o micro organismos y sus partes en la producción de variaciones de plantas, animales y micro organismos. c. Debe garantizarse la exploración y desarrollo de formas alternativas de protección, fuera del régimen occidental dominante de derechos de propiedad intelectual. Tales alternativas deben proteger el saber, las innovaciones y las prácticas agrícolas de cuidado de la salud, de conservación y biodiversidad y debe apuntalar los métodos indígenas y las leyes tradicionales que protegen el saber, la herencia y los recursos biológicos. d. Debe garantizarse que la protección ofrecida al saber, a las prácticas y a la innovación indígena y tradicional sea consistente con la Convención de Diversidad Biológica (vg, los artículos 8j, 10c, 17.2 y 18.4) y con la Propuesta Internacional sobre Recursos Genéticos Vegetales (International Undertaking on Plant Genetic Resources). e. Debe reconocerse el derecho de los pueblos indígenas y campesinos tradicionales a que continúen sus prácticas ancestrales para guardar, compartir o intercambiar semillas, y para el cultivo, la cosecha y el uso de plantas medicinales. f. Debe prohibirse a los investigadores y a las corporaciones científicas la apropiación y la patente de semillas indígenas, plantas medicinales y de todo el saber relacionado con estas formas de vida.

Deben respetarse los principios de consentimiento basado en información previa y el derecho de veto que ejerzan los pueblos indígenas. Si no puede garantizarse todas las propuestas anteriores, hacemos un llamado a que se retiren de la omc los Acuerdos de Agricultura, el Acuerdo de Productos Forestales y el Acuerdo sobre Derechos de Propiedad Intelectual.

Hacemos un llamado a los Estados miembros de la OMC a que no permitan que se realice otra ronda respecto a estos acuerdos mientras no se revise y rectifique la instrumentación de los acuerdos existentes. Rechazamos las propuestas que intentan un tratado sobre inversiones, competencia, aranceles industriales acelerados, procuración gubernamental y la creación de un grupo de trabajo sobre biotecnología.

Urgimos a la omc a que se reforme a sí misma y se torne democrática, transparente y apegada a la rendición de cuentas. Si esto fracasa llamamos a la abolición de la omc.

Urgimos a los Estados-naciones de la OMC a que apoyen la adopción del texto actual de la Declaración sobre Derechos de los Pueblos Indígenas adoptado por la asamblea general de las Naciones Unidas y a la ratificación del Convenio 169.

Llamamos a las organizaciones de los pueblos y a los organismos no gubernamentales a que apoyen esta Declaración de los Pueblos Indígenas en Seattle y que la promuevan entre sus miembros. Creemos que la filosofía que subyace a los Acuerdos de la OMC y los principios y políticas que promueven contradice el corazón de nuestros valores, espiritualidad y visiones del mundo, así como nuestros conceptos y prácticas del desarrollo, el intercambio comercial y nuestra protección del ambiente. Por lo tanto, exigimos que la OMC redefina sus principios y prácticas hacia un paradigma de "comunidades sustentables", y que reconozca y permita la continuación de nuestras visiones del mundo y nuestros modelos de desarrollo.

Los pueblos indígenas, sin duda, somos los más afectados adversamente por la globalización y por los Acuerdos de la OMC. Sin embargo, creemos que somos nosotros también quienes podemos ofrecer alternativas viables al crecimiento económico dominante, al modelo de desarrollo orientado a la exportación. Nuestras formas de vida y nuestras culturas, nuestros saberes tradicionales, nuestras cosmologías y espiritualidad, nuestros valores de colectividad, reciprocidad, respeto y reverencia de la Madre Tierra, siendo sustentables, son cruciales en la búsqueda de una sociedad transformada donde la justicia, la equidad y la sustentabilidad, prevalezcan.
 

Declaración del Consejo de los Pueblos Indígenas en Seattle, en ocasión de la Tercera Junta Ministerial de la Organización Mundial de Comercio, 30 de noviembre - 3 de diciembre de 1999, consensada y apoyada por el Indigenous Environmental Network USA/Canad, Seventh Generation Fund usa, International Indian Treaty Council, Indigenous Peoples Council on Biocolonialism, Abya Yala Fund y tebtebba (Indigenous Peoples' Network for Policy Research and Education)
 

Todas aquellas organizaciones, organismos no gubernamentales e individuos que deseen adherirse a esta declaración pueden enviar un correo electrónico a [email protected] o a [email protected]

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