Ť Le deseó éxito en su campaña por la Presidencia

Visitó Cárdenas al cardenal Norberto Rivera en la Basílica

Ť El prelado agradeció la iniciativa para reubicar a los ambulantes

José Antonio Román Ť En una visita programada desde hace tiempo, el cardenal Norberto Rivera recibió en la Basílica de Guadalupe al candidato presidencial de la Alianza por México, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. El acto, como "signo de agradecimiento" por su iniciativa de reubicar a los ambulantes. Juntos, jerarca religioso y candidato, recorrieron por aproximadamente 30 minutos el atrio y el nuevo corredor comercial donde hoy se ubican los vendedores.

El encuentro fue cordial y respetuoso. Al final, frente a Cárdenas Solórzano, una pregunta directa al cardenal: Ƒle ve posibilidades de llegar a la primera magistratura? La respuesta, entre bromas y risas de los reporteros, no se hizo esperar: "Si no, no estuviera aquí".

Interrogado sobre una posible bendición al candidato presidencial, el cardenal fue claro, no titubeó: "es de todos conocido que el señor ingeniero no practica nuestra religión. Y un signo para que podamos convivir en México es precisamente la tolerancia. Hay un profundo respeto y admiración por el señor Cárdenas; le deseo que tenga una excelente campaña para llegar a la Presidencia de la República".

Rodeados de más de una veintena de cámaras y grabadoras, y luego de una atropellada entrevista, ambos dieron por concluido el recorrido en las puertas que dan ingreso a la sacristía de la nueva Basílica. La reunión, ya en forma privada, continuó en el cuarto piso de la Basílica, en las oficinas en que alguna vez despachó el ex abad Guillermo Schulenburg, donde también comieron.

Cárdenas dijo no temer que esta visita se confunda con una gira proselitista. Es una visita al señor cardenal, con quien he tenido acercamiento desde que llegué aquí, a la ciudad de México; hemos cultivado una amistad y ésta, pues, seguirá cultivándose, independientemente de cuál sea la suerte que haya en las elecciones, respondió el abanderado de la Alianza por México.

-No es muy común la amistad de la izquierda con la Iglesia.

-Hay respeto a las ideas y coincidencias en los propósitos de buscar el mejoramiento del país.

-ƑY qué sintió con que el cardenal le haya dado su voto de confianza?

-Yo le agradezco sus expresiones, repito, de amistad y de cordialidad, que ha tenido, ahora y siempre, conmigo.

-ƑSe va con la bendición del cardenal?

-Me voy muy satisfecho de esta visita, de la amistad que me dispensa el señor cardenal, dijo Cárdenas.

Puntuales a la cita

A las 12:30 horas, el cardenal Rivera recibió a Cárdenas en el atrio de la Basílica. El saludo de mano, muy afectuoso. De inmediato inició el recorrido. Ingresaron a la parroquia de las Capuchinas, donde el arzobispo rápidamente explicó a su invitado los trabajos de remodelación y rehabilitación del inmueble.

Observaron, desde el atrio, ahora sin vendedores ambulantes, la notoria inclinación que tiene la antigua Basílica de Guadalupe, que necesita trabajos de rehabilitación similares a los de la Catedral Metropolitana. De ahí -en medio una nube de reporteros y camarógrafos- recorrieron la parroquia de indios y la capilla del pocito.

En las explicaciones de cada lugar visitado, el cardenal agradeció "mucho" la iniciativa de Cárdenas, desde la jefatura del Gobierno capitalino, de crear un corredor comercial para reubicar a los vendedores ambulantes del atrio. "Realmente era muy necesario, esto parecía ya un mercado".

Con los reporteros rodeándolos, el cardenal Rivera y Cárdenas abandonaron el conjunto de la Basílica para introducirse en los pasillos del nuevo corredor comercial; muchos locales están todavía desocupados y con las cortinas metálicas abajo. No faltaron algunos aplausos y porras al candidato presidencial de la Alianza por México, quien desde lejos era reconocido. Pero la solicitud de los vendedores fue la apertura de varias puertas de la Basílica.

Y es que, desde hace varias semanas, los accesos que dan precisamente a las calles donde se ubica el nuevo corredor comercial están cerrados, ante el temor de las autoridades religiosas de que los vendedores se introduzcan nuevamente al atrio.

A ambos les pidieron la apertura de las puertas. Así, dirigiéndose al cardenal Rivera, vestido de traje negro y alzacuello, hubo quien le dijo desde lejos: "señor cura, abra ya las puertas de la Basílica". Otras más, dirigidas al candidato: "ingeniero, dígales que por favor abran las puertas". La insistencia de los comerciantes provocó, cuando menos en declaración del cardenal, que pronto se accedería a la petición, no sin antes llegar a un acuerdo con los vendedores y las autoridades de la delegación Gustavo A. Madero. Ya en la nueva Basílica, donde se dio por terminado el recorrido y la invitación a la prensa, se les pidió que posaran para la foto. La respuesta, aunque se hizo esperar unos segundos, se dio con un abrazo y una amplia sonrisa de ambos.

Por la mañana, el cardenal Rivera se había reunido con la jefa de Gobierno del Distrito Federal, Rosario Robles, también para abordar temas relacionados con la Basílica de Guadalupe.