Ť Expresó que quiere ser la primera latinoamericana en lograrlo


Las 7 cimas, objetivo de la montañista Wheelock

Ť La mexicana conquistó recientemente la cumbre del monte Cook, en Nueva Zelanda

Rosalía A. Villanueva Ť Ser la primera latinoamericana en conquistar las siete cimas más altas del mundo es la meta que se propone la alpinista mexicana Karla Wheelock, en un proyecto que iniciará en junio y concluirá en 2001.

La coahuilense dijo que su objetivo es acceder al Grand Slam, que agrupa montañas de más de 8 mil metros en los cinco continentes; comenzará su larga aventura con ascensos a los montes McKinley, Garshembrum II, Karnsten, Aconcagua, Kilimanjaro, Elbrutz y Vinson.

wheelock-karla-2-jpg Wheelock, quien fue la primera mexicana en conquistar el Everest, en 1999, por la cara norte, tenía pensado para este año realizar una expedición en el Polo Norte, pero pospuso la travesía para 2002, ya que para hacerlo necesita un presupuesto de 250 mil dólares, y aunque tiene un grupo de patrocinadores que la respaldan, prefirió darle prioridad al Grand Slam, una vez que consiga los permisos de ascenso, cuyos costos varían entre 10 mil y 30 mil dólares.

Karla, quien se define como una mujer que se impone retos cada vez que sube a una montaña, explicó que la experiencia adquirida durante dos meses en los alpes neozelandeses le dio confianza y seguridad para mejorar su técnica, al haber cumplido con el ascenso al monte Cook (3 mil 750 metros), que aunque no es una montaña muy alta "me enseñó mucho, por ser muy demandante, con una ruta peligrosa y paredes de roca precarias''.

Dijo que su intención era coronar otra montaña más, pero cuando empezaba a subir al Tasman, las condiciones meteorológicas se lo impidieron y lo mejor fue bajar. "Hay que saber escuchar a la montaña, mi sexto sentido me alertó, supe del accidente de una mexicana (Elia Martínez) que murió en el Aconcagua, y de otros más en el Pico de Orizaba. Sabía que las condiciones no eran las correctas y bajamos; minutos después cayó una fuerte avalancha de rocas. Siempre he dicho que la intención principal de un montañista es ir y regresar con éxito de la cumbre, pues ninguna montaña vale la pena para arriesgar la vida''.

Entre sus planes también está acompañar a su esposo, Iván Loredo, al monte Everest, y contribuir en la difusión y el aprendizaje del montañismo, por medio del convenio que firmó ayer con la empresa Sportya, donde tiene una página en Internet.