Ť Propuesta de perdón
CGH y padres de familia solicitan que intervengan diputados
David Aponte y Ciro Pérez Silva Ť El CGH y los padres de familia de los universitarios detenidos solicitaron a la Cámara de Diputados que auspicie la liberación "inmediata e incondicional" de los paristas recluidos y el "desistimiento de la acción penal".
Paralelamente, los dirigentes de las bancadas del PAN, Carlos Medina Plascencia, y del PRD, Pablo Gómez Alvarez, llegaron a un acuerdo para redactar una ley de amnistía en beneficio de los paristas encarcelados. Los legisladores sostuvieron ayer en la tarde una reunión de trabajo fuera de San Lázaro, para dialogar sobre el contenido de la propuesta.
Las bancadas del PAN y el PRD necesitan del aval y apoyo del grupo parlamentario del PRI, para que la Permanente tenga posibilidades de convocar a un periodo extraordinario de sesiones.
Sin embargo, uno de los vicecoordinadores de la fracción priísta, Rafael Oceguera Ramos, descartó la posibilidad de que los legisladores del PRI apoyen el proyecto de PAN-PRD.
Con la intención de lograr la liberación de los paristas, el CGH y padres de familia entregaron dos escritos en San Lázaro, en los cuales también exigen las comparecencias del rector De la Fuente y el comisionado de la PFP, Wilfrido Robledo, "para esclarecer los hechos ocurridos y sus actuaciones en el conflicto".
El CHG presentó una carta ante las comisiones de Gobernación y Puntos Constitucionales, de Derechos Humanos y de Ciencia y Tecnología para solicitar la integración de una comisión de legisladores "que visite inmediata y urgentemente a los detenidos en el Reclusorio Norte".
En otra misiva mucho más extensa y dirigida al Congreso de la Unión, a las cámaras de Diputados y Senadores, los familiares de los detenidos ųintegrados en una asamblea de padres de familiaų expusieron que los estudiantes detenidos y sus abogados han sido objeto de agresión física por parte de los agentes de la PGR. "Todo esto a pesar de la presencia de los visitadores de la CNDH".
Ť Motín, acusación adicional contra El Mosh
Más de cien paristas que temen ser aprehendidos interponen amparos
Gustavo Castillo García Ť En tanto que Alejandro Echevarría Zarco, El Mosh, enfrentará, además de los delitos de robo agravado y despojo, el de motín, este último por los hechos ocurridos en noviembre en la embajada de Estados Unidos, más de 120 estudiantes que hoy gozan de su libertad solicitaron amparos para no ser aprehendidos.
De acuerdo con información recabada, el pasante de sociología será notificado de este nuevo delito, por lo que podría comparecer ante la juez 45 en materia penal del fuero común, o bien la juez segundo de distrito del fuero federal, quien por exhorto realizaría las dirigencias. Echevarría Zarco deberá enfrentar los tres procesos penales preso en el Reclusorio Norte, ya que los delitos de robo agravado y despojo no le permiten obtener su libertad bajo fianza.
En el pliego consignatorio que la PGR turnó al juzgado segundo, y en el que se formulan las imputaciones a Echevarría Zarco, pese a que en por lo menos dos ocasiones se le acusa de haber cometido privación ilegal de la libertad, junto con Alberto Pacheco Guízar y otras 20 personas, no se le formuló ningún cargo por ese ilícito.
Cabe recordar que el estudiante también conocido como El Mosh fue señalado por la Dirección General de Asuntos Jurídicos de la UNAM como la persona que en compañía de Víctor Manuel Alejo Plata dirigieron la toma de dichas instalaciones, así como el robo de menaje de oficina, equipo de cómputo, robo de expedientes y sustracción de elementos relacionados con averiguaciones previas concernientes a delitos cometidos en agravio de la UNAM.
El catedrático de la UNAM, Eduardo López Betancourt, es quien se hará cargo de la defensa de Alejandro Echevarría Zarco, quien al proporcionar sus generales dijo ser soltero, no profesar ninguna religión, tener como ocupación ser estudiante; que su nivel académico es de pasante de sociología; es la primera vez que está a disposición judicial; respecto de su apodo, señaló: "Mis amigos me dicen El Mosh".
Por otra parte, abogados de universitarios sujetos a proceso penal pero que gozan de libertad bajo fianza, y también de estudiantes que temen ser aprehendidos, interpusieron más de cien amparos en un intento para que no haya más detenidos.
La abogada Pilar Noriega ha obtenido hasta el momento una suspensión para 20 personas, y presentó un escrito más en el que solicita al juzgado primero el beneficio del amparo para otras diez personas, entre las cuales está Libier Estévez.
En tanto, el abogado Sergio Soto Nájera informó que ya solicitó de manera formal se concedan cien suspensiones contra actos de autoridad que pretendan ejecutarse contra participantes en el movimiento.
Ť Ayer, paso franco a quien solicitaba ingresar a Ciudad Universitaria
Ecos del movimiento en un campus desierto
Roberto Garduño Ť Ciudad Universitaria... un desierto.
A la mano de las estrofas de Manu Chao ų"entre Ceuta y Gibraltar/ mano negra clandestino/ peruano clandestino... correr es mi destino para burlar la ley"ų tres jóvenes del CGH se introdujeron ayer al que fue su "territorio liberado" durante casi diez meses.
Credencial de universitario en mano y arriesgándose a ser aprehendidos, una muchacha y dos de sus compañeros obtuvieron permiso de los efectivos de la Policía Federal Preventiva para ingresar al campus. Ayer, hasta las 15 horas, todo aquel que lo solicitara podía pasar.
Caminando por el circuito que comunica las facultades de Filosofía, Economía, Derecho, Odontología, Medicina, Química, Ingeniería y Arquitectura, los estudiantes recorrieron las instalaciones y observaron la desolación de aquellos edificios. La UNAM, más abandonada que nunca... y sus posiciones rebeldes en las paredes: el complaciente, como paloma rendida, jurará: "šLa rebeldía como único líder, verdadera causa y razón de todas las cosas!"
Morrales, gorras y walkman son parte de los objetos de los huelguistas que paseaban quitados de la pena por tener a sus espaldas a decenas de elementos de la Federal Preventiva. Carla, la muchacha, sigue escuchando a Manu Chao y comparte una de las canciones: "šPerdido en el siglo, siglo XX, cuándo llegaré!"
Entrar ayer en Ciudad Universitaria fue sencillo. Los policías federales sólo pidieron una credencial y tras de revisarla, abrieron paso. Desde Insurgentes hasta la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales la escena fue de vacío. Por las canchas del frontón cerrado, hasta hace una semana visitadas asiduamente por los huelguistas, sólo se veían efectivos de la fuerza pública. Alguno que otro investigador transitaba en su vehículo por el circuito. Uno de ellos comentó con ironía: "Va a ser difícil que el gobierno deje salir a los alumnos de la cárcel, porque les van aplicar todo el peso de la ley, y las autoridades no han entendido que en su mayoría son personas pobres... ƑY por qué al pinche Divino (Angel Rodríguez) y al ratero de (Carlos) Cabal no se las aplican de la misma forma? Eso ya es normal en este país".
Ni en días de huelga la Universidad Nacional se vio tan abandonada del paso de estudiantes, trabajadores de los institutos y de los investigadores. Los "territorios liberados", como llaman los huelguistas a facultades y escuelas, hoy se encuentran "liberados" por los policías.
La Escuela Nacional de Trabajo Social, de las más combativas, de la que salieron reconocidos cuadros como Vicente y Rodolfo, es vigilada por un grupo de efectivos. Ahí junto, la subestación eléctrica ųque abastece de energía a todo el campusų también es resguardada por otro contingente de la PFP.
Al interior, en medio de la inactividad casi total, trabajadores, técnicos e investigadores que laboran en la Dirección General de Servicios de Cómputo Académico prosiguen sus actividades. El cerebro de la máxima casa de estudios no se permite descanso, pero afuera, en una de sus paredes, quedó plasmada la leyenda de los jóvenes: "šTodo es mentira en este mundo... todo es mentira!"
Más adelante, otra vez, Carla y sus amigos Francisco y Luis siguen su camino rumbo a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. A su paso se observó que el Instituto de Investigaciones Antropológicas se encuentra cerrado. El Bioterio de la Facultad de Ciencias, también.
Frente a la Tienda UNAM que se encuentra a un costado de la estación CU del Metro y de Televisión Universitaria, la Facultad de Ciencias Políticas, territorio del autonombrado heroico comité de huelga, sólo alberga un grupo de perros que fueron adoptados durante más de nueve meses por los estudiantes. Incluso agentes de la Secretaría de Gobernación se dan a la tarea de inspeccionar el plantel, en busca de quién sabe qué...
Pero también en la malla metálica que rodea la escuela ya se descubren las primera señas de linchamiento. En una cartulina colgada se lee: "Argel Pineda, dónde estás, culero, zacatón, preferiste huir y abandonar a tus compas... eres una rata".
Y en las paredes de la misma facultad, aún visibles, las consignas de los paristas se mantienen intactas: "Esta huelga es para ganar, šmueran los cobardes! Aquí estamos, somos la dignidad rebelde, el corazón olvidado de la patria". Pero al frente, en el muro de Tv UNAM, en spray verde, días antes de la intervención policiaca se pintó: "šYa paren este circo de la huelga!"
De vuelta hacia avenida Insurgentes, la Facultad de Ciencias. En el taller de impresión, donde el CGH ubicó su centro de prensa y propaganda, el silencio y el abandono contrastan con el trabajo que día a día realizaban los integrantes del consejo estudiantil. Ahí, donde una gran pinta celebraba "bienvenidos a territorio libre y rebelde", ayer sólo se paseaban como invasores los efectivos de la PFP.
Antes de salir, Carla y sus compañeros avanzan en dirección de los policías, se identifican y tras de un saludo de mano se retiran. Quién sabe cuándo regresarán.
Ť Las contusiones, quizá producidas por toletes y escudos, reportan peritos
Víctimas de golpes y amenazas, 21 detenidas
Contusiones y abrasiones o escoriaciones en diferentes partes del cuerpo producidas por objetos contundentes, "que pueden corresponder a las producidas por toletes y escudos", tienen 21 de las 44 paristas detenidas en el Reclusorio Norte, de acuerdo con un documento emitido ayer por peritos en medicina.
Según los datos de este informe, las mujeres fueron las más agredidas, ya que de un total de 42 hombres examinados sólo nueve presentaban huellas visibles de lesiones externas recientes.
A varias de las detenidas les detectaron síndrome de estrés postraumático, lo que pudo haber sido provocado, a decir de quienes presentaron estos síntomas, "por tratos crueles, inhumanos y degradantes, como insultos, vejaciones, golpes o agresiones químicas en piel y mucosas por spray de gas lacrímogeno".
En el documento también se señala que quienes fueron sujetos al estudio médico coincidieron en que los elementos de la Policía Federal Preventiva que trasladaban a las y los detenidos les "provocaron terror al intimidarlos", y varias mujeres relataron que los policías las agredían verbalmente ų"putas, hijas de la chingada, son una basura"ų y las amenazaban con violarlas, al hacerlas responsables de su acuartelamientos de cinco días.
En el punto seis del informe pericial se expresa que existe controversia respecto a los certificados emitidos por los peritos adscritos al Servicio Médico Forense, pues ellos aseguraron que María del Carmen Hernández García, Tania Paloma Hernández Ramírez, Adriana Téllez Pérez, Itzel Castro Loredo, Diana Beatriz Cortázar Ramírez y Leticia Lobatón Hernández no tenían huellas de lesiones traumáticas externas recientes, lo cual no coincide con el informe presentado por los doctores Norma Ordóñez, Félix Fernández y Adrián Ramírez, encargados de este peritaje y nombrados por la defensa de los estudiantes detenidos.
Por su parte, familiares de las y los detenidos denunciaron que en las visitas que se permitieron ayer no pudieron hablar con hijas (os) e incluso una joven reveló a este diario que aunque ya llevó los elementos necesarios para el aseo personal de su hermana, éstos no le han sido entregados por las autoridades del reclusorio femenil.
Varias de las madres de las detenidas coincidieron en que éstas fueron puestas de espaldas con las manos hacia la pared, mientras que los policías las amedrentaban con sus armas. (Aleyda Aguirre)