GALERIA Ť Octavio Tonatiuh Ramírez Reivich

El potencial clínico de la bioingeniería

sin-nombre-9-jpg Como muestra de los botones que empiezan a proliferar sobre la trascendencia del desarrollo académico y científico en diversos campos de la sociedad y la industria, Octavio Tonatiuh Ramírez Reivich, investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM, en Cuernavaca, ha establecido ųmediante sus líneas de investigación y equipos de trabajoų un vínculo con los sectores farmacéutico, salud, alimenticio y del medio ambiente.

Ramírez Reivich (México, DF, 1960), quien obtuvo el grado de maestro y doctor en ingeniería química y bioquímica en la Universidad de Drexel, en Filadelfia, Estados Unidos, y en 1999 recibió el premio de la Academia Mexicana de Ciencias, en el área de investigación tecnológica, ha trabajado en la bioingeniería, cuyo objetivo es utilizar los métodos y conocimientos de las ciencias aplicadas para aprovechar la materia y la actividad biológica en la generación de bienes y servicios.

El especialista se ha destacado por desarrollar cultivos de células eucariontes superiores, mediante las cuales se puede obtener tejidos útiles para su empleo en la medicina. Por ejemplo, actualmente es posible remplazar piel humana y otros órganos que han sido cultivados y expandidos in vitro previamente. En forma particular, en el trasplante de médula ósea a partir de cultivos provenientes de sangre de cordón umbilical, obtenida durante el parto, lo cual "representa ya una realidad con gran futuro para tratar padecimientos como la leucemia".

Para ello, el doctor Ramírez Reivich ha desarrollado in vitro el cultivo de células hematopoyéticas ųgeneradoras de elementos sanguíneos como los glóbulos rojos, blancos y los macrófagosų, que forman la médula ósea. Con la expansión de dicho tejido, éste puede ser usado en trasplantes sin necesidad de encontrar un donador compatible, se evita el dolor en el procedimiento quirúrgico del donante y minimiza las posibilidades de rechazo, ya que el tejido cultivado puede provenir del mismo paciente.

"Lo que hacemos es utilizar sangre de cordón umbilical, aislar los progenitores hematopoyéticos y expandirlos in vitro; con ello existe el potencial clínico de poder abastecer los trasplantes de médula ósea de manera menos complicada y con una abundancia ilimitada de muestras. Aparte, cuando un niño nace el cordón umbilical se puede expandir, conservar y

ser una especie de seguro de vida para un futuro. Así, el mismo individuo sería su propio donador si después de varias décadas presentara algún problema."

Para expandir el tejido hematopoyético, Ramírez Reivich utiliza biorreactores (tanques para hacer crecer cultivos celulares). Esos procesos son medidos y controlados con métodos computacionales que el científico ha desarrollado con el fin de orientarlos hacia un estado óptimo de productividad o un parámetro específico que se necesite mejorar o adecuar.

sin-nombre-7-jpg Octavio Tonatiuh Ramírez, quien obtuvo el premio Carlos Casas Campillo, de la Sociedad Mexicana de Biotecnología y Bioingeniería, entre otras muchas distinciones, también trabaja con sistemas de eucariontes inferiores, levaduras o procariontes y bacterias, con el interés de usar esas células como sistemas de expresión de proteínas recombinantes en el área terapéutica, particularmente en aplicaciones médicas contra cáncer, diabetes y deficiencias de crecimiento.

"Trabajamos con hibridomas, que son un tipo de células que producen anticuerpos monoclonales, los cuales sirven en terapias o inmunodiagnósticos contra el cáncer.

"Los hibridomas son las células resultantes entre una célula cancerosa y una célula que produce anticuerpos (linfocitos-B). Al fusionarlas, la nueva célula adquiere la capacidad de producir anticuerpos y la propiedad de propagarse indefinidamente, en forma ilimitada."

Por otra parte, con el trabajo interdisciplinario entre diversos grupos de investigación se han obtenido bacterias trasformadas con el gen de la insulina humana, y el doctor Ramírez Reivich, estudia cómo cultivar mejor la bacteria y propagarla para lograr la productividad adecuada y obtener una proteína activa con utilidad médica para pa- cientes con diabetes.

Otros campos en los que ha incursionado el especialista han sido la aplicación de productos biotecnológicos en la fabri- cación de bebidas fermentadas que ya están en el mercado, en el asesoramiento para la toma de decisiones sobre aspectos ambientales y en la implementación de productos farmacéuticos relacionados con su investigación. (Mirna Servín)(Fotos: Guillermo Sologuren)

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