Ť En el establecimiento, la escoria que nadie desea atender, dice la directora


Proyectan abrir dos filiales de El Recobro

Ť Las nuevas casas hogar se instalarían en el estado de México; ya tienen los inmuebles

Bertha Teresa Ramírez Ť La directora de El Recobro, Rosilia Ruiz Guerra, afirmó estar enterada desde hace 20 años de la falta de atención a menores con discapacidad intelectual en instituciones públicas de salud, y agregó: "ƑPara qué me quieren quitar a los niños? Hace tres años el DIF nacional me recogió a 70, y si ahorita pido cuentas de dónde están, resulta que todos terminaron en la calle".

Aseveró que nadie desea atender a esos infantes "porque son la escoria y lo que el gobierno federal y los empresarios quieren mantener oculto. No quieren que nadie los recoja, prefieren que anden en la calle y que un carro los atropelle; si los quisieran les habrían dado presupuesto. Esto también se los he peleado en el Teletón, porque estos niños son los que realmente necesitan ayuda, porque no tienen ni perro que les ladre, pero no quisieron apoyarlos, porque dicen que son parásitos".

Afirmó que la principal fuente de apoyo económico para El Recobro es Filiberto Pacheco García, pastor de la iglesia evangélica Monte Tabor, Misión de los 70, a la que ella pertenece.

Informó que está adecuando otra casa, en Ecatepec, estado de México, a la que llevará a las enfermas mentales que actualmente se encuentran en El Recobro, en tanto que ella se quedará en Xochimilco, atendiendo a los varones.

Anunció que tiene planeado ir a Estados Unidos a presentar un proyecto para una nueva casa hogar, que instalaría en el municipio de Zumpango, estado de México, donde le tiene un terreno de 700 metros que le fue donado.

Premio de 10 mil dólares

Sobre el premio que le otorgó en 1999 la Ivy Interamericana Foundation en Washington, dijo que lo promovieron estadunidenses y fue el resultado de "una bendición divina; no me explico por qué mejor el gobierno de EU reconoció mi trabajo".

Manifestó que poco antes de que le dieran ese premio varias personas de ese país visitaron El Recobro: "No sabía que eran senadores o gente del gobierno. Después me dieron el premio, me pagaron el boleto de avión y me dieron una visa por diez años sin pedirme ningún documento".

Les pregunté, añadió, por qué me regalaban tantas cosas, y "ellos sólo me felicitaban, el cónsul de la embajada me decía: 'señora, usted se merece esto y más' ".

El 14 de julio, externó, "cuando recibí el premio, el embajador Jesús Reyes Heroles me hizo una fiesta en la embajada de México, a la que asistieron medios de comunicación; tuve que dar una conferencia por la radio y la fundación me regaló 10 mil dólares".

Aseguró que los estadunidenses, luego de que le dieron el dinero, "mandaron documentos informando sobre ese premio a varias áreas del gobierno mexicano; me dijeron que lo habían hecho para que se reconociera mi trabajo, porque siempre he estado oculta, y hace años que las autoridades me persiguen porque no desean que recoja a todos los que nadie quiere".