Ť Critica el canciller federal Schuessel la "deslealtad" comunitaria


Amenaza indirecta del dirigente ultraderechista Haider a la UE

Ť Suavizar sanciones, pide el presidente de Austria Ť Posible expulsión del Partido Popular del PPE

Afp, Ap, Dpa y Reuters, Viena, 5 de febrero Ť El líder del ultraderechista Partido Liberal austriaco, Joerg Haider, amenazó hoy indirectamente a la Unión Europea al afirmar que la "política de la organización se determina únicamente en los consejos de ministros, donde las decisiones deben ser adoptadas unánimemente", y por lo tanto la decisión de aislar a Austria del resto de Europa, o expulsarla de la entidad comunitaria, podría ser vetada por Viena.

El nuevo canciller conservador, Wolfgang Schuessel, criticó la "deslealtad" de la Unión Europea al atacar la nueva coalición gubernamental, pero el presidente austriaco, Thomas Klestil, pidió al organismo regional suavizar las sanciones que dictó en contra de su país en represalia por el ingreso de los ultraderechistas al gobierno.

En días pasados los países comunitarios sancionaron al nuevo gobierno austriaco, formado por una coalición entre el ultraderechista Partido Liberal y el conservador Partido Popular, suspendiendo sus contactos bilaterales con Austria.

La semana próxima la Unión Europea se reunirá en Lisboa para analizar la posibilidad de suspender a Austria de su permanencia en la organización.

AUSTRIA-PAG 55 "La Unión Europea se acostumbrará pronto al hecho de que el Partido Liberal ahora integra el gabinete, que tiene buenos programas, experiencia y condiciones", aseguró Haider, quien agregó que el aislamiento o expulsión de Austria es una decisión que sólo puede tomarse en el consejo de ministros por unanimidad, y que Austria es miembro de este organismo.

El nuevo vocero de la cancillería austriaca, Johannes Peterlik, se apresuró a desmentir las declaraciones de Haider, quien no es integrante del nuevo gobierno, al asegurar que Austria "no piensa recurrir al veto" para impedir la toma de decisiones en la Unión Europea.

El canciller federal conservador, Wolfgang Schuessel, cerró filas con sus nuevos socios de coalición al afirmar que "me han sorprendido terriblemente los violentos ataques contra Austria, donde muchos se preguntan si es leal que la Unión Europea arrincone de esta manera a una pequeña nación de 8 millones de habitantes. No somos un Estado paria".

El gobernante afirmó que los países comunitarios "han intervenido o intervienen en la decisión democrática de una nación miembro sin consultar a dicho país", pero también se declaró confiado en que "controlaremos la evolución de la situación si obtenemos la confianza de la población", y enfatizó, para suavizar el diferendo: "No provocaremos una crisis en Europa".

Reducción de contactos bilaterales

Por otra parte, trascendió que Klestil pidió hoy al presidente en ejercicio de la Unión Europea, el primer ministro portugués Antonio Guterres, que suavice las sanciones de la organización contra Austria, y la oficina de la presidencia informó que los países comunitarios habían aceptado estudiar una solicitud del mandatario, en la que pide que no sea drástica la reducción de contactos bilaterales con Viena.

Guterres, sin embargo, señaló que las sanciones contra Austria se mantendrán, pues éstas fueron decisión de los países comunitarios, que las consideraron adecuadas por nueva situación política del país.

La misma fuente informó que el viernes, Klestil se comunicó telefónicamente con el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, quien afirmó al mandatario que las sanciones "no restringirán las actividades ni la cooperación con Austria dentro de las instituciones" de la comunidad.

Sin embargo, el comisario austriaco de la Unión Europea, Franz Fischler, afirmó hoy en declaraciones televisivas que "Haider es incorregible" y que sus recientes declaraciones sobre la organización "demuestran que no sabe cómo funcionan las instituciones comunitarias".

Por otro lado, el embajador de Austria en Estados Unidos, Peter Moser, aseguró este sábado que el Partido Liberal no es una formación neonazi, sino "populista de derecha", y pidió a Estados Unidos dar "una oportunidad al nuevo gobierno".

Washington llamó el viernes a consultas a su embajadora en Viena, Kathryn Hall, y advirtió que revisaría sus relaciones con Austria y vigilaría cualquier posible violación de los "principios democráticos" por parte del nuevo gobierno.

Moser subrayó que "no hay neonazismo en Austria", y lamentó: "Si alguien dice cualquier cosa a favor de la ideología nazi, es llevado inmediatamente ante la justicia y enviado a prisión".

En París, varios cientos de militantes del ultraderechista Movimiento Republicano Nacional de Francia, de Bruno Megret, realizaron una manifestación de apoyo a Haider y su partido, que según organizadores reunió a 500 personas, aunque las autoridades dijeron que sólo participaron 300 .

Mientras, la Internacional Popular Europea, que reúne a partidos conservadores de la región, rechazó hoy en Madrid el "acceso al poder de líderes populistas y agresivos", en alusión al Partido Popular austriaco y su disposición a compartir el gobierno con la extrema derecha, en el marco de un foro sobre el futuro de Europa, informó el corresponsal Armando G. Tejeda.

El actual líder del grupo, el presidente español José María Aznar, afirmó en la clausura del seminario que "ahora hay riesgos que parecen venir de un pasado superado. La tentación de construir estados fundados en la superioridad étnica, con exclusión de las minorías, es radicalmente contraria a nuestro programa de acción política".

En el seminario de los conservadores surgió la propuesta de expulsar al Partido Popular austriaco de la internacional, debido a su alianza con los ultraderechistas, decisión que podría ser tomada el próximo 10 de febrero en una reunión ordinaria del Partido Popular Europeo (PPE).

La propuesta de expulsión de los conservadores austriacos del PPE tiene tres vías de prosperar: a través de la presidencia de esa organización política continental, del Grupo Popular Europeo, o por la petición expresa de tres partidos miembros de tres países diferentes.

El presidente de la Internacional Demócrata Cristiana, Javier Rupérez, opinó que "son lógicas las expresiones de alarma y cautela ante este nuevo gobierno, puesto que (Haider) ha demostrado claras actitudes de intolerancia, racismo y xenofobia".

No obstante, Rupérez apuntó que "la Austria del 2000 no es la misma que la de los años 30", por lo que no se puede suponer que necesariamente se repita un fenómeno como el de Adolfo Hitler.

"Sin llegar a la catástrofe o a la alarma, se debe recordar el pasado para actuar en el presente", concluyó el dirigente político.