La Jornada Semanal, 30 de enero del 2000



Naief Yehya


LA JORNADA VIRTUAL


America On Line devora a Time Warner (II)



La sovietización de los medios

Quizás el punto negativo más obvio de la compra de Time Warner (TW) por America On Line (AOL) es que, invariablemente, resultaÊpromiscuo fusionar empresas tentaculares de propósitos lucrativos con organizacionesÊnoticiosas debido a los inevitables conflictos de intereses. Independientemente de los casos de censura conocidos y rumorados, es imposible saber cuántos reporteros han descartado historias por temor a represalias. Además, tanto TW como AOL han aplicado en diversas ocasiones la censura; la primera al eliminar reportajes y despedir reporteros y la segunda al prohibir que se toquen algunos temas en sus foros y al expulsar a miembros por comentarios hechos en chat rooms. Por otra parte, más que beneficios tangibles para el consumidor, la fusión de estos servicios lo convertirá en objeto de un insidioso bombardeo de promocionales y de comerciales estratégicamente dirigidos y ``empujados'' a sectores específicos del mercado. No debemos olvidar que la nueva megaempresa contará con una monstruosa base de datos (el servicio de televisión por cable TW es el segundo más grandeÊde Estados Unidos y tiene 70 millones de suscriptores) que contiene la preciada información económica y social, así como los gustos y hábitos de consumo de sus clientes. Como escribió Jon Katz, nunca antes en la historia una nación ha tenido tanta información acerca de sus habitantes como la que tiene AOL-TW de sus usuarios. Debido a esas dos características, esta megafusión comienza a parecerse peligrosamente a un órgano de control dictatorial, con la diferencia de que aquí el estado ha sido sustituido por un oligopolio capaz de lanzar enloquecedoras campañas propagandísticas para promover películas, series televisivas, candidatos presidenciales, fármacos o restaurantes de comida chatarra. El usuario podrá interactuar con los medios todo lo que quiera a través de su computadora y de la televisión, pero eso no cambiará en nada el hecho de que el verdadero poder estará cada vez más centralizado y que sus opiniones serán procesadas y archivadas por un programa, para ser empleadas en estadísticas y estudios de mercado.

Compensar necesidades
y sumar deficiencias

Aparentemente, la dirección del gigante de los medios estaba frustrada porque sus estrategias en internet no habían tenido los resultados esperados a pesar de haber invertido muchos millones de dólares para crearse una presencia importante en la red. Tras varias experiencias negativas, el presidente ejecutivo de TW, Gerald M. Levin, decidió sacrificar su autonomía y aceptar la oferta de aliarse con la empresa más poderosa del ciberespacio para asegurar su supervivencia en el nuevo milenio. Con esta estrategia, TW espera aventajar en el terreno digital a sus principales rivales: Viacom y News Corp. Por su parte, AOL buscaba desesperadamente dos cosas: conseguir acceso antes que sus rivales (Microsoft y Yahoo, entre otros) a una gran red de banda amplia y alta velocidad como la usada para la distribución de televisión por cable de Time Warner; y procurarse un proveedor de contenido. Steven Case, creador y director de AOL, había recibido varias ofertas de la telefónica AT&T pero las rechazó, ya que esta empresa sólo satisfacía la mitad de sus necesidades.

Internet para las masas

Es claro que Case no es dueño de todo internet pero, sin duda, para millones de usuarios inexpertos su territorio parece ser el único sencillo de entender y seguro de navegar. De acuerdo con el mismo Case, AOL ha hecho que la red sea accesible para las masas incapaces de programar una videocasetera. Siendo realistas, la mayoría de este público no busca sabiduría ni desafíos en el nuevo medio, sino entretenimiento de fácil digestión y comodidad para el consumo. Entre menos cosas haya que saber, mejor, y toda innovación que reduzca hasta el esfuerzo de cambiar de canal es bienvenida. Hasta ahora existían básicamente dos tipos de medios masivos: pull (de ``jalar''), como los banners del World Wide Web, en donde hay que hacer clic en un anuncio para poder verlo, y push, los que se ``empujan'' a sí mismos, como el cine, la televisión y el radio, cuyo contenido es empujado contra el usuario. AOL-TW buscará fundir estos medios y de esa manera simplificar la vida del consumidor, quien podrá estar viendo una película y con un solo clic en el suéter del actor podrá encargar una prenda de su talla y color preferido.

El enemigo más temido
por Microsoft

Como si Bill Gates, presidente y director general de Microsoft, no tuviera suficientes problemas en su juicio por monopolio, la fusión de AOL y TW vino a materializar su peor pesadilla: la aparición de una empresa capaz de rivalizar con el gigante de Redmont. Aunque la fusión fue llevada a cabo en secreto, es de imaginar que Gates sabía algo al respecto, por lo que la misma semana en que la fusión se concretó, él renunció a su puesto cediéndolo a Steven Ballmer, que era el presidente de la compañía. De esta manera Gates espera quitarse de encima los reflectores que lo han acosado en los últimos años. Es muy significativo que además de conservar el puesto de director se ha autonombrado jefe de arquitectos de software y ha declarado que se va a dedicar a inventar. Esto no augura nada bueno, ya que parece que cada vez que Gates se ha puesto a ``inventar'', alguien ha sido despojado de sus ideas y creaciones. Es claro que la aparición de AOL-TW deja a Microsoft en una posición difícil para tratar de lanzar una ofensiva en el terreno del contenido, así que los creadores de Windows han optado por replegarse al software, territorio que conocen mejor y que dominan sin competencia.

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