Masiosare, domingo 2 de enero de 2000




Los Reyes Magos, el PVC y la pobreza


TOXICO mundo de juguete

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El pasillo de los juguetes huele a plástico. Es el olor del peligro para muchos niños mexicanos que siguen jugando con productos fabricados con PVC. Cáncer, daños severos al hígado y los riñones, así como al sistema reproductivo, están entre los riesgos de muchos juguetes que esta temporada llegan a los hogares de todo el país. En Europa se han establecido ya severas prohibiciones; en México, las autoridades de salud han hecho "recomendaciones" escasamente atendidas.

Todos los niños están expuestos, pero el problema es mayor entre quienes adquieren juguetes baratos, imitaciones de los de moda, es decir, la mayoría de la población

Beto, de cinco años, muerde con ganas su Venonat (uno de los 151 muñecos Pokemon). No sabe ųno tiene por quéų que está hecho de PVC, una sustancia prohibida en algunos países desarrollados, y particularmente en la Unión Europea.

"Mafufadas", llama el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (Amiju), Helios Eguiluz, a las campañas de la organización internacional Greenpeace contra los juguetes fabricados con PVC.

"El año pasado hubo alegatos diciendo que son tóxicos, pero los principales países productores y consumidores, como Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, no han tomado alguna medida al respecto. Amiju y Profeco realizaron estudios. Encontramos que el producto que se meten los niños a la boca no libera sustancias tóxicas. Hasta el día de hoy no hay noticia oficial de que haya una prohibición", dice, muy seguro, el dirigente empresarial.

Al frente de una organización que abarca 35% del mercado nacional ųcon 88 agremiados: 47 productores nacionales, 4 trasnacionales (Mattel, Hasbro, LEGO y Banday) y 37 importadoresų, Eguiluz es, por lo menos, un desinformado.

El 1o. de diciembre de 1999, los representantes de los 15 países de la Unión Europea impusieron, por unanimidad, un veto urgente a la fabricación y comercialización de los juguetes suaves hechos con PVC que contengan ftalatos, destinados a ser introducidos en la boca por menores de tres años (por ejemplo, mordederas).

En México, pese a las recomendaciones que en 1998 emitió la Secretaría de Salud, los juguetes elaborados con PVC se siguen fabricando, importando y distribuyendo.

En el mercado informal, en los tianguis y mercados donde compra la mayoría de la población, por lo general no se cumple con las normas de calidad internacionales y muchas veces es a donde van a parar los juguetes cuya venta comienza a estar prohibida. Los hijos de quienes tienen menos recursos para comprar los regalos de Navidad y escaso acceso a información son los más expuestos a ese tóxico mundo de juguete.

Algunos de los juguetes blandos que se venden aquí y que contienen PVC son: las pelotas Salver (hechas en México), los patitos suaves de Plaza Sésamo (Tyco/Mattel, hechos en China), los chupones de Gerber (hechos en Estados Unidos), los inflables para alberca que no indiquen lo contrario y todos aquellos que dentro del símbolo de reciclable (un triángulo) tengan un "3" (número del PVC).

El olor del peligro

El olor a plástico que desprenden algunos juguetes proviene de sustancias como los ftalatos que son añadidos al PVC (policloruro de vinilo) para hacerlo suave y flexible. Son utilizados en las partes blandas de muñecos, chupones, mordederas, inflables, entre otros. El PVC suave puede contener hasta 50% de su peso en ftalatos, los cuales no están atados químicamente al vinil, y por lo tanto siguen evaporándose después de terminada la manufactura. Cuanto más huelen los juguetes, más están liberando sustancias tóxicas.

ambulantes-juguetes 29 copi El PVC tiene el ciclo de vida más tóxico de todos los plásticos: durante su producción se utiliza cloruro de vinilo (gas tóxico), al usarse libera aditivos tóxicos, y al ser incinerado produce monóxido y bióxido de carbono, ácido clorhídrico e hidrocarburos (principalmente benceno y tolueno). Menos de 1% del vinil es reciclable. Además, los ftalatos son contaminantes globales: ya se encuentran suspendidos en el aire sobre los océanos Pacífico y Atlántico.

Antes de 1998 en ningún juguete se mencionaba información sobre aditivos.

El juego del cáncer

Estudios realizados por los gobiernos de Dinamarca y Holanda concluyen que los niños ųcuyo organismo es especialmente vulnerable a los efectos de las sustancias químicasų pueden ingerir químicos dañinos al usar juguetes con PVC.

Un estudio patrocinado por la Chemical Manufacturers Association demuestra que los ftalatos encontrados en juguetes vendidos en Europa, Asia y Latinoamérica son cancerígenos.

En noviembre de 1997, Greenpeace en Alemania mandó hacer estudios en dos laboratorios independientes (Kaiser & Woldmann, en Hamburgo, y Fechter, en Berlín) para investigar la cantidad de plastificantes emitidos por 23 juguetes infantiles de PVC suave para niños menores de tres años. Los juguetes examinados eran producidos por diferentes fabricantes y fueron adquiridos al azar en distintas tiendas. Doce de las 23 muestras analizadas mostraron emisión de ftalatos con niveles que excedían las normas. Siete de éstas eran producidas por Mattel, una por Novatex, una por Fisher Price (rama de Mattel especializada en bebés), dos por Safety 1st y una por Tyco/Mattel.

Según los parámetros de la Unión Europea, un bebé de un año ingeriría de 13 a 33 veces la cantidad diaria tolerable de ftalatos.

Algunos de los juguetes que fueron examinados (por ejemplo, de la serie Winnie the Pooh, de Mattel) contenían una sustancia aromática, haciendo más tentador llevárselos a la boca.

Además, uno de los juguetes de Fisher Price contenía contaminación de plomo en 420 mg/kg.

Análisis de laboratorio realizados por Greenpeace han comprobado que estas sustancias pueden producir cáncer, afectan severamente el hígado y los riñones, y pueden ser nocivas al sistema reproductivo y al desarrollo infantil.

La industria danesa de PVC recomienda descontinuar el uso de ftalatos para fabricar juguetes para bebés.

Las marcas tóxicas

El proceso de prohibición de los ftalatos en juguetes suaves hechos con PVC ha comenzado o ya entró en vigor a partir de 1997 en Austria, Dinamarca, Grecia, Noruega y Suecia. Sin embargo, el señor Eguiluz, directivo de la asociación juguetera, dice que "los principales países productores y consumidores, como Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, no han tomado ninguna medida".

Desde aquel año hasta la fecha, en Dinamarca, Italia, Portugal, Grecia, Suecia, Holanda, España, Bélgica, Austria, Francia, República Checa, Estados Unidos, Argentina y Japón los fabricantes, distribuidores y vendedores de juguetes han puesto en práctica medidas cada vez más estrictas en lo que se refiere a juguetes hechos con PVC.

Algunas compañías (como Safety 1st), a partir de mayo de 1998 comenzaron a etiquetar sus juguetes como "libres de PVC" y a buscar materiales alternativos. Otras, como LEGO y Superjouet, están eliminando el PVC de sus productos (actualmente sólo dos tipos de productos LEGO contienen esta sustancia: los cables de componentes eléctricos y las cabezas de los muñecos de LEGO SCALA).

La prohibición a los juguetes suaves de PVC que contienen ftalatos en la Unión Europea es un paso importante, pero la medida no afecta a los artículos que se encuentran ya en el mercado. Los comerciantes podrán seguir vendiendo hasta agotar sus existencias. Además, todos los juguetes destinados a niños mayores de tres años quedan fuera del veto.

El 8 de diciembre de 1999 se formalizó la prohibición. El mismo día, Mattel anunció que a partir del 2001 dejará de producir juguetes de PVC.

Hasbro, Playskool, Warner Bros. y Disney son algunas de las compañías que aún producen y venden juguetes con PVC.

Recomendaciones no escuchadas

En 1998 la Secretaría de Salud informó oficialmente que no se puede excluir la posibilidad de que los juguetes de PVC blando tengan efectos nocivos para la salud. En consecuencia, recomendó a los productores nacionales e importadores que "dejen de producirse, importarse y comercializarse aquellos juguetes diseñados para ser mordidos o chupados por niños menores de tres años en los que se utilicen ftalatos para su fabricación".

ambulantes-juguetes El 6 de diciembre de ese año, la Secretaría de Salud dio a conocer que la Asociación Mexicana de Productos Infantiles se comprometió a sustituir del mercado nacional, en un plazo de tres meses, "los juguetes (sonajas, mordederas, etcétera) hechos de PVC y con consistencia blanda en donde se utilicen ftalatos".

Pese a esos antecedentes, Eguiluz afirma que la Amiju y la Procuraduría Federal del Consumidor realizaron estudios y encontraron que el producto terminado que se meten los niños a la boca no libera ninguna sustancia tóxica, y que además las pruebas que tienen de la Ssa concluyen que los productos que se están comercializando son perfectamente seguros.

En octubre del año pasado, Greenpeace México envió a Gustavo Olaiz, director de Salud Ambiental de la Ssa, un juguete de Gerber comprado en Sanborns que, por su consistencia porosa, asumen que tiene ftalatos. La organización ecologista exigió una explicación, pero hasta el momento no ha recibido respuesta.

Olores

Las miles de personas que en estas fechas caminan lentamente por el pasillo número cinco del mercado Sonora perciben el olor a plástico, a pelotas, pequeñas y grandes, colgadas de redes. Casi todos los puestos tienen juguetes del mundo Pokemon, aunque en ninguno se puede encontrar los 151 personajes. Un hombre, escondido en su local, rodeado de trompos de madera, con sus colores chillantes: rojo, verde, azul, y avalanchas, dice con desgano a quien esté interesado en sus muñecas: a 25 la imitación de Barbie, 250 las auténticas.

En la acera de enfrente del mercado Sonora se pueden encontrar los juguetes a mejor precio: a 20 pesos el Brickgame (o sea, Tetris, para los conocedores); para vestir a la Barbie: la diadema, los zapatos, los calzones y las medias a peso cada uno, el vestido de lujo a 11 pesos y el de extra lujo a 16. O sea que por 15 pesos la muñeca se viste de fiesta y por 21 pesos tiene atuendo para ir al coctel de fin de año.

En tiendas como El Palacio de Hierro las Barbie dan la bienvenida a la sección de juguetes. Hay para todos los gustos: la Barbie del oeste, la deportista, la de las "piyamas divertidas", la de fiesta, y si quieren algo más íntimo, de lingerie, o para un fin de semana relax, de jeans.

Al recorrer los estantes, quizá vayan haciendo cuentas: para vestir a la muñeca hacen falta 89 pesos, y eso sin contar los accesorios (zapatillas, diadema, peine, bolsa y espejo), para los cuales hay que desembolsar 69 pesos más.

Podrán tranquilamente pasearse entre Snoopies que se carcajean cuando les apachurran la panza; una colección de muñecas hechas en México: "Todas somos Juanita Pérez", que ya se cayeron en su vitrina; los juegos de LEGO de 710 piezas para construir una aventura en las pirámides de Egipto que cuestan mil 300 pesos.

Aquí no hay que abrirse paso a empujones, ni huele a plástico.

En el pasillo número cinco del mercado Sonora el olor es a pelota. En el inmaculado mundo de los grandes almacenes más bien huele a loción de Santa Clos.


LOS REYES DE A DEVERAS

Hasbro y Mattel son las dos compañías que dominan la industria juguetera mundial. Los productores nacionales, con sus triciclos y pelotas, se derrumbaron ante la arremetida tecnológica de las trasnacionales.

Las compañías jugueteras extranjeras abarcan más de la mitad del mercado nacional y mandan hacer sus productos a China, donde se tiene la mano de obra más barata.

A partir de la apertura comercial en 1986 cerraron cerca de 280 empresas y muchos industriales optaron por convertirse en importadores.

En 1994 las ventas sufrieron una caída drástica, de la cual la industria apenas comenzó a recuperarse este año.

Entre noviembre y enero los mexicanos gastamos de 480 a 500 millones de dólares en juguetes.

Las ventas jugueteras de todo el año son de alrededor de 800 millones de dólares, de los cuales 300 millones de dólares provienen de los juguetes mexicanos (Barbie gana por lo menos cinco veces más a nivel mundial), entre 80 y 100 millones de dólares de los importados, y 400 millones de dólares de los hechos por empresas extranjeras radicadas en México.

Las principales compañías mexicanas son Prinsel (juguetes montables), Jugueteras Mexicanas, Plásticos Impala, Facemex (pelotas de plástico), Magistroni (bicicletas), Turbo (bicicletas) y Kay (inflables).

Las principales compañías que exportan a México son Mattel (EU), Hasbro (EU), Gamela (Japón: Nintendo), LEGO (Dinamarca) y GOMO (Japón: Play Station).

La industria mexicana juguetera sólo puede competir con las trasnacionales en el terreno de los juguetes sencillos, relativamente baratos y sin tecnología de punta, como los triciclos, las muñecas, los productos inflables, los juegos de mesa, los montables y las pelotas.

Una leyenda que se puede leer en la parte de abajo de la mayoría de los juguetes es Made in China. Los países asiáticos son muy convenientes para un empresario en busca de mano de obra barata.

Hasta octubre de 1999, los juguetes hechos en China tuvieron un arancel de 351%. Hasbro, como agremiado de Amiju, presentó ante la Secretaría de Comercio una solicitud de prórroga. Próximamente, la Secretaría de Comercio va a dar a conocer si continúa esa política arancelaria hacia China. Si se quiere evitar el arancel se puede optar por países alternos como Vietnam, India, Taiwán.

Los únicos juguetes hechos en China que están exentos de este impuesto son los productos "altamente diferenciados de otros" y que por sus características no pueden ser fabricados en México, y los que tienen licencia (como Mattel con Walt Disney). A partir de que entró en vigor el TLC, las compañías que no cumplen con esto y pagan el reglamentario 30% ųen vez de 351%ų son Mattel, Tayco y Hasbro (la misma que solicitó que los juguetes chinos tengan un arancel de 351%).

El presidente de Amiju dice que por cada peso que se vende en el mercado formal, se vende otro peso en el mercado informal. Muchas veces los productos pirata se hacen en las mismas fábricas donde se producen los originales. Por ejemplo, Mattel solía enviar el molde de la Barbie a Hong Kong y encargaba mil muñecas. En la fábrica de Hong Kong hacían 2000 y vendían mil en el mercado informal. El costo de producción de cada Barbie es de dos dólares. Por eso, en el mercado de Sonora se pueden encontrar imitaciones de Barbie a 25 pesos.

El mundo de los juguetes en México está dominado por dos compañías multinacionales estadunidenses: Mattel y Hasbro. Mattel vende sus juguetes en más de 150 países y tiene ganancias anuales de cerca de 6 mil millones de dólares. Tan sólo Barbie, la hija predilecta del emporio, obtuvo ventas por más de mil 700 millones de dólares en 150 países en 1998, según informa la compañía en su página electrónica.

Mattel tiene un acuerdo con Walt Disney y Nickelodeon (famosa cadena televisiva dirigida a niños) que garantiza a la juguetera los derechos mundiales sobre las figuras de estas empresas.

En Europa las industrias principales son la danesa (LEGO), la francesa (Superjouet, Smoby), la alemana (Kettler, Zapf) y la española (Famosa, Molto, Grupo Brettons). A partir del tratado comercial con la Unión Europea, es probable que cada vez veamos más juguetes de estas marcas en los anaqueles de las tiendas.

La industria tradicional del juguete ha sido fuertemente desafiada por los juegos de video. Cada vez son más las compañías (LEGO, Mattel, Hasbro) que utilizan tecnología de punta, en particular, inteligencia artificial. El ejemplo más reciente es Furby, de Hasbro, el cual anuncian que habla el lenguaje Furby y va aprendiendo idiomas a través de escuchar a seres humanos o transmitidos por otros Furbies.

Desde hace algunos años Japón ha estado a la vanguardia en juguetes electrónicos. Pokemon de Nintendo comenzó como juego de video, y en los últimos cuatro años ha generado ganancias por 4 mil 500 millones de dólares. Esto a través de los juegos de video, el programa televisivo, los comics, las películas, y los cubiertos y las imágenes pintadas en el fuselaje de los aviones de la compañía JAL. Hasbro pagó 325 millones de dólares por los derechos de los juguetes Pokemon.


DEL VALOR Y EL PRECIO DE LOS JUGUETES

En la industria juguetera existe un término llamado "valor de juego" que se refiere al potencial de un juguete para "estimular que el niño interactúe y desarrolle habilidades".

En esta temporada, según jugueteros consultados, hay dos productos que cumplen esas características: SEGA Dream Cast y Mi Mejor Amiga.

Mi Mejor Amiga es una muñeca fabricada por Hasbro en China. Tiene un chip que le permite identificar la voz de su dueño. La caja muestra la imagen de una niña güera platicando con su Mejor Amiga y promete futuros juegos: "Juguemos con números, colores, letras, palabras y canciones. šRealmente te escucho y te respondo! Te haré varias preguntas para reconocer tu voz. Sólo tú podrás hacerme jugar". Cuesta mil pesos.

SEGA Dream Cast es "lo más novedoso" en cuanto a juegos de video. Usa disco compacto y tiene 128 bits, a comparación de, por ejemplo, Nintendo 64, que tiene ese número de bits. En otras palabras, las imágenes se ven más reales. Además, por medio de Internet, se puede jugar con otra persona en cualquier lugar del mundo. Cuesta 2 mil 500 pesos.

En general, los roles siguen sin cambiar: los niños suelen tener juguetes que enseñan a dominar los movimientos y los juegos de las niñas son más pasivos, enfocados hacia lo afectivo. La excepción son los juguetes didácticos, como los bloques para armar, con los que juegan niños y niñas.

La industria juguetera que utiliza tecnología de punta se está centrando en fabricar juguetes para ser usados por un solo niño. Una de las explicaciones que dan es que cada vez hay más hijos únicos. Se trata de niñas que aprenden a socializar con una muñeca, y de niños que lo hacen con otros niños a través de una pantalla que, eso sí, parece real.

Gastar mil o 2 mil 500 pesos está, sin duda, fuera del alcance de la mayoría de la población mexicana. Y si hoy en día el lenguaje cibernético representa otra alfabetización, aquellos que no tienen acceso a las nuevas tecnologías son un nuevo tipo de analfabetos. La brecha educativa se ensancha entre los niños que juegan Nintendo y los que no. Finalmente, la escuela de los hackers del Pentágono fueron los video juegos.