Leornardo García Tsao
Lo mismo no basta
Si hay una actividad más ociosa que ver la más reciente película de James Bond, es escribir sobre ella. Por un momento estuve tentado a hacer su crítica sin verla, pues no es estrictamente necesario. La serie es la única en la historia del cine en sostenerse exitosa a lo largo de cuatro décadas ofreciendo exactamente lo mismo, con mínimas variaciones. Dado que estamos en el último día de los 90 (no voy a mencionar la palabra más choteada del año), la visión de El mundo no basta me ha dado pie a hacer una recapitulación nostálgica.
1) Como los lugares comunes suelen ser ciertos, empecemos con uno. El mejor James Bond ha sido Sean Connery. Después de Roger Moore, que era como un pedazo de rosbif ambulante, y Timothy Dalton, quien no lograba ocultar su aburrimiento, Pierce Brosnan es una mejoría. Al menos da la impresión de estarse divirtiendo. Pero Connery sugería un aire de amoralidad sádica muy a tono con la creación de Ian Fleming. Brosnan, en cambio, evoca a un modelo de GQ en vacaciones exóticas.
2) Los directores no importan, están ahí para dirigir el tráfico en nombre de la empresa. Si descontamos a Irvin Kershner, responsable de la renegada Nunca digas nunca jamás (1983), el inglés Michael Apted es el primer realizador de cierta ambición en dirigir una aventura de James Bond. Nadie lo diría ante el resultado, un trabajo perfectamente anónimo e indistinguible de las cintas debidas a maquiladores como Terence Young, Guy Hamilton o John Glen.
3) James Bond no es el único mermado con el tiempo. Los villanos también han perdido estilo, tal vez como consecuencia del fin de la Guerra Fría. Antes, pintorescos actores de carácter como Donald Pleasence, Gert Frobe o Telly Savalas encarnaban con genuino aire maligno a megalómanos dispuestos a dominar el mundo. Ahora debemos conformarnos con Robert Carlyle, un acreditado actor escocés que funciona en los dramas realistas de Ken Loach, pero no da la talla como amenaza. Con la cabeza rapada y sus ojos tristones, Carlyle recuerda más bien al perro chihuahueño de los anuncios de Taco Bell.
4) Una verdad matemática: la capacidad histriónica de las chicas Bond es inversamente proporcional al tamaño de sus pechos. Denise Richards los tiene enormes, por lo tanto su actuación como la científica nuclear (!). Navidad Jones consiste en deambular inexpresiva por las locaciones, luciendo camisetas apretadas.
5) Otra verdad: las chicas malas se divierten más que las buenas. Aquí, la francesa Sophie Marceau aprovecha ese papel para interpretar al único personaje memorable de la cinta, una niña bien particularmente perversa.
6) Si bien las tramas nunca han sido demasiado elaboradas, en esta ocasión tres guionistas se encargaron de urdir una retorcida historia sobre el asesinato de un magnate, el secuestro de su hija, oleoductos en el Medio Oriente y, por supuesto, una bomba nuclear robada. A qué tanto embrollo, si el chiste es inventar un pretexto para las cada vez más inverosímiles secuencias de acción.
7) Hablando de acción, al héroe ya no le quedan escenarios novedosos. Para evidenciar el agotamiento, en la tradicional secuencia previa a los créditos, la espectacular persecución se realiza por tierra, agua y aire. En el colmo de lo rebuscado, hay otra persecución dentro de un oleoducto.
8) Igualmente cansados son los chistes de doble sentido pronunciados por Bond en cualquier ocasión lúbrica. En esas instancias, no se es fiel al espíritu de Fleming, sino al de Mauricio Garcés.
9) Como símbolo de que la fórmula ya necesita agitarse y revolverse, El mundo no basta marca la última aparición de Desmond Llewelyn en el papel de "Q", el suministrador de aparatos ingeniosos a lo largo de casi toda la serie, quien cede su lugar a "R", interpretado por John Cleese con su habitual comicidad pedante. En un mundo ideal, la siguiente película de James Bond sería un proyecto de Monty Python, dirigido por Terry Gilliam.
EL MUNDO NO BASTA
(The World Is Not Enough)
D: Michael Apted/ G: Neal Purvis, Robert Wade, Bruce Feirstein, sobre un argumento de Purvis y Wade/ F. en C: Adrian Biddle/ M: David Arnold/ Ed: Jim Clark/ I: Pierce Brosnan, Sophie Marceau, Robert Carlyle, Denise Richards, Robbie Coltrane, Judi Dench/ P: Eon Productions para Metro-Goldwyn-Mayer. G. Bretaña -EU, 1999.