Ť "Es algo para lo que no tengo respuesta": Medina
La ausencia de Paoli costará al país 2 mil 500 millones de pesos
Ť "!Vendido!", le gritaron sus copartidarios al diputado panista
David Aponte, Ciro Pérez Silva y Roberto González Amador Ť La ausencia del presidente de la mesa directiva en el salón de sesiones, el panista Francisco José Paoli Bolio, dio el triunfo al PRI en la votación para el flujo de recursos al Instituto para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB).
"Es la curul más cara en la historia del Congreso, 2 mil 500 millones de pesos más al IPAB", maldecían los propios panistas en el Día de los Santos Inocentes.
ųƑDónde está Paoli? šTraigan a Paoli! šPaoli, sal de ahí! ųgritaban panistas y perredistas en el salón de sesiones, y miraban al tablero electrónico de votación.
El PRI les ganaba la partida en cuanto a la propuesta del llamado G-4, que pretendía reducir en 2 mil 500 millones el costo del rescate bancario en el 2000 y, con ello, asestar el primer golpe a la bancada priísta en el segundo periodo extraordinario de sesiones de la Cámara de Diputados.
Carlos Medina Plascencia, coordinador de los diputados panistas, tomó el teléfono instalado en su curul y llamó a la oficina de Paoli Bolio: "šBaja! ƑQué pasa?". El presidente de la mesa directiva no hizo caso de la orden de su jefe de bancada y argumentó asuntos relacionados con la Comisión Permanente.
El G-4, los grupos parlamentarios de PAN, PRD, PT y PVEM, estaba a punto de su primera derrota frente al PRI (238 legisladores) y sus aliados, cinco del PT, dos independientes y una ex perredista.
La gritería de las bancadas de PAN y PRD creció en el pleno. "Vota Paoli, vota Paoli". "ƑDónde está Paoli?" "šQué venga Paoli!". El panista, el hombre de la barba ubicado en la tribuna más alta del recinto legislativo, nunca apareció. El PRI ganó la primera votación, la más importante para Arturo Núñez, el líder de los priístas, la del gobierno federal, por un voto, por la ausencia del diputado del PAN.
Dos minutos más tarde, ya cuando los del G-4 lamentaban la primera derrota, Paoli Bolio entró a ocupar su lugar en la presidencia de la mesa directiva. No hubo compasión de sus correligionarios, menos de los perredistas y los petistas.
Saludos al legislador blanquiazul
"Culeeeeeeeero, culeeeeeeero, culeeeeero", le restregaron desde la zona de los panistas. Los priístas se burlaban: "respeto al presidente de la mesa". "Gracias Paoli, gracias Paoli".
Desde sus curules, los panistas no le daban tregua. "šVendido! šVendido! šVendido!". La perredista de Michoacán, Cristina Portillo, sentenció: "por tu culpa perdimos". Paolio Bolio ni siquiera se inmutó, ante el enojo de sus compañeros de oposición y la celebración del PRI.
Furiosos, los panistas Germán Martínez y José Espina Vonroerich decían a la prensa que Paoli Bolio "es un culero, un legislador de oposición que no tiene justificación". Marco Antonio Adame secundó con un derrotado: "luchamos con todo y esto ya está fuera de nuestra parte".
Los panistas cuchicheaban, decían que Paoli nunca pensó que su voto se iba a cotizar en 2 mil 500 millones de pesos. "Nunca se lo imaginó", remató Espina Vonroerich. Mucho más directo, otro del PAN, Javier Paz Zarza, dijo que "lo maicearon. No hay que ser ingenuos". En el salón, los priístas celebraban: "Paoli al Senado, Paoli al Senado".
Felices, Arturo Núñez y Fidel Herrera, coordinador y vicecoordinador del grupo del PRI, respectivamente, se frotaban las manos. "Ya salió lo más importante para nosotros, que era el Fopabroa (IPAB)", dijo el primero. "Lo demás es chaser", agregó el segundo.
Para ese momento, el PRI también ya había ganado la segunda votación del IPAB, había rechazado los candados propuestos por el PAN para el flujo de los recursos. Incluso, Vicente Corta, secretario ejecutivo del instituto, ya había abandonado el salón de sesiones, ya había dejado de asesorar al priísta Dionisio Meade.
Los priístas no cabían de gusto. "Los aplastamos. Lo importante era el IPAB y el voto general del dictamen. Ya hay presupuesto para la nación y sin condicionamientos para el IPAB", dijo Fidel Herrera, el hombre de las frases, el "niño artillero".
La primera jornada para la aprobación del presupuesto culminó a las 2 de la mañana de este martes en las oficinas del subsecretario de Egresos de Hacienda, Santiago Levy, ubicadas en la avenida Constituyentes, cuando los diputados y los funcionarios del gobierno federal terminaron de "planchar" el dictamen.
Los legisladores propusieron regresar a San Lázaro para imprimir el dictamen. Pero el subsecretario los sorprendió: "Aquí tenemos papelería (con el membrete de la Cámara). Aquí lo podemos hacer".
ųAquí podemos hacer dictámenes, iniciativas, votos particulares ųbromeó ante el asombro de los legisladores de PAN y PRD. Ja, ja, ja, soltaron los legisladores.
El perredista Carlos Heredia le dijo a Levy: "no tendrá unas boletas del IFE. ƑQué más tiene?". "Aquí hacemos de todo", respondió el subsecretario de Hacienda, según el relato del propio Heredia.
Los diputados y los funcionarios llevaban más de 14 horas de negociación. No hubo más remedio: el dictamen del Presupuesto de Egresos fue impreso en las oficinas de Hacienda, con la papelería que tiene el gobierno federal, los papeles con el logotipo de la Cámara de Diputados.
"Es parte de la promiscuidad entre el Legislativo y el Ejecutivo. Una relación viciada desde hace más de 70 años. Tal vez hubo un exceso de complacencia del PRD al aceptar que las negociaciones tuvieran lugar en las oficinas de Hacienda y no en la Cámara de Diputados", agregó Heredia.
Por la mañana, la pista se trasladó al Palacio Legislativo de San Lázaro. La presidenta del PRI, Dulce María Sauri, sostuvo una reunión con los legisladores priístas para pedirles que sacaran adelante el presupuesto.
Previamente, ya había mandado una carta a cada uno de ellos con la leyenda: "lo invito a que sigamos luchando juntos por un México de democracia, libertad y justicia social, en la que está trabajando todos los días el Presidente de la República, Ernesto Ponce de León".
Los priístas iban por todo, principalmente por el asunto del IPAB. Cuando Dulce María Sauri los dejó solos, los diputados del tricolor comenzaron a bromear a un tal Obregón, secretario técnico del diputado Guillermo Barnes: "a ver, Obregón, suelta los cañonazos. Nosotros también queremos".
Y es que la estrategia del PRI ya estaba definida: 238 de su bancada, cinco del PT, Maximiano Barbosa, Gerardo Acosta, Miguel Angel Garza, Armando López Romero y Baldemar Dzul; los independientes Carolina O'Farril y Francisco Xavier Berganza, y la ex perredista Martha Irene Luna Calvo. Ya había asegurado 246 sufragios para la guerra en el tablero electrónico de votación.
Sin embargo, la ausencia de Paoli Bolio en la votación sobre la asignación de recursos al IPAB fue definitiva. El panista resultó ser el fiel de la balanza. Por un voto, el PRI ganó al G-4 y de ahí se alzó con la victoria en contra de los candados que el PAN quería poner al instituto: el retorno de los 5 millones de dólares que donó Carlos Cabal Peniche a las campañas electorales de Roberto Madrazo y Ernesto Zedillo en 1994 y las listas con los nombres de las personas que realizaron operaciones ilícitas que pararon en el Fobaproa.
Por alguna razón, la desaparición de Paoli Bolio no pudo ser más oportuna para los afanes del PRI, para dar recursos al IPAB como lo quería el gobierno federal. El tablero quedó 245 votos para el G-4 y 246 para los priístas.
Medina Plascencia se lamentaba de la actitud del presidente de la mesa directiva en uno de los baños cercanos al salón de sesiones: "Es algo para lo que no tengo respuesta...". Tal vez la misma está relacionada con la paternidad panista del IPAB.
La sesión continuó con la votación sobre la reasignación del gasto social. Ahí, el bloque de los cuatro opositores ganó uno a uno los apartados relacionados con vivienda, apoyo al campo, jubilados, educación y el programa de fortalecimiento estatal. El PRI ya no pudo rebasar su tope de votos, los 246, y la oposición le ganó la partida con más de 247.
Después de seis horas de votaciones, sin debate, el presupuesto de la nación quedó listo. El perredista Pablo Gómez definió el resultado con un "quedó a toda madre".
ųƑPero perdieron el asunto del IPAB?
ųEl IPAB era pura pirotecnia. No era cuestión de vida o muerte y la Cámara de Diputados por primera vez en 60 años logró modificar una iniciativa presentada por el Ejecutivo ųexpuso.
En la tribuna, Paoli Bolio, centro de la atención y de la prensa, no quiso hacer comentarios por su actitud. "ƑCuánto le dieron?", soltó un periodista de televisión.
La respuesta quedó en el aire. Sin embargo, la ausencia del panista le costó al país 2 mil 500 millones de pesos.