Ť Su decisión, en 14.5 minutos; concesionará la Basílica al reverendo Moon
Se convierte Vicente Fox al budismo
Cerro del Cubilete, Guanajuato, 27 de diciembre Ť Luego de conocer las declaraciones que ayer hizo el papa Juan Pablo II, aceptando que Juan Diego nunca existió y que el milagro de la aparición de la Virgen de Guadalupe al indígena no es más que un mito, Vicente Fox Quesada, candidato presidencial de los partidos Acción Nacional y Raboverde Ecologista, decidió convertirse al budismo.
Tras encabezar una peregrinación en este lugar, el aspirante presidencial manifestó ante las agrupaciones que le son afines, como los Amigos de Fox y Socios de Texaco, que ya abandonó la religión católica, y que lo mejor para todos los mexicanos es seguir su ejemplo. Por lo tanto, aseguró que cuando alcance la primera magistratura del país, la Basílica de Guadalupe será concesionada al reverendo Moon para convertirla en el primer centro budista de México.
Cuando se le informó que el reverendo Moon no era budista, el guanajuatense replicó: "Los dos son chinos y religiosos. Por lo demás, Ƒqué esperaban en menos de 15 minutos: precisión o velocidad?
Después de las declaraciones del Papa, Fox decidió hacer la peregrinación, al final de la cual dijo sentirse muy afectado, y vehementemente arrojó el estandarte de la Virgen de Guadalupe que enarboló durante su toma de protesta, sustituyéndolo por una imagen de Buda, quien, según Fox, "hasta se parece al Maquío". Y agregó: "La conversión de los mexicanos, al igual que la mía, requiere sólo de 14.5 minutos. No pretendo batir mi propio récord, pero lo de Chiapas sí va a ser un poquito tardado. Tomará medio minuto más".
El ex gobernador de Guanajuato consideró al Cerro del Cubilete como el lugar más adecuado para protestar por la determinación del Vaticano, después de que éste centro se considera uno de los puntos más significativos de la comunidad católica para la práctica de su fe.
"A partir de ahora, después de que las encuestas me ubican como el próximo presidente de la República, nadie que no ame a Buda podrá acudir a este lugar. De hecho, no permitiré que en ningún hogar se mantengan los crucifijos o imágenes de la Virgen, siendo que el papa Juan Pablo II reniega de la existencia de Juan Diego".
Para Vicente Fox, la determinación está tomada y, de hecho, las conversiones ųindicó en conferencia de prensa posterior a su peregrinaciónų iniciaron en las propias instalaciones del Partido Acción Nacional, donde, precisó, el propio dirigente del blanquiazul, Luis Felipe Bravo Mena, aceptó, mientras le sobaba la panza al candidato presidencial, que es necesario realizar estos cambios porque "el pueblo de México no debe vivir en el engaño, y para no permitir que se hunda en la desilusión hay que tomar medidas a fondo".
Mencionó además que ayer por la noche sostuvo encuentros con la jerarquía católica mexicana para hablar sobre el asunto. Según trascendió, la reunión fue ríspida al principio porque Vicente Fox llamó a los obispos "arañas peludas y potecates". Sin embargo, ante el desánimo de los religiosos por la noticia de que Juan Diego fue un mito, y por tanto la Guadalupana nunca se le apareció, el guanajuatense logró algo nunca antes visto en la historia de México: hacer que los altos jerarcas católicos abjuraran de su religión.
Antes, se reunió con el ex abad de la Basílica Guillermo Schulenburg quien por cierto fue objeto de abundantes elogios después de ser el primero en descubrir que Juan Diego nunca existió. Ambos jugaron golf en la residencia que el primero tiene en Cuernavaca.
Termina el Papa con
468 años de engaño
Agencias, El Vaticano, 26 de diciembre * El Papa Juan Pablo II desmintió, de manera sorpresiva, el milagro de las apariciones de la Virgen de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac, y con ello acabó con una de las festividades más importantes para la feligresía católica mexicana, que durante 468 años celebró el hecho.
El sumo pontífice citó a conferencia de prensa de manera intempestiva y mencionó que, después de meditarlo en uno de sus salones privados, llegó a la conclusión de que efectivamente el ex abad de la Basílica Guillermo Schulenburg y el arcipreste de ese templo religioso, Carlos Warnholtz, tenían razón en sus dudas. Incluso aceptó que se equivocó en nombrar beato a Juan Diego.
Algunos obispos mexicanos, como el cardenal Norberto Rivera, se encontraban junto al Papa, y muy a su pesar asumieron que la Iglesia de su país aceptará con respeto las decisiones del Santo Padre, y por tanto estarán en espera de que las autoridades, tanto eclesiales como federales de México, determinen cuál será el destino de la Basílica de Guadalupe después de que con sus declaraciones Juan Pablo II la invalidó como principal centro católico de la Latinoamérica.
Durante el encuentro que sostuvo el sucesor de San Pedro con la prensa internacional, éste dijo: "No podía permanecer con la conciencia tranquila sabiendo que miles de personas, especialmente los mexicanos, vivieron durante muchos años en el engaño. Después de analizarlo muy meticulosamente, llegué a la conclusión de que efectivamente Juan Diego no existió. Es un mito, y las apariciones de la Virgen tampoco existieron".