* Muestra de 64 obras en el Museo de la SHCP
Estética del canibalismo, de Fors, el bello lado oscuro del hombre
Merry Mac Masters * Según el pintor José Fors (1958), ''estamos acostumbrados a retratarnos más bonitos de lo que somos''. La verdadera belleza, no obstante, está en la realidad del hombre. Eso es lo que muchos ven en su obra como ''lo horrible'' o el lado oscuro del ser humano. Quizá, reflexiona, es el hombre que ''muchas veces no queremos ver''. Pero como ve los dos lados, ''tal vez lo que consideramos bello se encuentre también en la técnica que utilizo, que es más preciosista''.
Aunque su obra consiste en retratos de diversos modelos, a la vez son autorretratos. Al final ''siempre me encuentro en la situación del personaje''. Esto se debe a que ''aprendo, me descubro, voy matando fantasmas, voy metiéndome cada vez más''. ''Hay cosas que ciertamente sí son dolorosas, pero creo que son búsquedas necesarias y cotidianas", agrega.
Nacido en La Habana, Cuba, pero instalado en Guadalajara desde 1967, Fors siempre ha desarrollado el tema del ser humano. Todo empezó por su fascinación con la anatomía y el dibujo renacentistas, y con la piel humana en sí. Su primer maestro fue el español Roberto Martínez, con quien estudió dibujo anatómico. También sintió fascinación por la parte psicológica del hombre.
Respecto de ese lado "feo" del hombre, Fors no cree que el arte o la vida tengan que ser bonitos. Que pueda tener un lado bonito, sí, pero ''creo que más bien es una lucha constante, y mientras más vida existe es porque hay más lucha, más enfrentamiento. Creo que los homo sapiens tenemos mucho a qué enfrentarnos todavía con nosotros mismos y entre nosotros''.
-ƑQué te atormenta?
-Pues quizá ser homo sapiens. Definitivamente preferiría ser una mosca o cualquier otra cosa. Me atormenta bastante verme en la especie más destructora del planeta. Me atormenta lo desconocido como a todo el mundo. Por eso trato de hurgar más entre las telarañas y trato de conversar más con los monstruos que existen en la cabeza de todo ser humano. Me atormenta también mi pasado. Descubro cosas del pasado que nunca quise ver y que me estuvieron atormentando sin que me diera cuenta. Eso me da mucho coraje. Entonces, es una necesidad enfrentarme día a día con ese José desconocido y con esos personajes que me rodean también, mis familiares, mis amigos cercanos, también irlos descubriendo y aprendiendo de ellos.
Actualmente, Fors exhibe obra de diferentes épocas, aunque la mitad es reciente, en el Antiguo Palacio del Arzobispado. Entre las partes más nuevas está la sala de los ''decapitados'', que le sirve para explicar qué tan ''horrible'' puede o no ser un tema. ''Los decapitados no nacieron nada más porque quería pintar monoblocks y necesitaba aire alrededor. También quería pintar expresiones faciales, caras. La única manera que podía hacer eso era cortando aquí (señala a la altura del cuello), porque si no, me tenía que extender hacia fuera del cuadro, imaginarme el resto del cuerpo, y no tenía yo aire alrededor de todo el elemento. Muchas veces también son búsquedas plásticas.
''Cuando antes usaba muchos elementos exteriores de clavos en la cabeza, eran direcciones, líneas de composición, maneras de apoyar una cabeza, un modo de clavar algo y que se sintiera más sólido... Para mí no tenía nada que ver con torturar. Si te fijas las expresiones no cambian, no son de dolor en realidad. Muchas veces verás personajes con la boca abierta pero es como cuando estás en el consultorio del dentista. No es un grito, sino nada más cuando estás esperando al dentista y te dejan con la boca abierta media hora. Ese es el tipo de expresión que busco y que tiene más que ver con la apatía que con el dolor''.
(Estética del canibalismo, exposición de 64 obras, entre óleo, grabado y montipo, de José Fors, se exhibe hasta el 30 de enero en el Museo de la SHCP. Antiguo Palacio del Arzobispado, Moneda 4, Centro Histórico.)