* La efímera exhibición, ardid para empantanarla en un litigio, considera el director


La cinta La ley de Herodes será retirada de carteleras esta semana

* No permaneció en la programación ni los 15 días mínimos que marca la normatividad

* Imcine presionó a Luis Estrada para que se proyectara hasta después de las elecciones

Yanireth Israde * Los temores del cineasta Luis Estrada se confirman: su película La ley de Herodes, que constituye la más fuerte crítica hecha en cine a los regímenes de gobierno priístas, será retirada de exhibición esta semana, luego de presentarse desde el viernes en la semiclandestinidad (únicamente dos salas la programaron), con las peores condiciones de difusión y sin la autorización del director ni su productora Bandido Films.

Fuentes del área de proyección del Cinemark ubicado en el Centro Nacional de las Artes, revelaron que La ley de Herodes sólo se exhibirá esta semana, a pesar de la ''buena'' entrada que ha tenido en los dos días previos.

Tal decisión viola la Ley Federal de Cinematografía, la cual establece que todas las películas mexicanas deben permanecer en cartelera por lo menos 15 días.

En la Cineteca Nacional, donde también se presenta, recomiendan en la taquilla "verla lo más pronto posible", porque "estará programada hasta el jueves, pero pueden quitarla antes".

La cinta no tuvo siquiera cartel promocional ni trailers, apenas publicidad mínima en los diarios. Además, la precedió un desafortunado episodio en el cuarto Festival de Cine Francés de Acapulco, de cuya programación fue súbitamente retirada por las autoridades del Instituto Mexicano de Cinematografía (que incluso fungió como coproductor de la cinta); fue proyectada sólo después de la presión del público, los actores y la prensa.

Aun con las condiciones adversas, La ley de Herodes ha sido bien recibida por los espectadores por decir las cosas como son y mostrar abiertamente las siglas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), su juego político, el derramamiento de sangre por el poder y el robo a la nación, entre otros aspectos que la convierten, a todas luces, en una cinta incómoda.

''Aquí puede verse cómo la maldad en este país tarde o temprano se premia'', comentó un espectador el sábado en el Cinemark CNA. ''Es más que vigente y ayuda a concientizarse'', opinó otro. ''Ojalá y le dieran mayor difusión'', pidió uno más que lamentó la función de las 22:05 horas, que todo el tiempo estuvo fuera de foco.

Los asistentes celebraron además el humor de la película, su ''tono ameno'' y su carácter crítico.

De boca en boca se ha hecho la promoción. Algunos se enteraron del filme por un pequeño anuncio en el periódico, y después de verla la recomendaron.

La ley de Herodes, dirigida por Luis Estrada y escrita por él, Vicente Leñero, Jaime Sanpietro y Fernando León, con actuaciones de Damián Alcazar, Leticia Huijara, Isela Vega, Pedro Armendáriz, Salvador Sánchez, Guillermo Gil y Eduardo López Rojas, relata la transformación de un candoroso y manipulable militante priísta que el régimen "coloca" como alcalde en San Pedro de los Saguaros, un desolado pueblo de apenas unos 100 habitantes, su mayoría indígenas, que se ha convertido en botín de repetidos presidentes municipales, quienes acaban linchados.

Son los cuarenta, durante el sexenio de Miguel Alemán Valdés. Juan Vargas (Damián Alcazar) llega con buenas intenciones al pueblo olvidado, pero sin una pizca de conocimientos administrativos y jurídicos, paladeando sus sueños de grandeza y creyéndose -como se lo dijeron- el portador de la modernidad y el progreso.

La voluntad le dura poco, porque la matrona del burdel, un sacerdote que cobra para perdonar los pecados y un gringo rapaz acaban por enfrentarlo con la ley de Herodes (o te chingas o te jodes) y opta por joder.

Para joder como se debe, su superior le obsequia una pistola y un compendio de las leyes federales y estatales. ''Si sabes usar este libro vas a sacar mucho de multas'', lo instruye. Varguitas regresa al pueblo cargando su librote y aprende a recitar leyes que los otros no entienden, pero que ante la grandilocuencia del alcalde y su vistosa arma terminan aceptando.

Lo demás son promesas, robos disfrazados de impuestos, ataques a la oposición -que en esa época la representa el doctor Escena de la pel’cula La ley de Herodes. El personaje que muestra la pistola es Juan Vargas, el protagonista Morales, celoso custodio de las buenas costumbres, militante del PAN y candidato a la presidencia municipal en cuatro ocasiones-, y no faltan los asesinatos, el machismo, la megalomanía y un final que sacude a los espectadores: Es la la ley de Herodes.

 

Temor ante los comicios

 

El gobierno federal no quiere que la cinta se proyecte en el 2000, en pleno periodo electoral.

El director del Imcine, Eduardo Amerena y sus jefes -cuenta Luis Estrada- ''consideraron muy peligroso que la película se estrenara en ese momento y trataron de convencerme de que su exhibición fuera después del 2000''.

Estrada no aceptó, y tenía ya "atractivas ofertas" de las distribuidoras más importantes del mundo para estrenarla simultáneamente en toda la República Mexicana y el sur de Estados Unidos, con un presupuesto de publicidad de entre 400 y 500 mil dólares.

El sorpresivo estreno de la película, en las condiciones de publicidad ya mencionadas, y en claro atentado a los derechos autorales y patrimoniales, evidentemente afecta las negociaciones que se tenían con esas distribuidores.

La maniobra del Imcine, además de que viola la ley, "es burda", pues todo parece indicar que quiere provocar una demanda de Luis Estrada y que entonces entren en un largo litigio, hasta que pase el periodo electoral.

Por el momento, Estrada continúa recibiendo asesoría legal para determinar cómo actuará ante el hecho.

Además, aclara el también director de Camino largo a Tijuana, Bandidos y Ambar, las copias que se están exhibiendo tanto en la Cineteca como en Cinemark ''se hicieron sin mi autorización, y eso -cualquier abogado podría constatarlo- se llama piratería''.

 

Maniobra intimidatoria

 

''No entiendo la actitud del Imcine", dice Pedro Armendáriz, actor de esa película y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas. ''Está haciendo una maniobra intimidatoria pretendiendo que Luis Estrada reaccione e interponga una demanda, me parece arbitrario y tonto. Es antidemocrático todo lo que ha hecho; es un camino que no lleva a ninguna parte. No debiera actuar así. Todos somos compañeros''.

Armendáriz manifiesta su desconcierto, porque la película en cuestión ya tenía el permiso de la Secretaría de Gobernación y además el Imcine, como coproductor, conoció el desarrollo de la cinta y estuvo al tanto.

ƑSerá un ejemplo de la ley de Herodes?