* Revelan que la aviación rusa bombardeó al menos 30 pueblos


Admite Moscú que los chechenos contratacan en numerosos lugares

* Denuncian refugiados que las tropas del Kremlin han dado muerte o herido a muchos civiles

Reuters, Afp, Dpa y Ap, Sleptsovsk, 1o. de diciembre * Rusia reconoció hoy que los guerrilleros chechenos lanzaron contrataques en numerosos lugares, pero aseguró que no han recuperado una sola posición.

Mientras, continuó la ofensiva aérea rusa en Chechenia y, según las televisión rusa, al menos 30 pueblos fueron bombardeados en las últimas horas, al tiempo que refugiados denunciaron que las tropas federales en su avance hacia Grozny han dado muerte o herido a muchos civiles.

El Departamento de Estado estadunidenses reiteró su exigencia de que Moscú autorice el envío de una misión a Chechenia de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, luego de que el Kremlin permitió el viaje a la conflictiva región de una delegación de la Organización de la Conferencia Islámica.

El ministro ruso de Defensa, Igor Sergueyev, reconoció que los rebeldes han lanzado una serie de contrataques e intentan retomar la ofensiva militar, pero sostuvo que "no lo han conseguido".

A tres meses del ingreso de las tropas rusas en la república caucásica, el mariscal Sergueyev dijo que la operación de sus tropas podría durar unos tres meses, lo que contrasta con estimaciones hechas en septiembre pasado, en las que se anticipaba que la eliminación de los "terroristas" chechenos se lograría en dos semanas.

El viernes pasado el número dos del estado mayor ruso, general Vewleri Manilov, dijo que el grueso de la operación terminaría "antes de fin de año".

La ofensiva rusa contra posiciones de rebeldes wahabitas (radicales islámicos) comenzó hace nueve semanas, luego que un grupo de guerrilleros islamistas, encabezados por Bassaiev, tomó en agosto varias aldeas de la vecina república de Daguestán y proclamó un Estado islámico.

A la ocupación de pueblos en Daguestán siguieron varios atentados en ciudades rusas, durante los meses de agosto y septiembre, con saldo de 300 muertos, que fueron atribuidos por Moscú a los wahabitas.

En todo caso, Sergueyev dijo que sus fuerzas lograron el control de la estratégica ciudad de Argun, que guarda la puerta este de Grozny, la capital, en unos dos o tres días.

"La ciudad chechena de Argun está cerrada y, creo, en dos o tres días se verá librada de combatientes rebeldes con la ayuda de los residentes", dijo en comentarios televisados durante una inspección de una división de infantería en Moscú.

Pero los rebeldes aseguraron que hay fuertes combates en torno a las poblaciones ubicadas al este de Argun y al oeste de Grozny. Refugiados que escapan de la región relataron que civiles quedaron atrapados por las tropas rusas.

Más aún, refugiados procedentes de Chechenia que lograron llegar a Ingushetia dijeron que las tropas rusas están entrando en pueblos alrededor de Grozny, matando e hiriendo a muchos civiles.

"En los últimos días han estado atacando mi pueblo --relató Dasha Dudayeva, una refugiada procedentes de Alkhan Yurt, a 10 kilómetros de Grozny--. Hay muchos muertos y heridos, pero todavía no se han hecho del pueblo".

La agencia de noticias rusa Interfax informó que los residentes de Argun pidieron a las tropas rusas que dejen de bombardear su comunidad, y les señalaron que ya expulsaron a los combatientes islámicos, como ya ocurrió en las ciudades de Gudermes y Achkoi-Martan, el mes pasado.

Así las cosas, la televisora NTV dio cuenta de que unos 30 pueblos al sur de Grozny fueron bombardeados este miércoles, mientras un cibersitio checheno en Internet indicó que las tropas rusas lanzaron "masivos" ataques en todos los frentes, incluido Alkhan-Yurt, en el oeste, y Dzhalka, Novogrozny y Mesker-Yurt, en el este.

El centro de prensa militar checheno sostuvo que "combates de gran amplitud continuaban en el este. Los rusos perdieron ocho blindados y tres tanques", pero no informó sobre las pérdidas humanas en ninguno de los bandos beligerantes.

En otros asuntos, el Kremlin confirmó que el presidente Boris Yeltsin padece neumonía, lo que apuntala aún más al primer ministro Vladimir Putin, señalado por el propio Yeltsin como su sucesor político, y quien ante la obligada ausencia del gobernante aumenta su poder e influencia.

Pero en una buena noticia para Yeltsin, el Tribunal Constitucional dictaminó que el mandatario ruso actuó correctamente al destituir temporalmente al fiscal general Yuri Skuratov, envuelto en un escándalo sexual, justamente cuando investigaba casos de corrupción que presuntamente involucraban al entorno del presidente, en especial al magnate Boris Berezovsky.