Ť Devueltas, instalaciones de Corozal Este y Oeste


Fue cerrado el fuerte Clayton, última base de EU en Panamá

Ť Moscoso pretende legalizar la presencia estadunidense, acusan

Fernando Martínez, corresponsal, Panamá, 30 de noviembre Ť El fuerte Clayton, la última base militar de Estados Unidos en Panamá, cerró hoy oficialmente para convertirse en la instalación número 14 clausurada a lo largo del canal interoceánico, donde Washington las mantuvo durante casi un siglo.

También las instalaciones de Corozal Este y Oeste, dedicadas al apoyo logístico de las tropas, fueron devueltas hoy, y el gobierno panameño recibirá este miércoles el control del puesto de antenas ubicado en la cima del cerro Ancón, la última instalación de uso militar estadunidense en suelo panameño.

El izamiento de la bandera panameña en lo que hasta hoy fue el fuerte Clayton se produjo a 31 días de la devolución del canal al país, en cumplimiento de los históricos Tratados Torrijos-Carter, y en momentos en que el gobierno de la presidenta Mireya Moscoso enfrenta críticas de la oposición a raíz de las negociaciones que adelanta con el gobierno de Estados Unidos orientadas a un acuerdo para una Estrategia Nacional de Seguridad, que, sostienen organizaciones populares, "busca legalizar y disfrazar" la permanencia militar estadunidense en el país canalero.

Moscoso reconoció este martes que "es verdad que se han iniciado consultas, no sólo con Estados Unidos, sino con otros países de nuestro continente, Europa y Asia para lograr un Plan Estratégico de Seguridad Nacional", porque éste "ha dejado de ser un tema individual para convertirse en uno global".

No obstante, añadió Moscoso, el gobierno no adelanta ningún tipo de negociación que signifique de manera alguna la continuación de la presencia militar estadunidense en Panamá, "ni pretendemos compartir instalaciones con autoridades de ese país para temas como el combate al narcotráfico, seguridad fronteriza u otras".

De su lado, Nils Castro, secretario de Asuntos Internacionales del opositor Partido Revolucionario Democrático, afirmó que las declaraciones de la presidenta Moscoso "merecen aplauso, pero habría que lamentar que altos funcionarios de su gobierno visiblemente están haciendo cosas que la contradicen".

"Los actos de hoy son motivo de regocijo porque se cumple un objetivo histórico de la nación, afirmó Castro, pero es también motivo de preocupación por cuanto la ciudadanía ha sabido que tras bastidores se negocia un acuerdo de seguridad que desdice la letra y espíritu de los Tratados Torrijos-Carter al introducir, de manera precipitada, previsiones en materia de seguridad con injerencia extranjera que, eventualmente, podrían volver a convertir el país en un protectorado".

También el Movimiento Nacional por la Defensa de la Soberanía, que agrupa a organizaciones sindicales y estudiantiles, sostuvo que Moscoso y su gobierno asumen "el mismo papel de complicidad con el gobierno de Estados Unidos que caracterizó a su antecesor, el ex presidente Ernesto Pérez Balladares, cuando impulsó la creación del Centro Multilateral Antidrogas, que no era más que un burdo disfraz para ocultar la continuación de las bases militares norteamericanas en Panamá después del año 2000".

Desde hoy, sólo 36 soldados del Ejército Sur quedan en territorio panameño, "hospedados en hoteles mientras concluyen algunas tareas como la cancelación de cuentas a contratistas locales", afirmó el coronel Eduard Schumann, comandante de la Brigada de Apoyo del Teatro de Operaciones, encargada del traslado definitivo de tropas y equipos militares estadunidenses a Puerto Rico o Miami, sede del Comando y del Ejército Sur, respectivamente.

Guatánamo, la principal base

Ap y Afp * Mientras el presidente estadunidense, Bill Clinton, declaró que el Senado de su país hizo bien en ratificar los Tratados Torrijos-Carter hace 21 años y manifestó su confianza en que la vía interoceánica quedará en buenas manos una vez que sea entregada a Panamá en diciembre próximo, el Pentágono reconoció que con el cierre de su última base en Panamá conserva pocas instalaciones militares en América Latina, lo que convierte a la base de Guatánamo, en Cuba, en la principal de la región.

La presencia militar de Estados Unidos en la región es de mil 200 efectivos, de los cuales mil 42 se encuentran en Guatánamo, 513 en Palmerola, Honduras, mientras cuenta con unos 130 asesores y técnicos en Colombia, 84 en Bolivia, 58 en Haití, 43 en Brasil, 40 en Venezuela, 42 en Perú, 33 en México y 19 en Ecuador.