Ť Se rechazará con vigor el proteccionismo, señala


Planteará México en la OMC más liberalización y apertura: Zedillo

Ť Interviene en reunión de empresarios mexicanos y de EU

Patricia Muñoz Ríos Ť El presidente Ernesto Zedillo sostuvo ayer que "México debe pugnar por una nueva gran ronda de liberalización comercial a nivel mundial", y dijo que la posición que nuestro país llevará a la Ronda del Milenio de la Organización Mundial de Comercio (OMC) es de rechazo vigoroso a todas las formas de proteccionismo, incluso las encubiertas.

México --indicó el mandatario-- se muestra partidario también a favor de que se establezcan objetivos "ambiciosos" de apertura, pues considera que el libre comercio deberá ser el gran motor del desarrollo económico mundial del próximo siglo.

En la convención conjunta de la Cámara Americana de Comercio (Amcham, por sus siglas en inglés) y del Consejo Mexicano de Comercio Exterior (Comce), planteó que "sería trágico para el desarrollo económico mundial que en este momento, después de los avances que se han tenido en las últimas décadas, se aceptaran expedientes, visiones y mecanismos que significasen un retroceso en la liberalización comercial mundial".

El gobierno mexicano, explicó el mandatario, considera que, por el contrario, hay que ser ambiciosos y que la Ronda del Milenio debe plantearse de forma que se establezcan principios claros para evitar el surgimiento de "fuerzas neoproteccionistas", que sin duda están ahora prepárandose para embestir, para sugerir y pugnar por un retroceso.

En el foro integrado por el pleno de empresarios estadunidenses y del sector exportador, insistió en que se tiene que rechazar el cierre de mercados y reconocerse los beneficios que el libre comercio le ha traído a la economía mundial. México es un ejemplo donde se puede ver con precisión y claridad como la decisión de abrir su economía ha significado oportunidades, crecimiento y menos vulnerabilidad, ante las turbulencias internacionales, pero sobre todo ha significado oportunidades de bienestar para el pueblo, expuso Zedillo.

Se comprometió a que su gobierno seguirá impulsando estas políticas de apertura, que en realidad son de cambio estructural, ya que éstas han exhibido las virtudes y los buenos resultados y ello anima a seguir por este camino.

México ha emprendido un proceso de apertura ambicioso y no se ha detenido tan sólo con pertenecer a la OMC y al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), sino que ha buscado con muchas otras naciones acuerdos de apertura e incluso ya logró concluir un convenio de este tipo con la Unión Europea, el cual se espera que quede formalizado durante el primer semestre del próximo año, según auguró y calificó al mismo de una gran oportunidad de inversión, empleo y bienestar para el país.

Sobre este último acuerdo --al cual, dijo el presidente, "ahora le dicen TLCUE y suena chistoso"--, habló con su homólogo de la Comisión Europea, Romano Prodi, el cual le manifestó que este tratado no tiene precedente en las relaciones económicas y comerciales de ese bloque con el resto del mundo.

Ningún acuerdo había sito tan ambicioso, pues no solamente comprende cuestiones de servicio e inversión, sino muchas otras más y la apertura que propone es realmente muy importante y no la había planteado la Unión Europea con ningún otra nación. Nuestro país, será el único en el mundo, que tenga acceso preferencial al poderosísimo mercado de norteamérica y al enorme de Europa, además de otros seis países latinoamericanos e incluso está a punto de concluir otro acuerdo de liberalización comercial con Uruguay, anunció Ernesto Zedillo.

Dijo que por ello es importante que se continúen los cambios estructurales pendientes en nuestra economía, los cuales no pueden ser abandonados, tienen que aplicarse para que el país tenga condiciones de creciente competitividad, pues hoy en día en esta economía global "simplemente no podemos detenernos", tenemos que ser más eficientes, si se quiere seguir siendo parte importante en el comercio exterior.

El presidente también habló de la economía interna, de la cual dijo que el gobierno tiene una enorme confianza de que con la adopción del programa económico para el presente año, el país continuará creciendo y se sentarán las bases para que lo siga haciendo en los años siguientes.

En este foro, reconoció sin embargo, que crecer es importante pero no suficiente, si no hay un cambio estructural de la economía.

La conducción económica, sostuvo, tiene también por finalidad que para el año 2000 se pueda garantizar un crecimiento económico con estabilidad financiera y de precios. Por ello es necesario perseverar en esa política fiscal disciplinada.

"Nos estamos proponiendo alcanzar un déficit fiscal del uno por ciento del producto interno bruto y sabemos que el Banco de México seguirá aplicando una política activa contra la inflación", por lo que se prevé que ésta en el año 2000 será de 10 por ciento, y ello va a constituir una plataforma mucho más cómoda para que el próximo gobierno pueda abocarse con gran decisión, vigor y confianza a conquistar esa inflación que nos aproxime a la de nuestros principales socios comerciales, sostuvo el jefe del Ejecutivo.

Antes de cerrar su discurso, planteó que la expresión concreta del crecimiento económico que se ha registrado en el país es el satisfactorio comportamiento del empleo, pues en los primeros 10 meses del año, se ha tenido una tasa de desempleo de 2.6 por ciento, lo que significa el nivel más bajo desde que se produce este indicador en 1987.