Ť Leanza fue el único silbante involucrado en actos deshonestos, asegura


Once árbitros estuvimos bajo sospecha; la Segob investigó: Brizio

Ť Escuchó la cinta del León; confía en que la FMF aclare de una vez por todas el fantasma del 87

Miguel Angel Ramírez Ť Arturo Brizio, árbitro mundialista en 1994 y 1998, confirmó ayer que sí existió una cinta en la que se involucraba a un grupo de silbantes en casos de soborno, y que la Secretaría de Gobernación tuvo que intervenir para aclarar esto. Aceptó que él era uno de los 11 silbantes mencionados, pero dijo que el único que actuó deshonestamente fue Jorge Alberto Leanza, quien ųaseguróų ofreció disculpas a sus compañeros cuando los reunieron en la Federación Mexicana de Futbol.

Brizio dio su versión de lo publicado en este diario. De la acusación de Jorge Humberto Rojano, en el sentido de que Rafael del Castillo, ex presidente de la FMF, lo protegió en el caso de soborno de 1987, señaló: "me duele que Jorge hable de cosas que no son ciertas. No sé en qué consistió la protección. Si hubiera estado inmiscuido, seguramente, por la forma en que se investigó, hubiera salido a la luz pública". Agregó que no fue amigo de Rojano, aunque éste asistió a su graduación y a su boda, y lo invitó a sustentar con pruebas lo que dijo, para "poner a cada quien en su lugar".

Se le recordó que otro ex árbitro, Fermín Ramírez Zermeño, y dos comentaristas, Rafael Puente y José Ramón Fernández, también aseguraron que él y Edgardo Codesal estuvieron involucrados en los sobornos del 87. "Creo que es una cosa muy insistente esa del famoso casete, porque escuchamos casetes diferentes. El que yo escuché, junto con (Alfonso) González Archundia y Rafael del Castillo, hablaba de un soborno o intento de soborno entre un directivo del León y un árbitro, el difunto Leanza". Para Brizio todo se aclaró entonces, porque "si interviene gente de Gobernación o de inteligencia, no sé, seguramente se llegó al fondo de las cosas".

El run run que nos involucraba

En la FMF jamás se ha reconocido esto, nunca se dio una explicación al despido de Leanza, Joaquín Urrea y Enrique Mendoza Guillén del arbitraje, ni el porqué Codesal y Brizio fueron marginados para dirigir la liguilla de ese torneo. "Nos marginaron a un chorro ųconfía ahora Brizioų, estábamos sujetos a investigación todos. Eramos un grupo como de 11, 12 árbitros. Al interceptar ese casete había el run run de que un grupo nutrido de árbitros hacía acciones deshonestas. A mí me costó no arbitrar una liguilla".

*Brizio, Arturo Justificó el proceder de la FMF, y agregó que "en esa lista famosa estaba, aunque yo estoy convencido de su honestidad, Marcel Pérez Guevara. Sin embargo, sí dirigió (esa liguilla), porque Archundia consideró que la acusación era infundada. Un directivo le dijo que habían perdido, a pesar de un dinero que le habían dado".

Lo que en realidad salvó a Pérez Guevara en esa ocasión, fue que hizo la denuncia del intento de soborno en el partido Irapuato-León. La gente de los esmeraldas grababa todo, incluso en esa ocasión en que Marcel les rechazó un cheque de caja, porque al gerente del club se le olvidó sacar el efectivo del banco. Por eso filtraron después la cinta a la prensa, aunque se equivocaron de persona, pues terminó en las manos de Javier Arriaga y Del Castillo.

Brizio confiesa que esa cinta eran fragmentos de varias conversaciones, y se oía a "una persona que decía arreglar y tener a todo mundo en el bolsillo, que era ese árbitro (Leanza) con un directivo que pretendía comprar sus servicios. Era una lista de 11 árbitros; se hablaba de un grupo, los que más arbitraban en el campeonato, que eso era lógico. Si alguien pretende venderle algo, tiene que ser de los árbitros que más arbitran. Entonces, estaban los internacionales de aquel tiempo, Urrea, Mendoza, Edgardo, estaba yo, Vicente Alvirde, Benigno Velázquez, que no era internacional, pero arbitraba 20 partidos por temporada".

Brizio aseguró que se escuchaba perfectamente la voz de Leanza, y "la del presidente del León, Federico Madrigal", además de otra persona, "Corti o Corte (Carlos Corte Milano), un promotor que se autonombraba mediador y que hablaba de precios por punto".

Golpe a la memoria

Puntualizó que "no se trata de poner en entredicho la memoria de alguien que ya no vive, pero la voz (de Leanza) se escuchaba perfectamente. Incluso hubo una junta en la que yo no estuve, venía de un viaje de Estados Unidos, en la que se le comunicó a todos los árbitros que estaban siendo investigados, y Leanza reconoció que se había equivocado; ofreció disculpas a los demás árbitros; ya se encontraba muy enfermo".

Respecto a la investigación de Gobernación, apuntó que fue muy preocupante porque se hablaba de que hasta los teléfonos estaban intervenidos. Brizio dijo que le señaló a Del Castillo y a Archundia que para él era vital la aclaración, pues su actividad profesional (abogado) dependía de la confianza de la gente. "ƑQuién en su sano juicio contrata a una persona que se corrompe?" Agregó que un día Archundia le comunicó "que mi caso estaba aclarado y que me incorporara a los entrenamientos".

Aunque en el campeonato 1993-94 nuevamente surgieron las dudas y no le permitieron dirigir la final. Dijo que Pérez Guevara lo designó y después, un viernes antes, le anunciaron el cambio. Nunca pidió una explicación, pero piensa que si hay desconfianza en un árbitro "no se le debe quitar la final, se le debe correr del futbol".

Por eso, espera que la FMF, ahora que abrió una investigación por el caso Codesal, aclare la situación, "el fantasma del 87", pues "existió el casete, existió un directivo corruptor y un árbitro que pretendía ser corrompido".

Joaquín Urrea, por su parte, sólo reconoció que fueron "9, 10 árbitros" los que escucharon esa cinta, pero que nunca supo de la investigación de Gobernación.