Xococapa, Veracruz

Con el Ejército encima

Los municipios de Texcatepec, Zontecomatlán, Tlachichilco, Ixhuatlán de Madero, Zacualpan, Huayacocotla e Ilamatlán llevan un mes incomunicados por las torrenciales lluvias que se han desatado en el país, sin que nadie se percate de la grave situación que se vive en lo que se conoce como Sierra Norte de Veracruz o Huasteca Alta. Los alimentos escasean y la gente reclama maíz, Maseca por lo menos, pese a que todos saben que en las bodegas del Centro Regional del Instituto Nacional Indigenista se tienen guardadas 50 toneladas de Maseca sin que le sean entregadas a los miles de damnificados. La población supone que se utilizarán cuando se acerque la hora de votar por los candidatos del pri, el próximo 7 de noviembre.

Presentamos a continuación el informe de dos comités de derechos humanos que dan servicio en la Sierra Norte de Veracruz, en el que se relatan los pormenores de la muerte de un joven y las lesiones sufridas por el comisariado ejidal de Xococapa a manos de efectivos del ejército federal acantonados en la zona, en la madrugada del 16 de septiembre, en plenas fiestas patrias.

Sin querer adelantar conclusiones, inquieta conocer por una nota del corresponsal en Veracruz, Raymundo Jiménez, aparecida el 14 de septiembre en La Jornada, que tres días antes de la agresión, el 13 de septiembre, el comandante de la Sexta Región Militar, Armando Andriano Morales, reconoció, contraviniendo el usual mutismo que guardan los mandos militares del país, que el ejército "mantiene una estrecha vigilancia para evitar posibles brotes de violencia" en cinco zonas de Puebla, Hidalgo y Veracruz. Citado textualmente, el comandante declaró: Estamos efectuando medidas preventivas, porque no vamos a actuar hasta que haya un brote, esperemos que no se dé, pero estas medidas son como la medicina: hay que aplicar la vacuna para que no le pegue la enfermedad. "Entrevistado al término del 152 aniversario de la Batalla de Chapultepec, Andriano Morales aseguró que como resultado de la consulta nacional convocada por el EZLN en el presente año, existe una influencia de su movimiento en las zonas autóctonas de Puebla, Veracruz, Hidalgo y Tlaxcala. Es de estimarse que sí hay cierta influencia, porque durante su última consulta que celebraron a nivel nacional hubo presencia de ellos y se alentó la formación de algunos grupos, añadió, tras calificar como mal llamados zapatistas a los integrantes del EZLN". Si bien el comandante "dijo desconocer si se trata de posibles acciones violentas [...] destacó que quienes promueven a los indígenas les hacen ver cosas que no existen como la supuesta militarización de las zonas serranas, principalmente de Veracruz".

Con una población mayoritariamente nahua, Ilamatlán ocupa el cuarto lugar de marginación a nivel estatal y el 24 a nivel federal. Xococapa se ubica al noreste del municipio, colindando con el de Zontecomatlán. Hasta el año pasado, en que se abrieron brechas, fue una comunidad aislada a la que se accedía por Zontecomatlan, después de dos horas de caminata o treinta minutos en vehículo.

Desde 1997 el ejército mexicano ha tenido presencia permanente en el municipio, en campamentos que establecen cerca de las comunidades. En el caso de Xococapa el campamento estaba a últimas fechas en el paraje conocido como Loma de Xalcuatla.

A pesar de la presencia del ejército, los asaltos en los caminos no han disminuido y en cambio sí ha crecido el descontento de las comunidades por la inseguridad que sienten por sus mujeres que no pueden ir a lavar al río o llevar los almuerzos a los hombres a las milpas sin ser molestadas por los soldados.

A la fecha se tienen registrados casos de mujeres embarazadas por los soldados, sin llegar a denunciar violación, lo que crea conflictos en las familias. Se habla ya de prostitución de muchachas que ante la carencia en que viven, aceptan las propuestas de los soldados de irse con ellos por determinada cantidad de dinero. Esto ha ocasionado también tensiones entre los jóvenes del pueblo y los soldados, por la prepotencia con la que estos entran en el pueblo y por el asedio frecuente a las muchachas.

El día 15 de septiembre en la tarde, andaba un grupo de soldados en el centro de la comunidad de Xococapa, que tiene como mil habitantes. El oficial encargado de ellos les dio la orden de que se retiraran al campamento ubicado en la loma de Xalcuatla, como a diez minutos a pie. Pero seis de los soldados no obedecieron y se escaparon a tomar cervezas a Tlazoquico, como a veinte minutos a pie. Luego regresaron a Xococapa en la noche y tres de ellos se metieron al baile que organizaron los jóvenes de la comunidad en una disco improvisada en el centro del pueblo. El baile terminó a la una y cuarto de la mañana del día 16.

En ese momento un grupo de jóvenes empezaron a discutir con los seis soldados, que ya se encontraban medio borrachos. Estos comenzaron a disparar al aire. Los jóvenes, en lugar de huir empezaron a arrojarles piedras. Los soldados se empezaron a replegar hacia el extremo de la plaza tratando de alcanzar la salida del pueblo hacia su campamento. Durante su huída fueron disparando al aire, como se puede ver en las perforaciones que quedaron en el techos de la galera pública y los árboles que la flanquean. Al llegar al extremo de la plaza, uno de los soldados se cayó al piso y los balazos alcanzaron la altura de un cuerpo humano, impactando con un proyectil el pecho del joven Magdaleno Hernández, de 17 años. Fue entonces que el Comisariado ejidal, Leonardo Rivera Escamilla, conminó entonces a uno de los soldados a que entregara su arma, pero éste, en vez de detenerse le pegó tres tiros que le destrozaron el brazo, por lo que probablemente se lo habrán de amputar.

Según declaración de los soldados en el Juzgado de Primera Instancia de Huayacocotla --dato no oficial-- cuando cayó su compañero el arma siguió disparando e hirió a las personas mencionadas. Pero por observación en el lugar, se ve que disparó en varias direcciones, lo que contradice la declaración de los soldados.

Los soldados siguieron disparando en su huída hasta el paraje conocido como Pahuayo, a las afueras de Xococapa. Según vecinos que escucharon desde el interior de sus casas lo que los soldados iban hablando, al menos dos de ellos les decían a sus compañeros que ya dejaran de disparar pero no les hicieron caso.

Los soldados fueron detenidos en su campamento por sus mismos compañeros y los entregaron a las autoridades civiles.

Al día siguiente, llegaron los judiciales, y el agente del Ministerio Público, Pío Peralta, auxiliar del subprocurador del Estado. También un helicóptero con oficiales del ejército y un centenar de soldados. Los judiciales recogieron 51 casquillos de bala calibre 762, de uso exclusivo del ejército. Se llevaron presos a los seis militares, pero solamente tres llegaron hasta la cárcel de Huayacocotla. Aún no hemos podido conocer los nombres, ni si ya han sido consignados al Juez Mixto de Primera Instancia.

Se tuvo noticia de que el contingente del ejército que estaba en la loma de Xalcuatla se retiró al campamento militar establecido en la comunidad de Embocadero, como a dos horas a pie de Xococapa.

En la comunidad hay mucha reserva para hablar de los hechos, en parte por miedo a los soldados y por miedo a dos grupos encabezados por acaparadores de tierras: uno relacionado con la familia de Doris Larios, que se fortaleció como gestora de los proyectos de Mujeres en Solidaridad, y otro aglutinado alrededor de la familia Nochebuena, afin al presidente municipal Germán Ramírez, hijo a su vez del cacique mayor de Ilamatlán, Humberto Ramírez Avilés.

Sin embargo, el descontento por la presencia de los soldados es bastante generalizado. Fuera de los caciques, dueños de tiendas, que claramente se benefician de su presencia con la venta de cerveza y alimentos, la mayor parte está por que el ejército se vaya de la comunidad. Esta posición parece compartirse y acentuarse en las demás comunidades de la zona ocupadas por los militares.

Centro de Derechos Humanos Xochitépetl
Comité de Derechos Humanos de la Sierra Norte de Veracruz