* Cientos de niños de la calle acudieron al sepelio


Sepultan al padre Chinchachoma en la Iglesia de San Jeronimito

Jorge Fuentes * Sí se pudo, gritaban llorosos los hijos de Chinchachoma, luego de que por fin se pudo cumplir el deseo de enterrar el cuerpo del clérigo en la capilla de la Iglesia de San Jeronimito.

En punto de las 13:30 horas, una capilla abarrotada por la presencia de cientos de niños de la calle e integrantes del patronato de Hogares Providencia, la máxima obra de Alejandro García Durán, se llevó a cabo la cristiana sepultura de Chincha.

chincha-sepelio3 Con gritos de "Ya nadie va a hablar nuestro idioma", "ƑQuien nos va a hacer caso?", los más afectados fueron sus hijos y nietos, quienes angustiados por no tener ya la presencia física del padre que los ayudó a salir de las drogas, ahora claman por no ser abandonados a su suerte.

"Desde ahora, los niños de la calle tendrán en la Iglesia de San Jeronimito un lugar a donde podrán acudir para pedirle al padre Chinchachoma que los ayude a no drogarse y a salir adelante", los alentaba el sacerdote Marco Antonio Ramos Rodríguez, quien se encargó de oficiar la última misa en su honor.

"Cállense", gritaban los hijos más grandes de Chincha, quienes le decían a sus hermanos que ahora su padre tenía un lugar fijo a donde acudirán a platicar con él, pedirle orientación y, sobre todo, a evitar la tentación de las drogas.

Durante el sepelio, Adolfo García Durán, hermano del finado, mostró su admiración por lo que el amor es capaz de hacer con los niños, "abrirles un nuevo mundo y alejarlos de aquellos que destruyen la vida de miles de infantes ofreciéndoles drogas".

"Chincha murió a la misma hora que Jesús, a las tres de la tarde; el Chincha también murió como Jesús, de un paro; el Chincha para nosotros significa muy claro el camino de Jesús; ahora sepultaremos el cuerpo pero él quedará para siempre entre nosotros", concluyó.