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Alicia
en la Cama
Gloria Hernández
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El teatro
es trabajo "en vivo". Por eso resulta sobrenatural cuando con esa
vitalidad se representa en escena el cuerpo enfermo de una mujer inteligente.
Alicia en la Cama puesta en escena de Juliana Faesler, basada en un guión
teatral de Susan Sontag y protagonizada por Clarissa Malheiros, nos habla
de la vida de la enfermiza Alice James (1848-1892), hermana menor de los famosos
intelectuales norteamericanos Henry y William James.
La protagonista y el relato viven una situación marginal ubicada
en el umbral que se encuentra entre vida y muerte. Está enferma
en la cama. Su pensamiento va de un lado para otro sin parar, salta del
pasado al futuro e incluso hasta más allá de la muerte.
Su soliloquio es un debate con sus "fantasmas" afectivos y de
autoridad. La búsqueda de razones con que explicarse su condición
de mujer, de enferma y de persona inteligente. Discute con su padre y
su hermano. La figura paterna trasluce la materia y así es interrogada
por Alicia. ¿Para qué busca respuesta fuera de sí
misma y no dentro de ella? ¿Por qué le tiene que preocupar
el exterior y por qué no se conforma con el interior? ¿Es
correcto que se suicide? ¿Cómo hay que abrazar a la muerte?
¿Amarla o repudiarla? ¿Y los dolores del cuerpo?
Mientras que el padre sólo le reclama no haber sido capaz de sostenerse
en el ánimo de la inteligencia que él le cultivó, el
hermano sólo la visita para comprobarla enclaustrada e inmovilizada
en la cama patriarcal, por culpa de la enfermedad. Entonces Alicia le reclama
atención: ¿quién puede ser capaz de entender la mente
de otras personas cuando no tenemos claridad ni con los propios deseos?
Alicia enferma, adolorida, sola, se encuentra frente a la disyuntiva de tener
que tomar decisiones, se debate entre el ser que muere, o ser sólo
para los otros que la miran morir. No puede encontrar un punto de equilibrio,
y ningún extremo es realmente deseable. Todo se le dificulta para ser
capaz de ubicarse en su lugar, eligiendo.
La estructura de la obra es un rompecabezas. El discurso no es lineal, se
organiza a saltos, por varias partes distintas al mismo tiempo. Con el avance
de la obra todo se va integrando en imágenes claras y el todo integra
una sola y única imagen: Alicia James en su cama de enferma, muriendo
y pensando. Por eso resulta admirable la puesta en escena, la forma en que
se alude la sobrerrealidad del cuerpo enfermo. Para que al final todas las
partes transmitan Salud del Espíritu.
Alicia en la Cama se presenta en el Foro la Conchita, del Centro Cultural
Helénico, los sábados, a las 19:00 horas.
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