n Paristas e "incitadores" enfrentarán sanciones legales: Ramos y Moctezuma


La UNAM sostiene su propuesta de alza de cuotas pese a actos violentos

n El que directivos pernoctaran en los planteles, posible táctica para acusarnos de secuestro: estudiantes

María Esther Ibarra y Gustavo Castillo n Las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de México no retirarán su propuesta de incremento de cuotas pese a los "actos de violencia de grupos minoritarios", y advirtieron que los incitadores y participantes en el paro de ayer enfrentarán sanciones de carácter legal, pues "atentaron contra la autonomía universitaria y violaron derechos constitucionales".

Así lo manifestaron en conferencia de prensa Francisco Ramos Gómez, secretario de Asuntos Estudiantiles, y Gonzalo Moctezuma Barragán, abogado general, quienes condenaron que los "activistas" --así denominaron a los estudiantes paristas-- respondieran con violencia en vez de "zanjar las diferencias (por el incremento de cuotas) de manera pacífica, civilizada y de respeto conforme a lo establecido en la legislación universitaria".

En un balance general, Ramos Gómez dijo que de los 265 mil 651 universitarios, sólo 90 mil 735 no tuvieron clases, esto es, una tercera parte de la comunidad estudiantil. En resumen, según el funcionario, de los 36 planteles docentes, 22 trabajaron normalmente, dos de manera parcial y 12 pararon totalmente. Especificó que de las 22 escuelas y facultades de nivel licenciatura, 14 trabajaron normalmente, dos parcialmente y 6 pararon del todo con "el apoyo de brigadistas ajenos a dichos plan- teles". Por lo que respecta al bachillerato, 8 operaron íntegramente y 6 cerraron.

Convocada ante una situación que según el director general de Información, Gerardo Dorantes, "no es normal en la UNAM", en la conferencia de prensa, efectuada en las instalaciones de los Consejos Académicos de Area, algunos medios intentaron comunicarse vía telefónica con el director de la Facultad de Filosofía y Letras, Gonzalo Celorio, pues corrió el rumor de que estaba secuestrado en el interior del plantel. Dos de ellos lo consiguieron; La Jornada sostuvo el siguiente diálogo con él:

--ƑEstá usted secuestrado?

--Todas las puertas de la facultad están bloqueadas, lo que impide el libre tránsito tanto de quienes estamos adentro como de los que están afuera. Si a esto se le llama secuestro, sí, estoy secuestrado.

--ƑHa intentado salir del plantel?

--No, y no quiero ningún tipo de confrontación; es muy posible que si yo lo intentara, lo podría hacer, pero quizá tendría el costo de la confrontación, y de ninguna manera voy a caer en esa posibilidad.

--Entonces Ƒpor qué dice que está secuestrado?

--No, yo no dije que estuviera secuestrado. Dije que si por estar secuestrado se entiende que no haya un libre acceso de entrada o salida de la facultad, entonces sí, estoy secuestrado. La palabra secuestro me parece demasiado grande; lo único que quiero decirle es que hay unas barricadas que impiden el libre tránsito de entrada y salida, y (entonces) sí estaría secuestrado.

También por vía telefónica, Celorio indicó que el miércoles por la noche, un grupo de "activistas de la corriente ultra" quisieron apoderarse de las instalaciones de la facultad, pese a que la comunidad no lo considera representativo. Por ello, agregó, "nos vimos precisados a cerrar nosotros mismos las instalaciones, procurando que estudiantes y profesores que aún se encontraban" adentro pudieran salir. Asimismo, "decidimos que un grupo de colaboradores de la dirección pernoctara en la facultad".

Momentos antes, en la sesión de preguntas y respuestas, se le comentó a Moctezuma Barragán que algunos estudiantes paristas temían que el hecho de que la ma- yoría de los directores de escuelas y facultades se hubieran quedado desde la noche del miércoles dentro de las instalaciones, fuera una táctica para acusarlos de haberlos secuestrado.

Moctezuma Barragán dijo que en estos momentos se está recabando información para poder sustentar las acciones legales a seguir, y aclaró que en el caso de haber elementos de privación de la libertad, se podría fincar esta responsabilidad.

"El colmo sería que pidieran rescate por los funcionarios", externó, y afirmó que en su caso presentarán la relación de hechos y elementos de prueba ante el agente del Ministerio Público federal correspondiente, quien decidirá si hay consignaciones y bajo qué delitos.

Moctezuma afirmó que serían sancionadas tanto personas ajenas que hubieran participado en el paro como aquellos universitarios que incurrieran en daño al patrimo- nio. Para ello, señaló, "contamos con fotografías, testigos y filmaciones". Aclaró que otro es el caso del director de la Facultad de Economía, Guillermo Ramírez, quien desprendió las puertas del plantel para impedir el paro, pero que en caso de irresponsabilidad, sería una falta administrativa.

Pidió no hacer conjeturas que se presten a malos entendidos, por lo que recalcó que se denunciarán los hechos, ya sea ante el Tribunal Universitario o "eventualmente" ante la Procuraduría General de la República. "No estamos aún haciendo imputaciones de ninguna naturaleza, especialmente de privación ilegal de la libertad de nadie".

Presente en la conferencia, el director general del Colegio de Ciencias y Humanidades, José de Jesús Bazán Levy, indicó que por decisión propia los directivos de los cinco planteles de esta institución pernoctaron en las instalaciones "para actuar con firmeza y racionalidad y evitar que no se interrumpieran las clases".

Ahí mismo, la directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social, Nelia Tello Peón, también denunció que un grupo no identificado la amenazó con golpearla, así como al equipo de funcionarios encargado de salvaguardar las instalaciones.

La Dirección General de Información emitió un documento con la explicación del abogado Moctezuma Barragán sobre las "Implicaciones Constitucionales del Paro", que a continuación se transcriben de manera textual:

"Los hechos sucedidos en las últimas horas en algunas entidades académicas de la UNAM, constituyen conductas contrarias al artículo tercero constitucional que determina (que) todo individuo tiene derecho a recibir educación. Tanto la incitación al paro como las amenazas que se vertieron para impedir que, la comunidad realizara lo que tiene derecho a hacer, estudiar. Implica la afectación del derecho a la educación protegido por nuestra Constitución, siendo además contrario al interés social que implica el que los intereses personalistas no prevalezcan por encima del interés general.

"La incitación de los activistas hecha a nuestra comunidad para no efectuar la tarea cotidiana de la enseñanza, es incongruente con el reclamo de los propios activistas por mayor educación en el nivel superior.

"En aquellos lugares en que se logró el paro, este representó para nuestros académicos la afectación en su labor y por tanto una restricción al derecho constitucional que tenemos los mexicanos para dedicarnos al trabajo que elejimos.

"No siendo el paro un medio aceptado por la Ley Orgánica de la UNAM para la expresión de las ideas, quienes lo incitaron y quienes participaron fueron en contra de la garantía constitucional otorgada a la UNAM para gobernarse, esto es, atentaron en contra de la autonomía ya que la normatividad de la UNAM establece las formas de participación de la comunidad universitaria.

"La Constitución otorga el derecho a la manifestación de las ideas siempre y cuando no se dañen los derechos de los demás, no se provoquen delitos o se perturbe el orden público. Los activistas también violaron este derecho constitucional al afectar derechos de terceros como lo demostraremos mediante acciones de carácter legal.

"Hemos sido respetuosos del derecho constitucional para asociarse en asamblea o reuniones cuando éstas han tenido por objeto hacer peticiones o incluso protestar, como ha sido el caso de las marchas que de manera ordena se han realizado, sin embargo lo sucedido en las pasadas horas en algunos planteles constituye un exceso a este derecho al haber utilizado la violencia y las amenazas en contra de los universitarios.

"Finalmente, las acciones realizadas por estos grupos minoritarios lesionaron el patrimonio de la UNAM, siendo obligación de todo universitario el protegerlo y acrecentarlo para beneficio de la enseñanza y la cultura general".

Ramos Gómez remarcó que en las escuelas y facultades donde hubo paro, los activistas lo hicieron en todos los casos de manera violenta, y en los que no se llevó a cabo acudieron brigadas organizadas con anticipación para movilizarse.