n El Nobel irlandés leerá sus poemas del libro Viendo visiones, en el CNA


Seamus Heaney: en el arte uno jamás se vuelve

experimentado; siempre se inicia un camino

Angélica Abelleyra, enviada, y Víctor Ruiz Arrazola, corresponsal, Oaxaca, Oax., 15 de febrero n Sin duda la música de su poesía es más sonora en la lengua irlandesa que amamantó desde hace casi 60 años. Porque al deletrear las ''eles" de Our Lady of Guadeloupe, Seamus Heaney alimentó la sonrisa de las palabras y también la del público que abarrotó el patio y la azotea del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), en la primera lectura poética que durante su corto viaje a nuestro país hace el Nobel irlandés, luego de una ausencia de 18 años.

Ese poema referido a la infancia de Heaney, cuando en un proyector en mal estado se reflejó a medias la imagen de la Virgen de Guadalupe que finalmente el niño vio sólo como una visión, fue el cierre de la velada de una noche fría que no ahuyentó a los invitados anónimos que coparon las sillas, pasillos y llegaron a la azotea de la casona del siglo XIX para escuchar al autor de La luz de las hojas, poemario que concibió junto con el artista gráfico Jan Hendrix, holandés residente en México.

Leídos en inglés por Heaney, en holandés por Jan Eykelboom y en español por Pura López Colomé, circularon verbalmente algunos de los diez poemas contenidos en el volumen editado por el impresor holandés Hans van Eyck. Uno de ellos habló de un personaje que venía del norte de Europa y luego bajó a Italia y Grecia; es decir, que se consideraba como alguien en paralelo a lo hecho por Apolo pero en sentido contrario, donde Apolo le dio instrucciones al Garra del Norte para hablar con la verdad.

Otro texto circundó la memoria del poeta Joseph Brodsky, amigo de Heaney, quien al darle lectura aclaró que es ''a través de la forma como se perpetúa la poesía".

Antes de firmar junto con Hendrix el primer ejemplar de La luz de las hojas, donado al IAGO, Heaney comentó algunos paralelismos entre Irlanda y México, producto del arte romántico e interesados actualmente en lo prehispánico.

De igual manera, el ensayista comentó que si bien en Irlanda la pintura no es algo grande, existe una tradición amplia en cuanto a la manufactura de libros como la Biblia, el Libro de la Vaca Café y el Libro de las Invasiones, ejemplificó para cerrar con el paralelismo que establecen ambas naciones en cuanto a ''invasión" y ''romanticismo".

Escucha entre las sillas José Murat, gobernador de Oaxaca. Heaney estuvo acompañado en el estrado por los dos poetas que tradujeron sus palabras, además de Hendrix, de Alfonso de Maria y Campos, titular de la Dirección de Publicaciones del CNCA (firma que edita el libro Viendo visiones que este martes se presenta en la ciudad de México, en el Centro Nacional de las Artes) y de Verónica Loera, directora del instituto sede.

 

En Yagul, un viento con corazón

 

Luego de la presentación determinada por un aire gélido, el Nobel 1995 acudió a una cena en la que fue casa de Ignacio Bernal, en San Felipe del Agua, cuyos anfitriones fueron Hendrix y Martha Hellion. Ya entrada la noche, un Heaney feliz por concluir momentáneamente la sesión de trabajo ųque no tiene respiro desde hace tres semanas con lecturas y seminarios en Estados Unidosų, se da un tiempo breve para hablar con La Jornada.

ųƑCómo vivió el paseo por Yagul, el silencio, el sonido del viento?

ųSí, allá concurrió un viento con corazón. Aprecié mucho esos momentos en que estuve con Marie mi esposa, con Jan Hendrix y Martha Hellion, recorriendo en profundo silencio el área de Yagul. Una cosa extraordinaria en el lugar es su infinidad de formas geológicas y las maneras en que se ha moldeado la tierra. Además, tenemos los cactos y los árboles con espinas entre la piedra. Sin olvidar la memoria arqueológica de este asentamiento humano, que en sí mismo es muy bello, lo más importante en Yagul, para mí, fue el sentir de la tierra y de una civilización.

''Y fue aún más sorprendente ver la transformación del paisaje con esta especie de cacto como un enorme árbol con muchas ramas. Al observarlo, me trasladé al interior de las imágenes de La rama dorada, lo cual fue totalmente maravilloso. Y luego, recorrer el paisaje con otros pequeños cactos, con esas ramas colgantes de los troncos, fue confirmar las visiones que tuve al hojear el libro de Jan Hendrix y sus imágenes. Afortunadamente, reunido todo esto, en Yagul los vientos escucharon y nosotros también contemplamos los vientos.''

 

Creer en el trabajo del otro

 

ųEn su calidad de constructores de imágenes, Ƒse parecen el poeta y el artista gráfico, Heaney y Hendrix?

ųEl y yo crecimos con la fortuna de tener debajo de nosotros la superficie de la tierra. Jan acaba de decirme que su hermano es un agricultor en Holanda.

''Ambos dependemos de la tierra y en cierto sentido él y yo somos campesinos y artistas. Al trabajar con un creador lo que se requiere es una creencia en el trabajo del otro. No requerimos hablar, pues alguna comunicación secreta se establece entre nosotros. Pero, corrijo: no necesariamente es entre él y yo, sino entre el poema y la imagen.

''Estoy muy feliz de decir ahora que su trabajo en La luz de las hojas me encanta; sin embargo lo real es la energía que desprenden sus imágenes, aunque probablemente hablemos de algo misterioso y desconocido.

''Por cierto, de ninguna manera él ha ilustrado mis poemas. He tenido mucha suerte que tal vez mi poesía le haya generado alguna energía a sus imágenes. Por eso no estoy superficializando, cuando afirmo que La luz de las hojas es el libro más apasionante que he tenido por esperanzador.''

ųƑPor qué no tiene casos anteriores de colaboración con artistas?

ųLa condición que se dio para repetir por segunda ocasión la experiencia de un libro con Hendrix fue que en La rama dorada cavamos y fuimos más allá de la superficie. Así que cuando este trabajo conjunto funciona, lo hace como una labor de construcción arquitectónica maravillosa. Creo que es mi libro más personal, enriquecido con el trabajo artístico que resultó una revelación. En el caso de Hendrix, la técnica, el uso del papel, la impresión, son los aspectos que hacen crecer a la imagen.

 

Luchar para no perder el asombro

 

ųSe refiere a la técnica, un aspecto para usted fundamental. ƑCuáles son los caminos de un poeta para no perder la posibilidad del asombro? ƑCómo hacer para que el dominio técnico no le gane a la sorpresa?

ųTodo lo que nos rodea puede ser una vía factible para perder el asombro. Y la única forma en que puedes luchar contra ello es hacer el esfuerzo para realizar un trabajo nuevo que te sorprenda cada vez. Por eso hay que estar con los ojos abiertos ante cualquier sujeto o experiencia o escenario. Ese es mi esfuerzo constante: pasar por encima de las fronteras mentales e ir más allá, con el sentimiento. Pero los artistas tampoco tienen respuestas claras al respecto. Lo único posible es buscar soprenderse a uno mismo.

''Tal vez genios como Picasso o Shakespeare lo hacían, pero otros debemos excavar en los pequeños motivos para hacerlo. Cuando un solo poema te da un poco de conocimiento sobre tu propio pasado, empiezas a perder el control y esa es una buena manera de alimentar el asombro.''

ųEstá a punto de cumplir 60 años. ƑQué diferencias observa en el Heaney-Nobel de ahora con el poeta de hace 30 años?

ųNo veo más diferencias que una acumulación de trabajo. Pero eso no significa que adquieras experiencia.

''En el arte uno nunca se vuelve experimentado, siempre estás iniciando un camino y cometes errores en cualquier circunstancia.''

 

Mantenerse haciendo, secreto de la vida

 

ųƑCree en sus propias fallas?

ųCreo en que siempre estoy aprendiendo. De los aciertos y de los errores. Pero lo que más claro tengo es que no he aprendido nada.

''Uno puede tratar de estudiar, de tener muchas lecturas propias y de los otros, pero el secreto de la vida es siempre buscar el principio, mantenerse haciendo y luego volver a empezar. Esa es mi fórmula para continuar empezando cada momento a mis casi 60 años.''

ųComo maestro, Ƒqué ha aprendido de sus alumnos?

ųUno no aprende cosas. Sinceramente no he aprendido nada de ellos. Pero cuando obtengo la energía vívida de ellos, la traslado de alguna manera en mi propio trabajo. No necesariamente eso se hace cuando hablamos de la poesía de los otros o de la mía, pero estar en la presencia de algunas personas que respetan y aprecian tu trabajo, significa que hay que creer en algo. Es muestra de que nadie tiene un conocimiento extra de las cosas. Así que la única manera de aprender es continuar trabajando.

ųAl leer esta noche su poema alrededor de la Virgen de Guadalupe, ratificó su gusto por la musicalidad de la poesía.

ųSí, la poesía que aprendí en la escuela, la poesía que amo en Irlanda siempre me vino a través del oído, al escucharla.

''El sonido que desprende cada lengua es un aspecto que todo poeta aprecia y no puedo concebir a la poesía sin musicalidad.''