n Se sumaron al luto del pueblo jordano, reyes, jefes de Estado y ministros


Más de 40 países representados en el funeral

Afp, Ap, Dpa y Reuters, Ammán, 8 de febrero n Reyes, jefes de Estado, primeros ministros y delegaciones de más de 40 naciones asistieron este lunes al funeral del rey Hussein de Jordania, al tiempo que miles de entristecidos jordanos salieron a la calle a despedir al monarca que los gobernó durante 47 años, y que falleció el domingo pasado víctima de cáncer linfático.

El féretro del monarca, cubierto con la bandera de Jordania y adornado con flores blancas, salió a las 10 de la mañana del palacio real en hombros de seis miembros de su familia, quienes lo pasaron a ocho oficiales del ejército que lo colocaron sobre un jeep militar,

La viuda de Hussein, la reina Noor, al igual que otras mujeres de la familia, vio cómo se alejaba el cortejo fúnebre, pues la tradición musulmana prohíbe que las mujeres tomen parte en los sepelios.

El féretro fue llevado desde el palacio de Ragadan a una mezquita en un vehículo delante del cual iban los miembros masculinos de la familia real, escoltados por soldados jordanos. Detrás del vehículo desfiló el caballo del rey, llamado Amer, quien llevaba unas botas vacías en los estribos como símbolo de que su jinete estaba ausente.

Los dignatarios no musulmanes que asistieron al funeral tuvieron que esperar afuera de la mezquita a que terminaran las oraciones fúnebres para luego volver al palacio real, en cuyas inmediaciones se encuentra el cementerio, para dar el último adiós al rey ante su ataúd con inclinaciones de cabeza u oraciones breves.

Una vez en el cementerio, su cuerpo envuelto en un sudario fue sacado del féretro y colocado por sus hijos en una cripta, con la cara descubierta y la cabeza hacia La Meca. Un imán recitó plegarias mientras la tumba era cubierta con losas. Posteriormente, el jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas dobló la bandera del país que cubrió el ataúd y la entregó al rey Abdullah, de 37 años, primogénito de Hussein quien la víspera asumió el reinado de su padre.

El funeral concluyó con honores militares para el llamado Rey Aviador: un saludo de 15 salvas, un disparo de cañón y una marcha, al tiempo que varios aviones de combate sobrevolaban el cementerio.

Tras el funeral, el presidente estadunidense Bill Clinton y el nuevo rey Abdullah se entrevistaron brevemente. El mandatario comentó: ''Tengo gran confianza en el joven rey. Está claro que comprende su misión''. Hace apenas dos semanas, Hussein destituyó como heredero al trono a su hermano Hassan, quien desde 1965 fue considerado futuro rey jordano, para nombrar heredero a su hijo Abdullah, quien ha aparecido poco ante los medios de comunicación locales.

El asesor en seguridad de la Casa Blanca, Sandy Berger, afirmó que Clinton en entrevistas al margen de los funerales había llamado a otros dirigentes internacionales a dar ayuda monetaria a Jordania con el fin de promover la paz en Medio Oriente.

El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu comentó que el hecho de que numerosos líderes hayan hecho a un lado sus disputas para asistir al sepelio del rey Hussein marca un ''nuevo comienzo'' en los esfuerzos por la paz en Medio Oriente, y agregó: ''Esto me ha convencido de que debo intentar un nuevo comienzo para ampliar los esfuerzos de paz y traducirlos en hechos''.

Clinton destacó además, sobre la labor del rey Hussein, que ''se necesita una clase única de valor para ser un pacificador, el valor de aprender del pasado e imaginar un mejor futuro''. El primer ministro británico, Tony Blair, prometió a su vez que su gobierno hará todo lo posible para ayudar ''a nuestros buenos y queridos amigos de Jordania''.

Entre otros asistentes al funeral figuraron el presidente francés Jacques Chirac, el canciller federal alemán Gerhard Schroeder, el príncipe heredero de Arabia Saudita Abdullah, el hijo mayor del líder libio Muammar Kaddafi, además de jeques, sultanes y reyes de la región, de Europa y Africa.

En Nueva York, la Asamblea General de la ONU dedicó hoy una sesión especial en memoria del fallecido monarca, mientras que en Canadá, el primer ministro Jean Chretien fue criticado por expertos en Medio Oriente por no haber interrumpido sus vacaciones para asistir al funeral y enviar al canciller Lloyd Axworthy en su representación.

Desde Los Angeles, el ex presidente estadunidense Ronald Reagan y su esposa Nancy enviaron un mensaje de pésame a la familia real y al pueblo jordano. Reagan, quien padece alzheimer, no pudo unirse a tres ex presidentes estadunidenses que asistieron a las exequias.

En tanto, la alcaldía de París anunció hoy que se bautizará una calle o una plaza con el nombre del rey Hussein dentro de cinco años, el plazo que marca la ley para denominar a un sitio con el nombre de una personalidad difunta.

El gobierno cubano decretó un duelo oficial de 24 horas por la muerte del rey, al tiempo que los gobiernos de Nicaragua, Guatemala y Venezuela, entre otros, enviaron mensajes de pésame a Jordania.


Amigos y enemigos despiden juntos a Hussein

Afp, Ap, Dpa y Reuters, Ammán, 8 de febrero n Todo el mundo árabe se presentó en las exequias de Hussein de Jordania, contrariamente a lo que se vio en los funerales del asesinado primer ministro israelí Yitzhak Rabin en 1995, al que asistieron pocos responsables árabes, entre ellos el propio rey Hussein. Esto motivó actos inusitados, y el más comentado fue la presencia en el sepelio del presidente sirio Hafez al Assad, considerado acérrimo enemigo del fallecido monarca, con quien se encontró por última vez en agosto de 1996, cuando Hussein hizo una visita a Damasco que no consiguió restaurar sus relaciones con el mandatario, quien años antes lo acusó de ser un ''pequeño soplón'' al servicio de Israel.

Luego de que Siria y Jordania combatieron juntos a Israel durante la guerra de 1967, años después el presidente sirio reprochó que en 1994 el rey firmara la paz con Israel, lo que calificó de ''atentado contra la causa común árabe''. Anteriormente, Assad había acusado a Hussein de advertir secretamente a Israel sobre un ataque sirioųegipcio, en un viaje que el rey hizo a Tel Aviv en 1973.

La cuestión palestina también provocó disputas entre Ammán y Damasco. Durante la operación de represión de palestinos que reclamaban territorios jordanos conocida como septiembre negro, que provocó entre 3 mil y 5 mil muertos y un éxodo en 1970, Siria envió tropas a la región, que fueron repelidas por las fuerzas jordanas. Esto provocó que durante dos años Siria cerrara su espacio aéreo a aviones jordanos y rompiera toda relación con Ammán.

Aunque posteriormente reanudaron sus relaciones, ambas naciones se caracterizaron por adoptar posturas opuestas en toda cuestión que surgía en la región. Al estallar la guerra Irán-Irak, en 1980, el rey Hussein apoyó a Bagdad, mientras Damasco hizo lo propio con Teherán, y esta posición encontrada se repitió en la Guerra del Golfo, en disputas por las aguas del río Eufrates y en lo relacionado con países árabes que son refugio de terroristas.

Trascendió que tras los funerales, Assad y el nuevo rey Abdullah se entrevistaron a puertas cerradas. El presidente sirio también se encontró brevemente con el presidente Bill Clinton.

Por otra parte, el radical Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP) confirmó que durante las exequias su líder, Nayef Hawatmeh, estrechó la mano del presidente israelí Ezer Weizman, aunque algunos medios dudaron que esto hubiera ocurrido.

Voceros del grupo, con sede en Damasco, señalaron que el gesto no debe sobrestimarse, sino que debe interpretarse como la disposición del grupo a dialogar con Israel. Agregaron que el FDLP sigue oponiéndose a los acuerdos de paz israelíųpalestinos de Oslo, que considera manifestación de "humillación y sojuzgamiento" para los palestinos.

Así las cosas, los medios de información manifestaron extrañeza por el hecho de que el gobierno iraquí no envió ningún mensaje de pésame a Jordania por la muerte del rey, y porque Bagdad fue representada en el funeral por un funcionario de no muy alta jerarquía, el vicepresidente Taha Marouf.

Por su parte, el presidente ruso Boris Yeltsin, quien en todo el año no ha podido reanudar sus funciones al frente del Kremlin, por padecer una úlcera sangrante, contravino las indicaciones de sus médicos para asistir al funeral de Hussein. Voceros del mandatario indicaron que se entrevistó con Clinton, con el presidente francés Jacques Chirac, el presidente italiano Oscar Luigi Scalfaro y con el líder palestino Yasser Arafat, entre otros.

Sin embargo, Yeltsin abandonó el acto luctuoso tras haber desfilado con el cortejo fúnebre, por lo que no se le vio pasar ante el féretro del rey. Sus voceros desmintieron que haya sido atendido de urgencia. Este viaje fue el primero que Yeltsin hace desde que el año pasado suspendió una gira por Asia Central luego de estar a punto de desmayarse en un acto.