n Presos, tres de sus integrantes; operaban en Tepito

Desarticula la PGJDF banda internacional de falsificadores

n Alteraban tarjetas de crédito; el grupo tiene ramificaciones en EU

José Galán n La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) detuvo a tres importantes miembros de una banda de falsificadores de tarjetas de crédito que operaban en el corazón de Tepito, y cuyas actividades llegaron a generar un quebranto por más de 15 millones de dólares para la compañía American Express, fraudes que incluso llegaron a poner en riesgo la permanencia de esa institución en nuestro país.

Roberto Paniagua, vinculado con organizaciones de comerciantes establecidos y principal financiero de las operaciones de falsificación realizadas desde hace más de diez años; Luis Carlos García Macías, impresor y artista a cargo de las falsificaciones, y Marisol Moreno Gómez, La Nelly, a cargo de la red de burreros que distribuían las tarjetas falsas, recibieron ayer auto de formal prisión sin derecho a fianza, "debido a su alta peligrosidad", por parte del juzgado 37 penal, ubicado en el Reclusorio Norte, bajo los cargos de defraudación con tarjetas de crédito. Paniagua, quien estuvo sujeto a proceso penal en Estados Unidos por el mismo delito, organizó la participación de esta banda en colaboración con grupos delictivos de ese país, particularmente de la ciudad de Miami, donde adquiría con tarjetas falsificadas American Express clásica, Golden y Platinum hasta dos tráileres de 30 toneladas de mercancía a la semana, los cuales introducía legalmente al país para distribuir y vender aparatos en Tepito y mercados ambulantes de la ciudad, con lo que obtuvo grandes beneficios, particularmente en el ramo de la electrónica.

De acuerdo con las investigaciones realizadas por la Dirección General de Investigación de Delitos Patrimoniales no Violentos Relacionados con Instituciones del Sistema Financiero, a cargo de José Luis Castañeda Benítez, en colaboración con los cuerpos de seguridad de Estados Unidos y la Interpol, esta banda utilizaba toda una red de colaboradores en restaurantes, hoteles, rentadoras de automóviles y dependientes de centros comerciales para obtener información directamente de la banda magnética de las tarjetas de clientes, misma que vendían en aproximadamente 500 pesos.

Con base en esos datos los falsificadores elaboraban tarjetas similares que utilizaban para adquirir mercancía. Según las autoridades, hace unas semanas le fue decomisado al propio Paniagua un cargamento de 10 mil chamarras de piel Versace, en Tlanepantla, estado de México.

Incluso, la oficina de Castañeda detectó que una delegación del cártel de Tepito viajó al Mundial de futbol en Francia y que adquirió con tarjetas falsas una gran cantidad de boletos que posteriormente ofreció en reventa con una jugosa, en una operación financiada por los propios falsificadores que también tienen contactos en Canadá y Colombia.

En nuestro país, en donde repartían las tarjetas a través de los burreros, los detectives de la PGJDF descubrieron los vínculos de esta banda con una organización criminal similar que opera en Guadalajara desde hace años, y a quien se refieren como Los Tapatíos, y quienes controlan el mercado negro de tarjetas falsificadas prácticamente en toda la costa oeste del país.

En septiembre pasado, una delegación del Servicio Secreto estadounidense, a cargo de temas de seguridad nacional vinculados directamente con la Casa Blanca, acudió a las oficinas de la PGJDF para solicitar la colaboración de las autoridades mexicanas en apoyo a la empresa American Express, debido a las enormes pérdidas que por falsificación sufría desde nuestro país, y que amenazaban con terminar con su presencia en nuestro territorio.

Desde entonces, las autoridades se dedicaron a investigar la denuncia directa de American Express por fraude el pasado 4 de diciembre. El 23 de diciembre obtuvieron 13 órdenes simultáneas de cateo en distintos puntos de la Ciudad de México, particularmente Tepito.

Los detectives encontraron tres laboratorios, vouchers, equipo de falsificación, computadoras, programas especiales, plásticos, cintas magnéticas y suficientes pruebas para colocar bajo arraigo desde el pasado 4 de enero a García Macías, y desde el 23 de enero a sus cómplices.