La Jornada 11 de octubre de 1998

Amainó la pugna entre Villanueva Madrid y Rojas; intervino Labastida

Juan Manuel Venegas y Georgina Saldierna Ť El secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, intervino y puso fin -al menos públicamente- a la disputa del gobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid, con el secretario general del CEN del PRI, Carlos Rojas Gutiérrez, y ambos bajaron el tono de sus declaraciones, verdaderas acusaciones que se lanzaron el viernes a través de los medios de comunicación.

Funcionarios de Gobernación informaron que Labastida se reunió por separado con el gobernador en rebeldía y con el secretario general priísta, llamando a ambos a no afectar la unidad del partido, que prepara su asamblea nacional para determinar el método de selección del candidato a la Presidencia de la República y que, además, tiene enfrente el proceso electoral en Quintana Roo.

A Villanueva, incluso, se le habría llamado desde el viernes por la noche a una reunión con carácter de ``urgente'', luego de que utilizara al Consejo Político Estatal del PRI en Quintana Roo para ``repudiar y exigir la renuncia'' de Rojas, a quien en airadas declaraciones a la prensa acusó de ``desviar recursos'' de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) con fines ``futuristas'' en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.

El tono de las acusaciones ``preocupó'' al responsable de la política interna del país, quien desde el viernes por la tarde adelantó que se reuniría el sábado con los protagonistas de esta pugna, con quienes -dijo- ya se había comunicado telefónicamente.

De acuerdo con las fuentes consultadas, Villanueva expuso a Labastida -quien medió ``como priísta''- que su malestar con Rojas Gutiérrez se debe no sólo a su ``intromisión'' en la designación del dirigente estatal del PRI, sino también porque negocia con Addy Joaquín Coldwell -perdedora en la contienda interna en Quintana Roo- la asignación de candidaturas locales.

El gobernador habría señalado que Rojas está cediendo a los ``chantajes y presiones'' de Joaquín Coldwell, quien amenazó con separarse del PRI para sumarse a las filas perredistas.

Por su parte, Labastida Ochoa -siempre de acuerdo con los funcionarios consultados- fijó algunas ``recomendaciones'' para contrarrestar la imagen de división interna, entre ellas: dirimir los asuntos del partido en las instancias respectivas, locales y nacionales, y que Villanueva emitiera una nueva declaración de unidad respeto a la dirigencia del PRI, contra la que se había declarado en rebeldía en un hecho inédito.

El resultado de la mediación

A la intervención del secretario de Gobernación siguió la respuesta pública de Rojas Gutiérrez y de Villanueva Madrid, y en sendos comunicados convocaron a la unidad del priísmo. Además, el secretario general del PRI dio a conocer una carta que envió al dirigente de su partido en Quintana Roo -que un día antes lo había ``repudiado''- para expresarle su ``reconocimiento y felicitaciones'' por el respaldo que recibió su nominación.

Asimismo, Villanueva emitió un desplegado en el que ``refrendó'' su ``lealtad al Partido Revolucionario Institucional, a cuya unidad y fortalecimiento internos debemos dedicar nuestros mejores esfuerzos todos sus militantes''.

Reafirmó sus ``diferencias con un miembro'' del CEN del PRI (no mencionó a Rojas por su nombre), pero ``no quiero que eso empañe la relación con mi partido ni con la dirigencia del mismo''. Manifestó su ``compromiso'' de no intervenir en las decisiones y acciones vinculadas con la selección de candidatos del tricolor, ``sin perjuicio de ejercer los derechos que como ciudadano y militante me corresponden''.

En su turno, Rojas Gutiérrez, a través de un comunicado de prensa, aseguró que su partido se encuentra en una etapa de renovación ``que reclama de todos sus militantes la construcción de consensos para responder a los retos de la democracia y la unidad partidaria''.

Este es el momento, agregó, de que cada uno de los miembros del PRI demuestre madurez política para avanzar mediante el entendimiento y la comprensión de las nuevas circunstancias que vive el país. ``La fisuras, los enfrentamientos y las divisiones no tienen cabida hoy, en un partido que se sustenta en su origen popular e incluyente''.

Llamó a evitar ``discusiones de carácter personal'' y a anteponer al interés individual o de grupo, el ``fortalecimiento del PRI''. En la misiva que envió a José Arjona Carrasco, presidente priísta en Quintana Roo, Rojas Gutiérrez, luego de felicitarlo por su reciente nombramiento, le dice que si hay inconformidades acerca de los procedimientos internos, se utilicen los canales adecuados que rigen la vida partidista para dirimir las diferencias, con el ánimo de mantener la unidad y cohesión priísta y hacer prevalecer el orden jurídico interno.