La Jornada 29 de mayo de 1998

TRAGICO FINAL

Columba Vértiz de la Fuente Ť Los últimos tres capítulos de Demasiado corazón son los de más acción, tal vez hasta los más interesantes. Hoy termina el teledrama y parece ser que el amor entre Alfonso Carbajal (Demián Bichir) y Natalia Solórzano (Claudia Ramírez) es imposible. El muere. Ella se queda sola, igual que Sandra Quiroz (Gabriela Roel). En fin, todos son asesinados, hasta los buenos, menos ellas dos.

A Demasiado corazón le llovieron las críticas durante su transmisión por no acaparar la atención de todo el público. En sus últimas horas televisadas, la serie policiaca, de 170 capítulos, no alcanzó los ratings de Nada personal (17.6 puntos) ni de Mirada de mujer (32 puntos). Según Ibope, esta tercera telenovela de Argos se mantuvo entre los 9 y 13 puntos. En los últimos meses compitió -cabe recordar que fue cambiada de horario cuatro veces y tres de canal- con La usurpadora, de Televisa, que ha obtenido los 34 puntos de rating; Señora, también transmitida en TvAzteca, que ha llegado a los 9 puntos, y Tentaciones, que ha tenido hasta el momento entre 7 y 9 puntos.

Hablan de Demasiado corazón Alvaro Guerrero, Demián Bichir, Claudia Ramírez, Daniel Giménez Cacho, Claudia Lobo y Epigmenio Ibarra, director de Argos.


Columba Vértiz de la Fuente Ť ``No habrá una tercera parte de Alfonso Carbajal, sería demasiado. Debe morir porque es un antihéroe trágico'', expresa Demián Bichir, quien por 20 meses protagonizó a este policía en Nada personal y Demasiado corazón. Se realizó un final doloroso porque el actor ya no quiso que su personaje continuara en otro teledrama, pero como en la televisión todo se vale, o en el cine, tal vez a Argos se le ocurra inmortalizar a este policía.

A Demián Bichir le agradó que Alfonso Carbajal apareciera por segunda ocasión para contar historias como las que se desarrollan en Los Pinos o las secretarías, y se escriben en los diarios. ``Preferí una continuación del mismo personaje a que crearan otro con la misma facha: el pelo corto y la barba a medio crecer, para qué me hacía buey. Pero ahora sí debe terminar''.

Bichir asegura que su interpretación ha tenido éxito. Dice que la gente le ha llamado y le pregunta qué se siente ser símbolo sexual. Y les responde: ``¡Orale carnal, chido!''

Para él, Alfonso Carbajal es un personaje bien hecho. ``Es un tipo -explica- que toma con la misma firmeza una pistola que una chava. Eso seduce a cualquier chica. Es un cuate de convicciones seguras, pelea como un león por la justicia y por el amor. Es capaz de llorar y matar y está dispuesto a morir en la línea''. Esos matices -comenta- que se conjugan en una sola personalidad ``hacen muy sabrosa la chamba''.

El actor aclara que no puede adoptar el look de Alfonso Carbajal para siempre, porque la gente se sacaría de onda. ``El trabajo de actor es mucho más delicado y profundo que eso. No sé qué mugres voy hacer para quitarme 20 meses de haber llevado a este cuate policía encima. Ya hice un intento entre Nada personal y Demasiado corazón con la cinta Santitos. Después con Sexo, pudor y lágrimas, de Antonio Serrano. Honestamente no creo que me quede realizando una telenovela tras otra.


Claudia Ramírez, Natalia Solórzano en Demasiado corazón, dice que el final de la serie es doloroso, pero le corresponde porque es una historia trágica. De cómo murió Armando Castillo (Alvaro Guerrero), señala: ``Me gustó porque no hay opción de que haya queado vivo. Aunque hubiera sido maravilloso que hubiera desenmascarado a los demás. Y Octavio Montiel (Daniel Giménez Cacho) no puede ser más malo''.

La actriz comenta que Natalia Solórzano no logró lo que quería, pero luchó hasta el final. Fue calificada de tonta porque la engañaban todos y no era capaz de darse cuenta. ``En la vida real, el ser humano se entera al último de una situación referente a él'', explica. ``Me gustó el desarrollo de mi personaje. Cuando te toca ser bueno es muy difícil jugar con el papel. No tuve mucho chance de experimentar, pero sí lo disfruté mucho como actriz''.

Confiesa que le hubiera agradado que su personaje hubiera tenido más hazañas: ``La relación amorosa con Alfonso Carbajal debió ser más profunda. Hubiera querido más tiempo para relacionarnos, como que todo fue muy fugaz, al principio y al final. Debió haber más intimidad, en todos los sentidos, para que la decepción en la gente fuera más fuerte. Con Octavio Montiel debió haberse planeado la boda y que no se realizara, en fin''.

Respecto al poco rating que tuvo Demasiado corazón, comenta que la prensa culpó a los actores de que el teledrama ``fuera un fracaso''. Niega dicha acusación porque asegura que hubo otros factores que afectaron, como los cambios de programación y manifestaciones de inconformidad de varios grupos por los temas que se abordaron. Pero está satisfecha porque la serie cautivó a un sector del público, aunque no a todo.

La actriz señala que hubo censura en el lenguaje, porque al principio era muy agresivo, pero ``Argos no tuvo que ver'', asegura.


Ahora sí falleció El señor de los cielos. El personaje que protagonizó Alvaro Guerrero en Demasiado corazón no se salvó, en el capítulo 168 lo mataron. Para el actor, el narcotraficante debió haber muerto como Pablo Escobar Gaviria, a quien acorralaron en una azotea, y le hubiera gustado utilizar la frase de: ``qué güeva, otra vez me voy a morir'', porque la serie empieza cuando este personaje ve su propio funeral.

Explica que su personaje ``es una idea de cómo puede ser un narco en general, porque nadie sabe cómo fue Amado Carrillo''.

Esta fue la primera aparición en las pantallas chicas de Alvaro Guerrero, quien para realizar su papel se imaginó lo que sería tener un poder ilimitado, más allá de las capas gubernamentales. ``Pude manejar y mandar a matar a quien fuera, en el momento que se me dio la gana. Eso debe ser enloquecedor''.

Alvaro Guerrero (con veinte años de trayectoria en el teatro) menciona las características de su personaje, Armando Castillo: ``No lo ubiqué como un hombre norteño, fue una recopilación de muchas cosas. Por ejemplo, le agregué muchos vocablos regionales, que en muchas partes de México no se utilizan. Y como empezó a haber censura con las groserías, me las ingenié para decirlas sin que se dieran cuenta, fueron muy locales o albures finos, que para mí formaron parte del personaje, como lo de jamaicón, que le gustó mucho a la gente''.

-¿Quién censuró las groserías, Argos o TvAzteca?

-No sé exactamente de dónde haya venido el miedo. No somos un país bien hablado y en los medios de comunicación debes hablar bien. En cualquier país civilizado se puede oír en la televisión culo o mentadas de madre, y no hay problema porque la gente está acostumbrada. Es terrible ver protestas como las que surgieron con Tentaciones, también voy a hacer una protesta a Gobernación por no poder decir al aire ¡chinga tu madre!

-También fue atacado tu personaje...

-Porque se mostraba a un narcotraficante que a la gente le gustaba, por su simpatía. Tal vez querían ver al ogro, como siempre hacen en los melodramas, el que es malo, es malo. Muy esquemático el asunto.


A Daniel Giménez Cacho le hubiera gustado que Octavio Montiel hubiera intentado suicidarse y que no muriera, que quedara en silla de ruedas con el rostro desfigurado y lo vieran todos, principalmente a los que humilló y agredió.

``Mi papel -señala- fue muy rico porque manejó mucha información. Lo interesante era ver qué castigo sufriría Octavio, porque es la encarnación del mal''.

Giménez Cacho ha participado en más de veinte películas. De su trabajo en la televisión comenta: ``Es muy distinto al de cine porque tiene otro lenguaje, por los comerciales y por esa estructura de que te dan por entregas la serie''.

Claudia Lobo está de acuerdo en que haya muerto Alma González, su personaje, porque sufrió mucho. La actriz, que protagonizó el mismo papel en Nada personal, cuenta que su interpretación no cambió. ``Alma González tuvo los mismos aspectos fundamentales en las dos telenovelas, porque siempre compartió lo que traía adentro y porque siempre fue la condicional de Alfonso Carbajal. Tuve más aire en la primera historia, en cuanto al aspecto de la homosexualidad, en esta segunda no se presentó ese aspecto. Fue una chica que quería tener un hijo y buscaba quién le hiciera el favor''. La actriz, que cuenta con una reconocida trayectoria en el teatro y el cine, comenta que aprendió mucho con sus compañeros.