La Jornada 26 de febrero de 1998

Metro del DF: abandono e inseguridad

José Galán /I Ť Grave carencia de mantenimiento, desvío y robo de recursos y materiales, fallas estructurales incluidos grietas y desplazamientos en muros, escasez de refacciones, trenes en funcionamiento con averías graves y más de 70 por ciento de los durmientes con daños luego de una vida útil de 22 años tienen al Sistema de Transporte Colectivo Metro al borde del colapso.

A todo ello debe sumarse el contubernio que empresa y sindicato han mantenido por lo menos en los últimos 18 años de gobiernos priístas para gozar del beneficio mutuo del interés económico y político, que les ha permitido ocultar el abandono del Metro provocado por negligencia y corrupción.

Con nueve líneas neumáticas y una férrea -la A-, que transportan en promedio a 4.7 millones de pasajeros en día laboral, el principal transporte público de la ciudad más grande del mundo enfrenta, además, el sabotaje de trabajadores sindicalizados junto con el establecimiento ilegal de locales comerciales sin mínimas normas de seguridad en instalaciones eléctricas y de gas natural que, incluso, obstaculizan las rutas de evacuación en caso de siniestros o catástrofes mayores.

En un profundo diagnóstico producto de dos décadas de trabajo al interior del sistema, los miembros del Sindicato Nacional de Trabajadores Democráticos del Metro (Sinatrademe), el producto más reciente de la Alianza de Trabajadores del Metro que se ha opuesto sistemáticamente a la dirigencia gremial manejada por Fernando Espino Arévalo, denunciaron el catálogo de graves anomalías mediante un documento hecho llegar el lunes pasado a la Secretaría de Gobierno de la ciudad, así como a la dirigencia del PRD a cargo de Armando Quintero.

En el expediente, denuncian además que a pesar de los cambios efectuados por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, con la llegada del nuevo director de la empresa, Pedro Luis Benítez Esparza --a quien catalogan como producto de la empresa Ingenieros Civiles Asociados, ICA, con intereses en el sistema--, se han mantenido en sus cargos mandos medios y altos con un historial de aliento y encubrimiento de irregularidades.

De acuerdo con el documento, en cuya elaboración participaron Miguel Alvaro García, José Guadalupe Castro González, Gloria Estela Delgado e Hilario Ibarra Amador, integrantes del Consejo Directivo Nacional del Sinatrademe, el problema de ``inamovilidad'' de los funcionarios de administraciones como la de Alfonso Caso Aguilar y anteriores es ``la incapacidad de la actual dirección del sistema para poner orden'', porque, afirman, ``no se sabe si es el sindicato el que manda o la empresa''.

Y alertan sobre la carencia de un programa adecuado de mantenimiento para el material rodante, ``por falta de recursos materiales y humanos, generando que los trenes e instalaciones fijas estén sujetas a la sobrexplotación, repercutiendo en el incremento de averías y la calidad del servicio''. Pero esto no para allí. Ponen como ejemplo la estación aérea Pantitlán, donde convergen cuatro líneas y que, construida por la firma ICA, desde su punto de vista está por venirse abajo debido a graves fallas estructurales.


Daniela Pastrana Ť El PRI no permitirá que los otros partidos políticos acaben con la capital de la República y la sede de los poderes federales, asegura, tajante, Manuel Aguilera.

El líder local del tricolor afirma que la insistencia en la constitución del estado 32 es una ``bandería política'', por lo que su partido no está dispuesto a ceder este punto. ``Es la esencia misma de la República lo que está en juego y el pacto federal'', sostiene en entrevista.

``Yo le preguntaría a quienes andan postulando sobre el estado 32 ¿qué hace falta para tener un gobierno que ellos llaman pleno?; ¿acaso el ingeniero (Cuauhtémoc) Cárdenas no tiene, en su calidad de jefe de gobierno, más atribuciones y facultades que ningún gobernador y obviamente que ningún jefe del Departamento pasado; acaso el Tribunal de Justicia tiene menores tribuciones que cualquier tribunal de los estados?, ¿qué es lo que se está buscando fuera de una bandería política?''.

El ex regente rechaza abundar en los motivos de la negativa priísta. ``Llevamos, como país, discutiéndolo 173 años''. Pero asegura que no es un capricho, sino una determinación que entraña una serie de dificultades prácticas y políticas.

``No es un debate sencillo'', insiste, ``pero estoy convencido de que no es un asunto que compete exclusivamente a los habitantes del Distrito Federal, sino porque se trata del gobierno de la República, de la capital y sede de los poderes federales, tiene que ser un debate en el que habrá de intervenir la federación en su conjunto''.

--Hace tres años había diputados del PRI que decían que era más fácil elegir delegados que al jefe de gobierno...

--Yo lo señalé. Yo iba, por lo menos, guiado por la lógica de la historia cuando se planteó pero, bueno, los acontecimientos se fueron en otra dirección.

--Podría suceder lo mismo ahora, que finalmente los partidos...

--¿Vayan a acabar con la capital de la República y la sede de los poderes federales? Evidentemente, no.

La ciudad es un ámbito excepcional, sostiene el priísta, y destaca como un obstáculo fundamental para la municipalización el sistema tributario. ``Sería impráctico'', arguye.

Sin embargo, reconoce que es necesario crear nuevas formas de organización en las delegaciones que ``sean capaces de recoger mecanismos de participación de la sociedad dentro del propio gobierno''; aumentar las facultades a la Asamblea Legislativa para constituirla en un congreso local y dotar de mayores recursos a las delegaciones --en este punto plantea que el presupuesto asignado sea de 32 por ciento, en lugar del 15.

Para el líder priísta, el punto más difícil de la discusión que inicia este jueves será, ``sin duda'', la definición jurídica de los órganos de gobierno de las delegaciones.

Pese a ello, confía en la posibilidad de llegar a acuerdos y asegura que el PRI irá a la reforma con ``optimismo, buena fe, disposición republicana y ánimo político'', aunque también aclara que no admitirán que ``las ausencias, las omisiones y equivocaciones'' de las autoridades sigan atribuyéndose a ``conspiradores políticos''.

``No, que asuman con plenitud sus responsabilidades, que muchos de los conflictos que se han suscitado se originan en incomprensión de la naturaleza de los órganos que tienen en sus manos para gobernar la ciudad y, en parte, por evidente manifiesto de incompetencia'', concluye el ex regente, que por primera vez acudirá a una mesa en su calidad de opositor. En la agenda, el funcionario plantea un ``piso'' de la reforma, con las ``tareas mínimas'' que deberán acordarse: ley electoral local; elección de delegados y definición de su naturaleza de gobierno, y la ley de participación ciudadana.

Y aventura: ``En la medida que vayamos avanzando en estas tareas podremos ir viendo la posibilidad de tareas que impliquen la participación del Congreso de la Unión''.


Daniela Pastrana Ť El PRI tendrá que rectificar su posición y aceptar el establecimiento de derechos plenos en la capital, afirma el líder del PAN capitalino, Gonzalo Altamirano Dimas.

En entrevista, el poriginalmenteanista sostiene que su partido mantendrá la postura de llegar a fondo en la reforma política del Distrito Federal y constituir el estado 32, porque es un tema que no puede concebirse como un ``complemento menor''.

``El PRI tiene que rectificar'', insiste. ``El PRI tampoco quería que hubiera un jefe de gobierno electo, tampoco quería que la Asamblea de Representantes tuviera facultades legislativas y, sin embargo, hemos ido avanzando''. Y advierte: ``Nosotros ni queremos ni podemos renunciar a una posiblidad importante para hacer avanzar la democracia en el Distrito Federal; el hecho de que el PRI no quiera, de ninguna manera va a hacernos bajar la bandera''.

Para el panista, la constitución del estado 32 será el punto más difícil de confrontación en la discusión de la reforma, que se instala formalmente este jueves, y no descarta ``jaloneos fuertes'' en otros temas, como la ley de deuda pública y la atribución de facultades a la Asamblea para legislar en materia de seguridad pública.

En este sentido, avizora una negociación difícil, ``con la negativa del PRI para considerar la figura del estado 32 y la democratización plena del DF y una visión del PRD, sobre todo en el ámbito del gobierno, más enfocada a avances parciales de la reforma''.

Sin embargo, afirma Altamirano, el PAN tiene claro que ``esta es la gran oportunidad para que de una buena vez se concrete la reforma y se dejen de estar haciendo parches a la democratización de la ciudad''.

Insiste el militante: ``Falta poco para llegar al estado 32''.

--¿Será hasta el 2000, como dijo Cuauhtémoc Cárdenas?

--Nosotros queremos que sea antes. Nuestra posición gira en torno al estado 32, porque no concebimos esta reforma como un complemento menor, sobre todo en cuestiones administrativas, la vemos como la gran oportunidad para establecer una democracia plena en el Distrito Federal.

El panista considera como puntos centrales de la discusión la organización política y administrativa de las delegaciones y el establecimiento de nuevas formas de organización en la estructura vecinal, que permitan modificar el sistema de ``tutelaje'' gubernamental impuesto por el PRI. ``Las organizaciones vecinales y ciudadanas se deben de crear libremente y no a base del tutelaje del gobierno'', dice Altamirano Dimas, y advierte que ``todavía no se acaba, existe la tentación de que el tutelaje se cambie de color, nada más''.

Uno a uno, el panista rechaza los argumentos del PRI para oponerse a la constitución del estado 32. ``Nosotros vemos que no hay objeciones para que el DF funcione como el resto de las entidades de la República y se convierta en un estado y que exista la vida municipal en la ciudadm, como existe en las grandes ciudades del país'', afirma.

--¿Y la inequidad tributaria?

--En el resto de la República hay municipios muy dispares y, sin embargo, funciona la vida municipal. Las diferencias existen y ahorita se están buscando formas para compensar desigualdades. También hay algunos impuestos que se cobrarían localmente y que irían a esas delegaciones de manera directa.


Daniela Pastrana Ť Para Armando Quintero Martínez, líder local del PRD, la transición hacia el estado 32 es un proceso irreversible. ``Los pretextos, francamente menores, de carácter administrativo, que ha puesto en el debate el gobierno se han agotado'', afirma. ``No podríamos admitir ahora ir rumbo a un estado de excepción, menos cuando la gente votó porque cambie''.

Y puntualiza: ``El PRI tendrá que pagar el costo político de su conservadurismo como partido de oposición''.

En entrevista, Quintero Martínez dibuja un escenario de discusión de la reforma en el que ``los cuatro partidos que podamos llegar a formar el G-4 capitalino, empujemos, sin miedo a la libertad, el estado 32''. Sin embargo, advierte una fuerte resistencia del tricolor, que ``en su defensa del sistema presidencialista'' es el único partido que está ``por algo que no alcanzan a definir, pero que no sea estado''.

El punto central: ``El Presidente es el mayor obstáculo para la reforma. No la persona, no el doctor (Ernesto) Zedillo, sino la Presidencia como poder omnímodo del sistema, que el PRI ha idolatrado y venerado, con las enormes consecuencias de rezago democrático para el país''.

Y el Partido de la Revolución Democrática, asegura, irá a la reforma ``con legitimidad a defender nuestro programa político, que es llegar al estado 32''.

--¿En el 2000, como dijo Cárdenas?

--No es una propuesta, es un análisis político; nosotros le respetamos su opinión al ingeniero, pero como partido no tenemos porque razonar así.

Para el líder perredista, la reforma es la ``gran oportunidad'' de posicionar a su partido como la ``opción que tiene las mejores propuestas y más profundas en materia de democratización''. ``Es lo que está en juego'', sostiene. ``Y vamos a demostrar que no somos como otros opositores que han prácticado el quítate tú para ponerme yo, sin cambiar nada''.

El PRD concibe la elección de delegados con una base político-administrativa de órganos colectivos, como son los municipios, que a su vez dan paso a la estructura de cabildos, explica Quintero.

El argumento oficial, agrega el perredista, es insustantivo. ``Tan son pretextos, que es muy fácil encontrar los ejemplos en todo el mundo de la cohabitación de poderes similares a los que tenemos que hacer convivir aquí'', indica, y como ejemplo cita los casos de Inglaterra, España e Italia, donde conviven hasta tres poderes en un mismo lugar.

``¿Acaso ahí es posible encontrar las fórmulas de convivencia porque son seres humanos superiores a los mexicanos? No, los perredistas no vamos a reconocer esa disminución en nuestras capacidades para no encontrar los elementos que nos hagan que puedan convivir y cohabitar con plenitud los poderes de un estado con los de la nación'', afirma.

--¿Y el estado de excepción?

--Las cosas de excepción en materia republicana siempre representan una carga negativa; en la historia del mundo los estados de excepción son momentos de represiones, de conservadurismo, de cancelación de derechos. En ese sentido, nosotros no podríamos admitir ahora, y menos cuando la gente ya votó porque cambie, ir rumbo a un estado de excepción.

El líder perredista reconoce que será necesario tomar una serie de medidas administrativas para garantizar la funcionalidad de la ciudad. Pero aclara: ``Eso se resuelve fácilmente tomando la decisión política mayor''.