Tres años, tiempo apenas suficiente para buscar la Presidencia: Fox
Elena Gallegos Ť El interrogante está en el ambiente político nacional de cara al 2000, cuyas elecciones serán --pronostican ya-- un parteaguas de la historia posrevolucionaria: ¿por qué tiene tanta prisa Vicente Fox en ser presidente de la República? Porque no soporta que cuarenta millones de chiquillos y jóvenes estén sentenciados a tragar frijoles y tortillas el resto de su vida; por la amenaza de más guerrillas y sublevaciones y... ``¡Porque sí!'', es la respuesta.
Pero si faltan razones, el gobernador de Guanajuato las tiene bajo la manga y las irá mostrando según lo escéptico del auditorio.
-¡En México alcanzar la Presidencia de la República desde la oposición no es enchílame otra! -pregona a manera de presentación.
Luego, y considerando que hace siete meses -a 36 de los comicios- comenzó su cruzada, en el más puro estilo del tango sentencia contundente: ``que tres años no es nada''.
Y poco a poco sus palabras -unas veces ásperas, otras seductoras- lo van pintando, y si uno insiste en que de todos modos parece haber mucha, mucha prisa por abrir el juego e iniciar la carrera, Vicente Fox contestará:
-Hay quien dice que Dios inventó el tiempo y Fox inventó la prisa y puede que sea cierto -el gesto de complacencia que se le asoma, delata que quien lo dice es él y que le encanta decirlo.
Vicente Fox se asigna un rol estelar en la escena nacional. Se labró una carrera en la Coca-Cola, donde llegó a ser gerente. Hace casi siete años fue la primera víctima de lo que se conoció como las concertacesiones del salinismo y el PAN, cuando reclamaba el triunfo electoral en Guanajuato. No pudo lograr que se le reconociera.
En cambio, las negociaciones de su partido al más alto nivel sí consiguieron que Ramón Aguirre -quien se volvió célebre no como regente del Distrito Federal, sino por deleitar las fiestas de los altos círculos del poder con su voz de cantante de trío- renunciara como gobernador electo y su lugar lo ocupara Carlos Medina Plascencia, su correligionario.
Desde entonces, Fox se trazó dos metas: llegar a la gubernatura de Guanajuato y llevar al PAN a Palacio Nacional. En 94, alcanzó la primera. Desde agosto comenzó a pelear por la segunda. En estos momentos, en ésas anda y su expedición oscila entre ``la hidalguía'' y ``la locura'', según se le vea.
Soluciones para todo
En una charla en la que más tardarán en plantearse las preguntas que en venir en cascada las respuestas, como recetas aprendidas al dedillo, Fox tendrá remedios para todo, en actitud de improbable modestia.
Por lo pronto, y cuando se le inquiere si él tiene la solución para el 2000, contesta:
-Sí, así es. ¡Yo voy a ser Presidente!
-¿Usted va a ser Presidente?
-Sí, seguro. ¿Que vamos a tener la solución todos los mexicanos? Seguro. ¿Que vamos a consensar todos un proyecto de nación? Seguro. Vamos a sumar a todos y dejar a un lado las diferencias del condón, del control natal, de los dogmatismos o las posturas sectarias.
``¡Vamos a sumarnos a tres o cinco ideas que nos van a unir a todos. No las tengo en este momento, pero estoy trabajando con un grupo de expertos y, a través de un diálogo intenso con la gente, recogeremos qué quiere cada uno de México; qué quiere el lector de La Jornada, qué México hemos soñado; qué México esperamos para el siglo XXI!''
Lamenta que haya una gran dispersión de ideas sobre cómo sustituir el proyecto de Nación que ha quedado atrás junto con ``nuestra vieja Revolución'', y comenta que si bien la Constitución del 17 tiene valores universales inamovibles, ya no responde al mundo de hoy: ya no responde, por ejemplo, al conflicto de Chiapas, tema que él mismo saca a colación.
Sobre esto habrá de decir después que el secreto está en que todos, ``desde Marcos hasta los caciques del PRI, pasando por el PRD, el gobierno y el Congreso federal'', saquen sus manos de ahí.
Para resolver Chiapas -sostiene- debemos inspirarnos en los ejemplos de Vasco de Quiroga, Bartolomé de las Casas, Chipícuaro, las comunidades chichimecas, y tantos otros amorosos, solidarios. Sólo así se puede encontrar la fórmula que compatibilice autonomía y sociedad mestiza. ``Si no, es que alguien está actuando de mala fe y lo que quiere es joder''.
-¿Por qué debo votar por usted?
-No, por nada. Necesitamos trabajar juntos un rato para llegar a convencernos. ¡Ese es el reto! A mí me dicen: ``¿cómo le vas a hacer para ganar la candidatura del PAN?'' Pues trabajando. Yo me he propuesto ganar el 75 por ciento de los votos.
``Yo ni me siento genio. Ni me siento figura. Ni me siento filósofo. Ni me siento político. Simple y sencillamente soy un demócrata''.
-¿O un Mesías, como por ahí le llaman?
-¡Para nada! Déjame decirte que este movimiento social lo que pretende no es llevar a Fox a la silla presidencial. Busca llevar al mejor hombre o mujer que tenga este país para que encabece el esfuerzo al inicio del tercer milenio.
-¿Usted sí siente que tiene esas prendas?
-Yo voy a dar la gran batalla. Le quiero imprimir una gran competitividad a este asunto. Pero ni me voy a sentir frustrado ni voy a hacer berrinchito si no la saco, porque seguramente habremos logrado poner en esa silla a un gran líder o lideresa.
-¿Por qué abrió tan pronto el juego?
-Porque en México alcanzar la Presidencia desde la oposición no es enchílame otra. Es un asunto complejo que requiere mucho talento, recursos, tiempo (éste sí, siempre fuera de sus horarios como gobernador) y trabajo. Tres años me parecen muy pocos.
Recuerda al presidente Johnn F. Kennedy y su invitación a que un estadunidense pusiera un pie en la luna. Para eso se fijó un plazo de diez años. ''El midió el reto y calculó una década. Bueno, yo aquí pienso que tres años no es nada. El tiempo es apenas suficiente''.
Sigue enumerando razones para justificar la prisa. Primera: ``la Presidencia no se puede ganar en cuatro meses de campaña. ¡Eso es una falacia! El PRI viene trabajando desde hace setenta años para retener cada Presidencia''.
Segunda: ``la sucesión comienza en México al día siguiente de la elección intermedia (fue el 6 de julio del 97), y Zedillo ya empezó el proceso y no nos podemos dejar ganar. Ellos quisieran estar solitos, a oscuras, en la clandestinidad, como siempre lo han hecho y que ha sido, por cierto, muy desafortunado, porque ha terminado en violencia, en crímenes. Si ya comenzó el oponente principal, hay que arrancar también temprano''.
Tercera: ``(Cuauhtémoc) Cárdenas ya está en marcha. ¡A mí que no me vengan con cuentos de que no! ¡Me canso que va! ¡Está que se las quema! El nació en Los Pinos y quiere morir en Los Pinos. No se le va a hacer. ¡Se la vamos a ganar!''
Abre un paréntesis antes de terminar de desgranar argumentos: ``¿cuál es la diferencia entre ellos y uno? Pues que uno es cándido. Uno es simple y sencillamente, honesto y transparente. Yo le digo ¡Sí! al pueblo de México''.
Viene entonces la cuarta razón: ``me dicen que soy muy acelerado. ¡Sí que lo soy! ¡Mucho más que acelerado! ¡Yo tengo mucha prisa!'', y es aquí cuando salta la frase de que él, Fox, la habría inventado.
Critica a los gradualistas que creen que hay que diseñar la llegada de la oposición a Palacio Nacional hasta el 2006 o el 2018. ``¡Es un error brutal! Este país ya no tiene más tiempo''.
Vicente Fox habla con embeleso de lo maravillosos que han sido sus siete meses de precampaña: ``me faltan 25 y me dicen que sostenerlos va a ser lo difícil. Lo difícil, yo preveo que de todos modos va a estar... ¡difícil!
-No querían que llegara a Guanajuato, ¿cómo cree que lo dejen ahora?
-Ya veremos. Yo me doy mis mañas. Ya llegué a Guanajuato y ahora voy a llegar allá, eeehhh -y apunta hacia Los Pinos desde el pisito en Polanco que ocupan las oficinas de la representación del gobierno de su entidad.
Fox cree que su estrategia es buena, pero discurre que hay riesgos. ¿Miedo?
-No, ése me lo quité desde que ando en esto. Ya viví las primeras amenazas. Me cerraron la planta congeladora y me invadieron el rancho (en San Cristóbal). Manuel Clouthier me dio un buen consejo. Me dijo: ``mira, lo último que debes hacer es mostrarles miedo. Al revés, ataca duro, y santo remedio''. Así lo he hecho y me ha ido muy bien.
``Ahora, en este país, tanto pa' los del PRI como pa' los del PAN como pa' los del PRD, pa' cualquier aspirante a la Presidencia, sí hay una amenaza, sí hay una probabilidad mayor de tener problemas''.
-¿Después del asesinato de Colosio?
-Sí, sí, después de Colosio. Obviamente, muerto en la lucha por el poder. Así fue sin duda. Y hoy cuando ves a Echeverría, otra vez vivito y coleando; cuando ves a Fernando Gutiérrez Barrios, de nueva cuenta presente; cuando se te aparece el dinosaurio de Manuel Bartlett en escena y reta que él también va por esto... bueno, sólo un cándido, un inocente, sólo alguien que se chupa el dedo, cree que esto va a ser fácil y que no tiene peligros.
Se sigue de corridito: ``¿qué he hecho para estar tranquilo? Yo soy católico y ando confesado y comulgado cada domingo. Me compré un seguro pa' mis hijos. Lo demás estoy dispuesto a entregárselo a mí país, a mi querido México. Estoy dispuesto a entregarle mi sangre, mi tiempo, mi sacrificio''.
Lo importante para Vicente Fox es lograr lo que se ha propuesto: encabezar un gran movimiento que eche de Los Pinos al PRI y que construya el México ``maravilloso, triunfador y lleno de oportunidades que merecemos''. México -define- ha sido el gran perdedor del siglo XX.
En el ínter, aclara que su gran carta de presentación es lo que ha hecho en Guanajuato, y ofrece un larguísimo resumen del ``capitalismo, en sentido positivo'', que ha impulsado en su entidad.
Después de todo, este hombre que arma su traza con su chamarra, cinto ancho, botas de ranchero -``la fox fashion''- y sus maneras y palabras que derivan en lo aldeano, es hoy por hoy, en un mercado en el que escasean, ``un artículo político muy vendible''.