La Jornada 26 de diciembre de 1997

Testimonios de ex árbitros sobre sobornos en el futbol mexicano

Miguel Angel Ramírez Ť El ex árbitro Jesús Mercado reconoció que el mismo secretario general de la Federación Mexicana de Futbol le llegó a ofrecer 300 mil pesos para que manipulara un partido entre La Piedad y la Universidad Veracruzana; que se ``amarraban'' a tres silbantes, pues la quiniela de Pronósticos Deportivos se jugaban con ``tres partidos sencillos y diez triples''. Ramiro Casillas, otro ex nazareno, confesó que la situación llegó a estar tan tensa que cuando viajaban en automóvil ``atrás de nosotros venían federales para cuidarnos''.

El ex dirigente Emilio Maurer, a su vez, aceptó que la publicación en La Jornada, (del 30 de septiembre al 2 de octubre de 1997) indica que hubo corrupción en el arbitraje. Sin embargo, dijo que él también lo habría ocultado, pero hubiera desafiliado al León y corrido a todos los involucrados.

La serie sobre el arbitraje mexicano que se publicó en este mismo espacio provocó reacciones en dos ex silbantes que radican en Guadalajara. Ramiro Casillas, en entrevista con el diario Público (20 de octubre de 1997), afirmó que ``desgraciadamente esta profesión se presta a eso'', a la corrupción. ``Aquí, agarra el que quiere, porque siempre hay quien ofrezca. Afortunadamente, yo puedo mirar a cualquiera de frente, no tengo nada de qué avergonzarme'', dijo.

Agregó que ``muchas veces llegaron hasta mi casa con un maletín lleno de dinero, sabían dónde trabajaba y dónde vivía. Obviamente, no puedo decir nombres de quién ofrecía y de los compañeros que aceptaron, pero eso siempre se ha dado''.

Casillas aseguró que ``desde finales de 1984, hasta la temporada 86-87, fueron tiempos muy difíciles. Había muchos intereses por el Mundial de 1986 y, sobre todo, porque por esos tiempos apareció Pronósticos Deportivos, ése fue el gran negocio en esa época''. El tapatío supo de las maniobras en la Comisión de Arbitraje para ganar en los Pronósticos. ``No puedo asegurar que siempre se arreglaban entre gentes de la comisión (de arbitraje), pero sí había mucho interés por conocer los nombres de los árbitros designados para los distintos partidos. Incluso, los partidos de la quiniela tenían precio: 3 millones de los de entonces por partido ganado y millón y medio por partido empatado''.

Casillas apuntó que en cierta ocasión, en el túnel de un estadio, le llenaron los brazos --que tenía cruzados-- con fajas de billetes de mil pesos y que llegó a comentarle ``a una persona de la Comisión sobre todos los intentos de cohecho y me dijo que le entrara, que no desaprovechara''.

En otra oportunidad, recordó que hizo la denuncia de un intento de soborno ante la Comisión de Arbitraje y ``al poco tiempo llegaron por mí agentes y me llevaron en avión a la ciudad de México. Creo que anduve por Gobernación, pero no estoy seguro porque anduvimos por diversos túneles. Dí mi declaración, firmé y ya no supe qué pasó''. Sin embargo, al poco tiempo le asignaron protección cuando dirigía partidos fuera de Guadalajara. ``Mi esposa está de testigo de que viajábamos en carro y atrás de nosotros venían federales para cuidarnos. Ellos me acompañaban de mi casa al estadio; no permitían que nadie que yo no autorizara se acercara a mi vestidor y volvían conmigo a Guadalajara''.

De la quiniela que ganaron siete árbitros (dirigiendo ellos siete de esos partidos), no quiso revelar los nombres, pero que seis de ellos ya dijeron adiós a la profesión y del séptimo afirmó que ``ya se va del arbitraje, no se preocupen''.

Otro camino para ganar la quiniela

Jesús Mercado, otro ex árbitro que radica en Guadalajara, confesó (Público, 21 de octubre de 1997) que ``en 1984, en diciembre, me buscaron para ofrecerme dinero''. Explicó: ``Un lunes, vino el secretario general de la Federación Mexicana de Futbol, Dagoberto Acevedo, para invitarme a comer y desde un principio me dio mala espina. Ya en la comida, que fue el martes, me dijo que venía para acompañarme en el partido que me tocaba arbitrar esa fecha, entre La Piedad y la Universidad Veracruzana de Córdoba. La Universidad ya tenía la clasificación en su poder y La Piedad no tenía nada qué hacer''.

``La designación --continuó-- se me hizo rara porque yo no arbitraba esa clase de partidos, siempre me tocó dirigir juegos de buen nivel. Llegado el día del partido, viajábamos juntos por carretera y al llegar a Degollado (Guanajuato) dicho señor abrió una maleta y me dijo: `Aquí tiene usted 300 mil pesos. Lo único que queremos es que gane el equipo local y no va a ser difícil: la Universidad ya está clasificada'. ``Cuando me ofreció el dinero, le dije: Eso no puede ser. Le pregunté: ¿Quién lo manda o por qué venía? Y me contestó: `Con este dinero que le voy a regalar tiene para irse con su familia a Disneylandia'. Le dije: `Vamos hablando seriamente. ¿Por qué me andaba buscando desde el lunes, cuando las designaciones las dan los martes en la noche? Me dí cuenta de que estaba metida gente de la Comisión de Arbitraje; Jorge Dubernard era el vicepresidente.

Mercado aceptó que no eran nuevas para él este tipo de situaciones, pero que nunca le había tocado. ``Recordé que ellos agarraban partidos de la provincia donde no había mucha publicidad, como La Piedad, Zamora, Tecomán. Se manejaban unas cantidades enormes de dinero. Había tres partidos sencillos y diez triples, así se jugaban los Pronósticos. De esta forma se amarraban tres árbitros''.

Ese partido terminó empatado a un gol y Mercado, al que trataron de presionar con un posible secuestro, confesó que ``tenía miedo de una represalia porque había 76 millones de viejos pesos que se jugaban en los Pronósticos Deportivos''.

Añadió que buscó justicia en la FMF. ``Hablé con don Javier Arriaga (entonces presidente de la Comisión de Arbitraje) y le dije que eso había sido una porquería, una ofensa a mi persona. Cuando se suponía que íbamos a ir a la Federación para hablar del caso, me mandaron a Rafael Valenzuela, quien era instructor de la Comisión de Arbitraje a escala internacional, y de Guadalajara fuímos a México''.

``Pero en lugar de ir a las oficinas de la Federación --agregó--, me dejaron en Sanborn's de Izazaga diciéndome que iban a llegar dos agentes federales para hacerme una investigación y me dejaron ahí. Llegaron esas dos personas bien vestidas, pero sin identificación, y me cuestionaron alrededor de una hora sobre lo que había hecho. Después se me avisó (de la Federación) que tal vez se me iban a presentar otra vez (los federales), entonces les dije que si lo volvían a hacer yo podría mandarlos a detener o hasta agredirlos (a los mismos federales)''.

Hubiera desafiliado al León: Maurer

Emilio Maurer, ex dirigente del Puebla y de la FMF, comentó --en el programa Tiro Directo del lunes 6 de octubre de 1997, que se transmite por Multivisión-- que él también hubiera ocultado la corrupción en el futbol mexicano. Pero, a diferencia de su colega Rafael del Castillo, el ex presidente de la Federación, habría ``desafiliado al León y corrido a todos los que estuvieran involucrados''.

--Pero hubiera tenido que dar una explicación (por la desafiliación y los despidos). ¿Cuál hubiera sido?, le inquirió quien esto escribe.

--Someramente, inteligentemente me estás agarrando un poquito en curva, pero hubiéramos hecho alguna situación que no dañara tanto la esencia del futbol. El día que se dude de los resultados y que se piense que se puede manejar un resultado, ese día el futbol deja de ser futbol, respondió.

Maurer rechazó en ese programa que en su época en la FMF se haya realizado una investigación en la Comisión de Arbitraje, por las denuncias de que Mario Rubio y Marco Antonio Dorantes, presidente de la Comisión e instructor, respectivamente, hacían negocios con los paquetes de uniformes para los silbantes. No aceptó que se hayan alterado los precios. Sin embargo, el ex árbitro Javier Castellanos hasta proporcionó el número de cuenta (30-6505-7, de Banca Confía), a nombre de Dorantes, que permitió descubrir el gran negocio de los dirigentes.

El polémico ex directivo poblano también puntualizó que la corrupción fue hasta 1987, que después, principalmente en su época, no hubo nada de eso, sólo rumores. Maurer rechazó que el grupo que él encabezó haya comprado los votos del Irapuato y León para arrebatarle la presidencia de la Federación a Enrique Borja; aseguró que los 500 millones de viejos pesos de entonces fueron un préstamo. Se le recordó entonces una acusación que le hicieron sus colegas José Antonio García y Roberto Chapa, en 1992, por gratificar a la prensa con dinero de la FMF.

Maurer siempre negó el soborno, pero en el programa aseguró que ``eso existe y existió, y se dio y se da''.