ETA, sin voluntad para negociar: presidente vasco
Rosa Elvira Vargas y David Aponte Ť Para que haya posibilidades de negociación con ETA (Euskadi Ta Askatasuna) tiene que haber decisión para ello, ``y puedo decir que al margen de lo que puedan decir algunos de sus portavoces, no observo ninguna voluntad negociadora por parte de ETA'', aseguró el presidente de la Comunidad Autónoma del País Vasco, José Antonio Ardanza Garro.
Y remató: ``es muy difícil negociar con quien no quiere negociar''.
Ardanza Garro, de visita oficial en México, se reunió ayer en privado con el presidente Ernesto Zedillo, y al término de la audiencia ofreció en la propia residencia de Los Pinos una conferencia de prensa. Ahí, tajante, eludió dos de las tres preguntas que se le presentaron respecto a la ETA y a las extradiciones, deportaciones y expulsiones de refugiados vascos.
Puntualizó así que no podía opinar nada a la pregunta de si México se ha convertido en un ``santuario de terroristas'', según la expresión de una reportera radiofónica. Eso, acotó, ``deben responderlo las propias autoridades mexicanas''.
Empero, tampoco quiso manifestarse en relación al número de presuntos etarras que viven en México y la cantidad de extradiciones solicitadas por el gobierno de España.
Sólo respondió: ``preferiría que esa pregunta se la hicieran al secretario de Gobernación. Esa es una información policial (sobre la que) no suelo entrar como presidente, a dar respuesta, aunque evidentemente mi obligación es estar al tanto, pero no son asuntos que específicamente atienda en rueda de prensa''.
En cambio, y luego de una larga introducción sobre los alcances y perspectivas de las relaciones comerciales entre México y el País Vasco, Ardanza Garro se mostró confiado en el futuro mexicano luego de los comicios del 6 de julio.
México, dijo, vive un proceso político que tendrá continuidad luego de las elecciones. Estas no afectarán en absoluto la estabilidad política, la senda del crecimiento ni el desarrollo económico que se ha marcado.
En larga disertación que dedicó a esta respuesta, Ardanza aludió a su propia experiencia política y dijo que antes de presidir el País Vasco: ``yo gobernaba en monocolor'', lo que resulta muy cómodo. Sin embargo, agregó, con el cambio de las circunstancias políticas ``aquello terminó''.
Puntualizó entonces que ``no ocurre nada'' al establecerse gobiernos de coalición, porque éstos son parte del proceso democrático, que permiten incluso una maduración política de los países. La alternancia es buena, indicó, ``siempre y cuando haya detrás un pueblo que vota y que decide y que los políticos sepan luego interpretar la voluntad de ese sufragio popular''.
Antes de acudir a la residencia presidencial, el Lehendakari estuvo en Tlatelolco con el canciller José Angel Gurría. Ahí ya había asumido la posición de no abordar el tema de la ETA ni de las extradiciones, entregas y deportaciones de que han sido objeto algunos vascos que residían en territorio mexicano.
Incluso, para salir del paso, el director de prensa del País Vasco, Bingen Zupiria, manifestó que al asunto de ETA ``no nos preocupa y no es nuestro problema. Este es un asunto de policías y no de políticos''. La visita oficial de Ardanza tiene un carácter estrictamente económico y es en respuesta a una invitación formulada por el mandatario mexicano Ernesto Zedillo, agregó.
De acuerdo con la agenda, el presidente del País Vasco viajará en el curso de la semana a los estados de México y Veracruz, para poner en marcha negocios con inversiones de empresarios vascos.
La tarde de ayer, también se reunió en privado con el secretario de Comercio, Herminio Blanco, y por la noche cenó con miembros del Consejo Empresarial Mexicano para Asuntos Internacionales.