La Jornada 28 de mayo de 1997

Atacan a tropas en Atoyac; 5 muertos

Maribel Gutiérrez, corresponsal, Acapulco, Gro., 27 de mayo Ť Un grupo de unos 25 hombres armados atacó este mediodía a tropas de la 27 Zona Militar, en las inmediaciones de El Guanábano, municipio de Atoyac, donde resultaron muertos el soldado Abad Noyola Calderón, el teniente de infantería Angel Ríos Reyes y el sargento segundo conductor, Javier Alvarez Rojas, así como dos de los agresores, informó la Novena Región Militar.

En un comunicado se dijo que la agresión armada ocurrió a las 12:15 horas, cuando el personal castrense realizaba reconocimientos en aplicación de la campaña permanente contra el narcotráfico. No se dio información sobre la identidad o las características del grupo agresor.


Vigilancia militar en Atoyac. Foto: María Luisa Severiano

Habitantes de la región informaron que escucharon una balacera y poco tiempo después fueron sitiados por tropas del Ejército por lo menos seis poblados de esa área, desde Cacalutla, situada sobre la carretera federal México-Acapulco, Poza Honda, Poza Verde, El Guanábano, El Quemado, hasta los caminos hacia La Vainilla y Agua Zarca.

Nadie pudo entrar ni salir en esa ruta a la sierra de Atoyac, colindante con la sierra de Tepetixtla, en el municipio de Coyuca de Benítez.

Mientras tanto, dos avionetas del Ejército y un helicóptero artillado sobrevolaron el área en busca del grupo agresor. Incluso en el puerto de Acapulco se observaron vuelos de helicópteros del Ejército hacia la Costa Grande y hacia el campo militar de Cumbres de Llano Largo.

Habitantes de El Quemado informaron vía telefónica la ocupación de esa comunidad (de unos 3 mil habitantes) por soldados, después de que se supo del enfrentamiento a balazos.

Roberto Hernández, profesor de una secundaria rural, dijo que aparentemente los aviones y el helicóptero llegaron a perseguir al grupo que atacó a las tropas, y afirmó que se vio que las unidades dispararon desde el aire hacia el monte y también se apreció la respuesta armada desde tierra.

Por su parte el presidente municipal de Atoyac, Javier Galeana Cadena, indicó que no se tiene información de la identidad del grupo que atacó al Ejército, pero señaló que el lugar donde ocurrieron los hechos está en una zona inaccesible y marginada, colindante con la sierra de Coyuca de Benítez, en la que recientemente se ha hablado de la presencia del Ejército Popular Revolucionario (EPR).

El alcalde comentó que es una área de comunidades ``muy olvidadas, de caminos intransitables'', y dijo que por lo que se sabe no es una zona donde se cultiven enervantes.

El mes pasado, en Cacalutla aparecieron pintas del Ejército Popular Revolucionario y se informó de actos de propaganda armada en comunidades de esa área.

En la periferia de la cabecera municipal de Atoyac se localiza la comandancia de la 27 Zona Militar, a una hora de camino de El Guanábano, que se ubica a 15 minutos de El Quemado.


Raúl García y Maribel Gutiérrez, corresponsales, Chilpancingo, Gro., 27 de mayo Ť Unos 150 miembros del Ejército Mexicano irrumpieron la mañana de este martes en la comunidad de Temalacatzingo, municipio de Olinalá --en la región de La Montaña--, donde ``tienen sitiados a los pobladores, les están exigiendo las armas que dicen que tienen y los obligan a salir de sus casas para catearlas'', informó hoy el dirigente de la Organización de Pueblos y Colonias del Sur (OPCG), Lino Hernández López.

En esa población y en San Miguel Jolalpa, municipio de Cualac, se supo que los efectivos militares arrestaron a otros tres campesinos del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y de la Unión de Obreros y Campesinos Emiliano Zapata (UOCEZ), a quienes tratan de vincular con el Ejército Popular Revolucionario (EPR).

Demandan el retiro de la tropa

En Temalacatzingo, más de 300 comuneros encabezados por el presidente del comisariado de bienes comunales, Juvencio Almazán Vázquez, y por el comisario municipal, Timoteo Pinzón Vázquez, denunciaron ante las autoridades de Olinalá, por medio de un acta de asamblea, que el domingo los militares sitiaron el poblado, entraron con violencia a las casas, sacaron a todos los habitantes, hicieron interrogatorios, golpearon a niños y adultos, y robaron 3 mil pesos de una casa.

En el documento, la comunidad de Temalacatzingo demanda ``el retiro total y definitivo de los cuerpos militares por sus malas actuaciones'', y advierte que ``de continuar la presencia militar en el área comunal el pueblo unido organizará su defensa y tomará medidas necesarias para frenar las olas de violencia que cometen los soldados contra el pueblo''. Asimismo, piden ``a las autoridades competentes que se proceda con todo el peso de la ley contra los militares que incurrieron en delitos graves contra la población''.

Después de un enfrentamiento ocurrido el sábado pasado en esa región, los soldados del 35 Batallón de Infantería regresaron a Temalacatzingo el lunes 26 a las 14 horas, establecieron retenes de revisión en los cruceros de Zacango y Amatlicha, y una hora después se llevaron detenidos a los perredistas Juan Leonor Bello y José Santiago Carranza. En tanto, a San Martín Jolalpa los soldados llegaron el domingo en la mañana en cuatro camiones, se bajaron de los vehículos y sitiaron el pueblo.

Nadie pudo entrar ni salir hasta las 11:30 horas. Ahí interrogaron a las autoridades de la comunidad para que indicaran dónde se encontraban ciudadanos cuyos nombres llevaban en una lista y que pertenecen al PRD y a la UOCEZ.

Interminable violación de garantías

Esta mañana, nuevamente ``sitiaron'' la comunidad de Temalacatzingo, donde el Ejército Mexicano ``está desalojando de las casas hasta a los niños enfermos con el pretexto de buscar las armas del EPR'', indicó Hernández López, de la OPCG.

Un día antes, el lunes a las 15 horas, los soldados regresaron a San Martín Jolalpa, Cualac, abordo de un camión y una camioneta en los que viajaban también hombres vestidos de civiles, presuntamente agentes de inteligencia militar, informó Abel Barrera. Los soldados se dirigieron a la casa del profesor indígena bilingüe Leonardo Bardomiano Morales, y después de catearla se lo llevaron. Lo tuvieron detenido hasta las 19 horas en el crucero de Cualac, y después se lo llevaron, sin que se conozca su paradero.

Por su parte Alfredo Apolinar Blanco, a nombre de la UOCEZ y de la Unión de Organizaciones de la Sierra del Sur (UOSS) en La Montaña, aseveró que después del enfrentamiento en el que murieron dos soldados y dos eperristas ``se inicia otra serie de interminables violaciones a las garantías individuales''.

El dirigente --quien precisó que el caso de la última detención será agregado a las que interpusieron los familiares de los otros siete ante los organismos de derechos humanos--, exigió al Ejército liberar a los ocho indígenas porque ``la persecución del delito incumbe a las autoridades civiles, no a las militares que están violando los artículos 16 y 120 de la Carta Magna''.

Por otra parte, la ex regidora del PRD en el municipio de Ahuacuotzingo --al que pertenecen los otros siete presos-- informó que en esa localidad fueron instalados nuevos retenes militares: uno en Río Pochutla, otro en La Lovera y uno más en Nejapa, a donde ``cada vez están llegando más militares en busca de supuestos eperristas''.

La lideresa también demandó a la Secretaría de la Defensa Nacional que libere a los detenidos o bien los presente ante el Ministerio Público en caso de que hayan cometido algún delito para que sean juzgados conforme a derecho, y no en los campos militares que ha instalado el Ejército en La Montaña, donde decenas de indígenas han sido torturados en los últimos meses, según las quejas presentadas en la CNDH.

Entre ayer y hoy, afirmó, los soldados han regresado a las comunidades de San Miguel Ahuelicán y Xocoyolzintla, de donde son originarios los siete indígenas aprehendidos la mañana del domingo, para intimidar a los familiares de los perredistas y ``sembrar el pánico entre la gente''.

Por su parte, el director del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinolla, Abel Barrera, dijo que en los dos poblados, desde el pasado domingo, cuando fueron sitiados por tropas del Ejército, hay continuas incursiones militares en busca de armas y de campesinos supuestamente vinculados con el EPR. Anunció que enviará a la CNDH una queja por la detención y desaparición de las personas, de las que se desconoce su paradero.

Esta mañana, los soldados, abordo de dos vehículos, seguían estacionados afuera de San Miguel Jolalpa, Cualac, donde establecieron un retén.

Señalan el caso del niño Eulogio Valerio Romano, quien fue jaloneado de las orejas en la calle del barrio de Santiago, interrogado y finalmente lo amenazaron con golpearlo porque no dio información. También el niño José Pérez Almazán fue torturado e interrogado sobre el EPR, los soldados lo golpearon con la culata de un arma de fuego y finalmente fue arrestado.

Amenaza de bomba en el Congreso

Hoy al mediodía, en esta capital tuvo que ser desalojado el recinto legislativo por una falsa amenaza de bomba. La llamada fue recibida en la Dirección de Seguridad Pública, cuyo personal sacó del Congreso a unos 150 diputados, funcionarios y empleados. La sesión de hoy, programada para la una de la tarde, se tuvo que posponer y daría inicio después de las 19 horas.

En tanto, el coordinador de la fracción parlamentaria del PRD, Saúl López, llamó al EPR a reconsiderar su actitud y le pidió, lo mismo que al gobierno estatal, que se sienten a dialogar ``para evitar una guerra antes de las elecciones''. El diputado pidió al grupo armado declarar una tregua y dijo que el PRD insistirá en promover una ley de amnistía.

Por otra parte, los intensos recorridos que comenzó el Ejército, la PGR y las corporaciones estatales a partir del enfrentamiento con el EPR abarcaron Chilapa y otros municipios de la región Centro-Montaña como Atlixtac, Ahuacuotzingo, Acatepec, Olinalá, entre otros.

En la región de Tierra Caliente, dirigentes de organizaciones dijeron que entre sábado y domingo llegaron más de 600 soldados en tanquetas y otros vehículos que se distribuyeron en los municipios de Arcelia, Zirándaro, Tlalpachula y Ciudad Altamirano, donde realizan revisiones en zonas rurales y urbanas.