La Jornada 10 de octubre de 1996

Comenzó el XXIV Festival Cervantino en Guanajuato

Merry Mac Masters, enviada, Guanajuato, Gto., 9 de octubre Ť ``¿En dónde hay desacuerdos? No, no hay ningún desacuerdo''. Para hacer eco a las palabras de Vicente Fox Quesada, gobernador de Guanajuato, minutos antes del comienzo oficial del XXIV Festival Internacional Cervantino (FIC), fue signado el convenio de trabajo con base al cual se diseñará la edición 1997 del FIC. El documento, que prevé la creación de una junta de gobierno, un patronato y un consejo consultivo, fue firmado por las instancias involucradas en la organización de esta ``fiesta de las artes'': el gobierno estatal, el gobierno municipal, la Universidad de Guanajuato y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Reunidos en la sala de prensa del festival, donde Fox había acudido para dar la bienvenida a los periodistas que daban cobertura al evento, la visita se convirtió en una mini conferencia de prensa -sólo diez minutos- , además de que se produjo la renovación del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes, con la cantidad de 300 mil pesos, tanto por parte del gobierno estatal, como del CNCA. Asimismo, el presidente de este último organismo, Rafael Tovar y de Teresa, anunció que, por su conducto, la Secretaría de Educación Pública apoyaba con un cheque por un millón de pesos al festival Cervantes en todas partes, una iniciativa del gobernador Fox que se llevará a cabo en 46 municipios de Guanajuato.

El gobernador panista afirmó que, si el país entero está en el proceso de ``descentralización'', para asumir responsabilidades a nivel local sobre distintas tareas de gobierno, el festival ``no es la excepción''. Si se hace imprescindible, agregó, la participación del gobierno federal, através del CNCA, por sus relaciones internacionales y su experiencia, también lo es la ``visión local''.


Merry Mac Masters, enviada, Guanajuato, Gto., 9 de octubre Ť A punto de ``romper la barrera'' de su quinto Cervantino, Sergio Vela, titular de este festival internacional desde su vigésima edición, ha experimentado desde 1992 un interés creciente por parte de los ``socios'' guanajuatenses de participar en las decisiones del mismo. Si en los últimos meses se ha vivido un ``momento de reflexión'' sobre el FIC, Vela dice estar tranquilo respecto a una cosa: la importancia del proyecto cultural para cada una de las partes (Gobierno del Estado, Presidencia Municipal, Universidad de Guanajuato, y Consejo Nacional para la Cultura y las Artes), y su deseo conjunto de proteger y acrecentar esta fiesta de las artes que hoy por la noche iniciará su vigesimocuarta edición.

Entrevistado por La Jornada e inquirido acerca de posibles ``pugnas'' por el liderazgo del FIC, Vela contesta:

``No es que haya habido pugnas, ni se trata de ver quién se queda con la mayor responsabilidad. Ha habido discusión y la discusión es sana''. Agrega que muchas veces la reflexión y la crítica sobre las formas de trabajo parecen implicar que una parte quiere ganar terreno frente al otro y esto ``no es real''. Lo que ocurre es que ``todas las partes han reconocido en el festival un proyecto cultural de gran importancia''. Si hay una cosa que estos ``cómplices'' no deben perder de vista es la necesidad de contar anualmente con un festival de relieve nacional e internacional. Tan importante, agrega, es el CNCA, como órgano ejecutor de la política cultural del gobierno federal, como son los ``anfitriones'' del festival.

Una cosa sí es cierta: el futuro le depara al festival una participación más efectiva de cada uno de sus ``socios''. Está en vísperas de ser firmado un convenio que Vela llama el ``primer paso para definir una nueva estructura jurídica del Cervantino'' que, a su vez, implica un pleno entendimiento entre sus partes. Lo único que se prevé es un ``diálogo más ágil que benefice una mejor organización del festival''. Esto, aclara, no sginifica que una parte excluya o sustituya a la otra, sino simplemente ``coordinar el trabajo y el esfuerzo de cada una de las entidades involucradas en la organización del festival''.

En la formalización de ``mecanismos de trabajo'' que, al decir del entrevistado ``siempre han existido'' pero ``darán mayor certidumbre a la toma de decisiones más allá de las intenciones personales de equis, ye o zeta funcionario(s)'', por una parte se creará una junta de gobierno para examinar las líneas directrices del FIC: duración, cantidad de artistas y grupos, horarios, precios, definición de los capítulos de gasto común, etcétera, que a la postre redunda en ``mayor capacidad de organización'' y no tener que resolver los problemas sobre la marcha o en vísperas.

Un segundo mecanismo de trabajo sería un patronato. Para Vela sí resulta más sano que el Estado mexicano siga siendo el principal patrocinador de las actividades culturales --``una riqueza enorme que muchas veces pasamos por alto''--, tampoco está por demás reunir más recursos de una fuente diversa que es la iniciativa privada. Sin embargo, aclara que un patronato no quiere decir que el Estado ``se repliegue y aporte menos''. Si antes el Estado ponía un peso y los particulares diez centavos, ahora éstos podrán poner 50, 80 centavos o también un peso. Mientras tanto el Estado seguirá poniendo lo que le toca.

En tercer término estaría un consejo consultivo que asesore la toma de decisiones artísticas de la dirección sin prever que ésta desaparezca porque ``un festival sin dirección sería como un navío sin rumbo''.

Aquí Sergio Vela anota que aunque no esté en un documento, la dirección a su cargo se ha asesorado anualmente con los distintos especialistas de las diversas materias artísticas.

--¿Por qué resulta tan atractiva la dirección del FIC?

--Por la nobleza del mismo proyecto. Es una institución cuyos límites son la imaginación y los recursos financieros. Es de una extraordinaria riqueza el reunir actividades artísticas en un periodo específico sin otro propósito que el gusto y el lujo cultural de hacer arte. Los beneficios de la promoción cultural, quizá no se palpen de la noche a la mañana, pero incrementan la herencia de un país, de una sociedad, de una cultura entera. Lo atractivo de este trabajo radica precisamente en lo emocionante que es abrir el telón otra vez --metafóricamente porque la inauguración no se hace con telón-- y ver que este proyecto año con año crea este momento excepcional de la actividad cultural en este país.

``También forma parte de su enorme atractivo el hecho que en un mismo periodo, en una sola ciudad, puedan convivir armoniosamente culturas tan distintas. Al poco tiempo de la Guerra del Golfo convivían en Guanajuato artistas de Irak y Estados Unidos, o de países musulmanes e Israel. Frente a los conflictos que pueden haber en el mundo el arte sigue siendo uno de los grandes vehículos de comunicación entre los seres humanos. Esto se ve claramente, no es retórica, se vive, se percibe, en un proyecto cultural como es un festival artístico. Puedo decir que me siento totalmente enamorado del proyecto del FIC''.

--¿Se ha cumplido al cien por ciento con las peticiones de participación de los artistas guanajuatenses?

--Al cien por ciento nunca se podrá cumplir con ninguna comunidad artística. Luego, establecer una distinción entre los artistas guanajuatenses y los nacionales me parece injusto. Son artistas mexicanos. O, que a todos los artistas extranjeros se les pudiera recibir, sería una cosa demagógica. No podemos siempre incluir todos los proyectos que quisiéramos. Pero sí quisiera decir que desde 1992 existe un particular interés de la dirección a mi cargo de incorporar al programa festivo proyectos culturales y artísticos de creadores e intérpretes guanajuatenses.

En la antesala de los ``primeros'' 25 años del FIC, ``jubileo'' al que Vela ``espera'' llegar, comenta que a pesar de las crisis económicas ocurridas dentro de ese cuarto de siglo el proyecto sigue ``vivo y dando frutos, lo cual para mí es una señal de su pertinencia, de su arraigo, de su continuidad y esto me hace muy optimista respecto a esta edición y las subsiguientes.

Espero que se afirme una vez más la importancia de este festival que es merecidamente el más relevante de nuestro país y uno de los más importantes del continente americano. Por el Cervantino han pasado artistas que son huéspedes frecuentes de los grandes foros del mundo. Esta es una riqueza acumulada a pesar de los cambios de administración federal, local y de dirección''.