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Echarían para atrás los logros en la estabilidad, aseguró el secretario
Víctor Cardoso y Armando Torres, corresponsal El secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz, afirmó que aunque viables, las propuestas de reformas fiscales planteadas por la iniciativa privada no son aplicables porque irían en detrimento de las finanzas públicas y ``echarían para atrás los logros en materia de estabilidad económica, de credibilidad y de acceso a los mercados'', obtenidos en los últimos meses.
Al hablar en una teleconferencia para los miembros del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) que realizan su octavo foro en Monterrey, el funcionario explicó la política económica del actual gobierno y dijo que alcanzar crecimientos de 7 u 8 por ciento en el mediano plazo ``debe estar arropado de políticas macroeconómicas sanas que permitan consolidar un clima de estabilidad''.
Sin embargo, manifestó su convicción de que ``es posible, desde luego, hacer una reforma fiscal que se oriente al impulso del ahorro y de la inversión, pero estas medidas de estímulo deben de compensarse ampliando la base fiscal para poder mantener las finanzas públicas sanas''.
En los últimos 15 años, dijo el funcionario, México no ha crecido y la economía necesita de tasas de crecimiento superiores al 7 u 8 por ciento anual. ``Yo no digo que crecimientos del 7 o del 8 por ciento se vayan a producir el año próximo, y quizá tampoco en los próximos dos años, pero creo que debemos aspirar y que tenemos todos los elementos para lograrlo''.
Tales elementos, explicó, se encuentran contenidos en el programa económico que ha establecido el gobierno federal y cuya estrategia tiene como objetivo el logro del empleo y el crecimiento a través de la productividad, la inversión y el ahorro interno.
La primera, mencionó, depende de que se realice una asignación eficiente de recursos y ésta a su vez estará determinada por la reforma estructural y los esfuerzos que se hagan en materia de capacitación y desarrollo del capital humano.
Por lo que se refiere a la inversión, el funcionario mencionó que para crear un clima propicio es fundamental la estabilidad macroeconómica y para lograrla se seguirán políticas monetarias y fiscales apropiadas, así como incentivos al ahorro interno.
Asimismo comentó que en ese punto juega un importante papel el programa de privatizaciones, mismo que no solamente está destinado a incrementar los recursos públicos -``yo creo que esto es un objetivo secundario''- sino a propiciar una inversión privada importante en infraestructura para elevar la productividad promedio de la economía y establecer una plataforma que permita un crecimiento sostenido hacia adelante.
El ahorro interno, a su vez, se promoverá principalmente mediante reformas al sistema de pensiones y de una reforma fiscal por consensos. Para ello es fundamental, dijo, convencer a los distintos sectores de la sociedad de que es fundamental promover el ahorro y por lo tanto la inversión que tanto necesita el país.
Ortiz Martínez reconoció que en estos momentos, el mayor problema económico es el sobreendeudamiento de la población, empresas y bancos pero -insistió- no se variará el rumbo, pues se han visto signos claros de recuperación aunque los beneficios tangibles a la población aún no se sientan.
El secretario de Hacienda reiteró la intención gubernamental de consolidar la estabilidad de los mercados financieros y la inflación, así como reforzar el sistema financiero y mantener el apoyo a los deudores de la banca.
Hizo hincapié en la necesidad de reducir los niveles de endeudamiento de familias y empresas a través de reestructuras de créditos y de inducir la capitalización bancaria.
La importancia de mantener la integridad del sistema financiero, explicó, se deriva de que es el que administra el sistema de pagos del país. ``No se está dando apoyo a los banqueros, como algunas personas lo han dicho, el apoyo realmente es a los ahorradores porque ningún ahorrador ha dejado de poder cobrar sus ahorros, de poder sacar y disponer libremente del dinero que tiene depositado en los bancos'', apuntó Ortiz Martínez.
Indicó que el problema del sobreendeudamiento se ataca por tres caminos: a través de programas específicos para aliviar la carga de los deudores con recursos fiscales; mediante incentivos a los bancos para que se capitalicen y tengan reservas suficientes para poder castigar los créditos malos y por último mediante una reducción del saldo de la deuda del sector privado con la banca, de la que derivó una contracción importante del crédito en los últimos meses.
Por lo que se refiere a la política monetaria y fiscal, Ortiz dijo que el Banco de México lleva a cabo un programa estricto que se ha traducido en una estabilidad del tipo de cambio y las tasas de interés. Las expectativas sobre el futuro del peso eran de que a finales de año flotaría en alrededor de 10 unidades por dólar y ahora bajaron para ubicarlo a menos de 8.50.
``En la medida en que vayamos consolidando las expectativas de inflación a la baja, pues vamos a seguir observando que las tasas de interés en términos reales y en términos nominales van a estar también disminuyendo'', concluyó.